DEMASIADO RIESGO

No tiene el equipo la alegría de los dos primeros partidos. Lasesarre marcó un punto de inflexión. No se superó a un rival en inferioridad y el miércoles tampoco se jugó bien, aunque la clasificación se lograse en la tanda de penaltis. Y ante el Amorebieta vivió unos minutos de chispa que sirvieron para que Ñoño marcase, pero sin fútbol de continuidad.

Desperdiciar una pena máxima y claras ocasiones de gol ante equipos del corte del Amorebieta es arriesgar innecesariamente. Ayer pudo irse el club vasco con tres o cuatro goles en su estadística negativa, pero sin embargo acarició el empate hasta el último instante y no se llevó un punto gracias a dos apariciones de Miguel Martínez. Equipos como el Amorebieta demandan llegar al tramo final con una renta de dos goles, mínimo, para concluir el envite con cierta tranquilidad. La ventaja mínima es muy peligrosa. Y eso que el Amorebieta demostró ser nulo a balón parado (parcela en la que concedió en exceso la UDL), como también en defensa cuando la UDL jugó con ritmo. Si se contagia, se ahoga, como le ahoga en muchas ocasiones querer correr antes de aprender a andar (Marcos André), carecer de fútbol ofensivo por una banda, la derecha, y que jugadores que deben marcar la diferencia estén pasando desapercibidos. Quizá necesiten más tiempo.

La UDL es líder. El próximo domingo vivirá en Burgos un test serio ante un rival que se ha reconstruido con rapidez y acierto. Allí necesitará de brillantez y de oficio y allí se volverá a reencontrar con Julio Rico, a quien, personalmente, veo titular en esta UD Logroñés y se prescindió de él.