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Los jugadores blanquirrojos se abrazan tras el gol de marcos, el tercero de la tarde. :: fernando díaz
RIQUEZA CORAL
UNO A UNO

RIQUEZA CORAL

JOSÉ MARTÍNEZ GLERA

Sábado, 2 de septiembre 2017, 23:46

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R iqueza coral e indivualidades. Cóctel perfecto para cualquier equipo de fútbol. Y definición, aunque se marrasen varias ocasiones claras, incluidas dos penas máximas. Pero como dicen los técnicos, lo importante es generar opotunidades de gol. Funcionamiento exquisito durante muchos minutos del bloque y destellos de jugadores como Ñoño, un abrelatas por su banda que además marca goles, o Carles Salvador, pulmón inagotable del bloque.

Partido tremendamente tranquilo para el capitán blanquirrojo. No tuvo que intervenir para salvar a su equipo y además su juego de pies da continuidad y precisión a la posesión de balón que busca Sergio Rodríguez. Y cuando su equipo lo necesitó, apareció como en un disparo lejano de Cristian Moreno.

Mucho más pendiente de labores defensivas que ofensivas. El zamorano cerró las líneas de penetración a Ángel López y sobre todo a Fran Pastor, pero no se prodigó en ataque, faceta de la que gusta. Ahora bien, tampoco fue necesario que asumiera riesgos para romper el sistema del Vitoria. Acabó jugando como interior.

Bien manejando juego en largo y en corto. Repitió en la izquierda del centro de la defensa, se mostró poderoso en el juego aéreo e interpretó bien la anticipación. Acumulando minutos al lado de César Caneda puede aprender a marchas forzadas.

Bien manejando juego en largo y en corto. Repitió en la izquierda del centro de la defensa, se mostró poderoso en el juego aéreo e interpretó bien la anticipación. Acumulando minutos al lado de César Caneda puede aprender a marchas forzadas.

Jugó un papel similar al que desempeñó Miguel Santos en la banda derecha. Pendiente de cerrar su banda, no pasó apuros y cuando el marcador fue muy favorable se sumó al ataque riojano. Interesantísima banda la que forma con Ñoño.

Segundo partido en el once inicial de Sergio Rodríguez. Mantiene la posición defensiva perfectamente, pero le falta, al menos ayer, mostrarse más en los apoyos para facilitar la salida de balón a sus compañeros y acompañar la transición del esférico. Detalles que pulir para un jugador que disfruta de su bautismo en la categoría y que es una realidad ya. Necesita calma y confianza y Sergio Rodríguez sabrá dársela.

El penalti fallado en el minuto 2 de partido le borró durante muchos minutos y no se mostró tan participativo como en otros choques en los que además marca la diferencia. La afición espera mucho más de él, y él puede ofertar mucho más de lo visto ayer.

Manejando los tiempos, descolgándose y dando balones en largo como el del gol de Ñoño. Ayudó a Arnedo en la salida de balón y apoyó el ataque de los riojanos. Su movilidad y su trabajo, tanto en recuperación como en creación, son una constante envidiable para cualquier formación. Su balones en profundidad son exquisitos para la categoría.

El asturiano jugó como segunda punta, por detrás de Marcos André, como a él le gusta. Hizo un buen trabaja en la bajada de balones aéreos para comenzar con mayor temple las jugadas de ataque. Dejó el segundo penalti a Ñoño, cuando es un gran lanzador desde los once metros.

Pasó desapercibido durante muchos minutos. Su trabajo de incordio, presión y robo es encomiable. Ofensivamente le falta un poco de pausa, sobre todo cuando recibe de espaldas y quiere jugar al toque. Aguantar un poco más el balón, provocar la falta del defensa el proteger el balón es una de sus asignaturas pendientes.

Suplió a Ñoño mediada la segunda mitad y se colocó en la banda derecha. No apareció mucho, aunque mantuvo el nivel de la presión alta y acabó como nueve del equipo.

Con su entrada en el campo se colocó en la izquierda y Sergio Rodríguez completó el cambio en las bandas y dio más libertad a Antxon Muneta, que pasó a jugar en el centro de la segunda línea ofensiva. En sus minutos sobre el césped tuvo dos opciones de marcar. La primera la condenó un mal control; la segunda remató muy alto. Acabó jugando en punta junto a Germán.

Debutó el central aragonés, pero no en el eje de la zaga, sino en el lateral derecho, lo que generó una variante táctica sobre el césped interesante para futuros encuentros.

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