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Domingo, 7 de octubre 2018, 01:03
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El Calahorra llega a una de esas tardes por las que ascendió a Segunda B. Un día para dar la mejor medida y demostrar que es un equipo capaz de plantar cara a cualquiera. Ya han ofrecido mucho los rojillos en este inicio de campaña, más de lo esperado en un inicio, pero el reto es cada vez mayor. El de la UD Logroñés se pasó con nota, ante la Real Sociedad B perdieron el primer encuentro de la temporada y esta tarde, el Mirandés supone el rival más temible. El equipo de Anduva fue el campeón la pasada temporada y aspira en la presente a revalidar un título que le haga regresar a Segunda. Un equipo de postín ante el que el Calahorra no podrá fallar si desea puntuar.
Hace una semana que el Calahorra cambió definitivamente el 'chip'. En Zubieta, el equipo dejó atrás su sobresaliente inicio de campaña y esa situación de invicto que deslumbraba. Perder el primer partido en la sexta jornada y tras pasar dos ronda de Copa es más que meritorio. Se esperaba antes la derrota. Esa circunstancia quizá quita algo de presión al Calahorra, que se dio un golpe de realidad en un partido en el que fue incapaz de dar la replica a su rival. Tendrá más partidos como ese esta temporada. Por otra parte, esa derrota no puede bajar los ánimos que impulsaban a los rojillos. No debe cambiar la dinámica.
Competitividad. Ésa es la palabra que desde que arrancó la pretemporada repite una y otra vez Miguel Sola. Dar la cara ante cualquier equipo, desde el Gernika o el Amorebieta, a los que vencieron los rojillos, hasta el Mirandés. Hasta ahora se está cumpliendo esa máxima, con mayor o menor éxito, pero el mensaje está claro. Ésa es la fórmula para alcanzar el objetivo de la permanencia, que sigue siendo el que se marca el Calahorra pese a que la clasificación les sitúa después de seis jornadas en el grupo de los elegidos para la fase de ascenso.
Esta tarde La Planilla vivirá uno de esos partidos con verdadero aroma a Segunda B. Se espera la visita de más de medio millar de seguidores del Mirandés, mientras que la afición riojana también responderá como lo ha hecho hasta el momento. El último partido que vivió el feudo calagurritano fue el derbi ante la UD Logroñés. El encuentro de esta tarde no será mucho menos en cuanto a ambiente, intensidad y colorido rojillo por parte de ambos conjuntos.
El Calahorra entra además esta tarde en una fase importante de la temporada. Las próximas semanas servirán para situar a los de Miguel Sola entre los primeros o dejarlos en una posición quizá más realista por encima del descenso, las plazas a evitar. Octubre es un mes intenso, también por el regreso de la Copa del Rey, y es que el miércoles 17 el Calahorra se mide en Barcelona al Sant Andreu con la mirada puesta en los dieciseisavos, donde se verían las caras con uno de los mejores equipos de Primera. Por ello Miguel Sola empieza hoy a pensar en lo que viene y la alineación rojilla a buen seguro estará condicionada por los encuentros futuros.
Yasin y Rodrigo no estuvieron convocados ante la Real Sociedad B por problemas en el abductor y el tobillo, respectivamente. Esta semana se han incorporado a los entrenamientos sin problemas, pero quizá el técnico rojillo se muestre reservado teniendo en cuenta la intensidad del calendario. No deberían ser de la partida, aunque quizá sí una buena alternativa en el banquillo para dar la vuelta al choque si el partido no pinta bien para los riojanos. Los cambios son uno de los factores determinantes en partidos igualados y Yasin y Rodrigo son dos jugadores que pueden desequilibrar.
Las novedades serán casi obligadas y por ello jugadores como Alain Barrón, Gabri, Almagro o Barace podrían entrar en la alineación con respecto a los últimos partidos. El esquema parece que ya empieza a formarse en el once rojillo, pero las rotaciones son una seña de identidad que Miguel Sola mantiene semana tras semana.
El Calahorra ha dado su mejor medida en La Planilla, consiguiendo 9 de los 11 puntos con los que cuenta hasta ahora. Un pleno como local. Ser fuerte en su feudo es una de las claves de la temporada y hasta ahora lo está consiguiendo. Pero el Mirandés presume de lo contrario, ya que ha ganado dos partidos como visitante y ha empatado otro. Es más fuerte lejos de Anduva. Trayectorias por lo tanto contrapuestas y que podrían terminar esta tarde. El Mirandés es un equipo hecho para ganar la liga, con jugadores de experiencia y formados en el equipo que sirven de base para un conjunto que se ha reforzado para dar ese punto más que faltó el pasado año de cara a ascender a Segunda. El listón para el Calahorra sigue subiendo.
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