El Haro enciende las alarmas

Hasta ahora, el Haro podía permitirse cierto margen, consolarse con que por juego merecía más puntos, confiar en unos jugadores y un técnico que ya han demostrado ser de garantías, atender a la igualdad en la clasificación... Pero la derrota del domingo ante el Ebro terminó de encender las alarmas en El Mazo. El Haro es después de seis jornadas, un tercio de la primera fase de esta temporada, colista del subgrupo con solo dos puntos, lejos de la zona media y con una necesidad creciente de empezar a sumar para que su futuro en la categoría no peligre.

Es un tópico, cuando un equipo se encuentra en una mala racha, aludir a que una victoria lo cambia todo. Pero cuando tarda en llegar, los nervios pesan y el Haro todavía no se ha estrenado con un triunfo este curso. Dos han sido los empates, ambos a domicilio, frente al Ejea y el Tudelano, y cuatro las derrotas: Calahorra, Osasuna B, Tarazona y Ebro. En su descargo, conviene reseñar que todos los partidos perdidos han sido por la mínima, y en Ejea bien pudo ganar de no ser por la actuación arbitral o un golpe de fortuna que favoreció a los aragoneses, junto al Haro, el único equipo que no sabe lo que es sumar de tres en tres.

De buenas sensaciones y 'casis' no se vive en el fútbol y por ello la situación del Haro es tan complicada. El equipo no encuentra la misma competitividad y solvencia del año pasado, ni esa fluidez que tenía para transicionar rápidamente a posiciones avanzadas y ese juego desde Fermín para abrir el campo y encontrar espacios.

El Haro necesita mejorar para dejar atrás su mala racha y sumar. Actualmente está a seis puntos de los equipos de la zona media, los que pasarán a luchar por estar en la Primera RFEF, olvidándose del descenso a Tercera. Pero aún quedando de los últimos, es clave llegar con el máximo número de puntos posibles a la siguiente fase. Dos equipos navarros, Mutilvera e Izarra, serán sus rivales antes de cerrar el año. Para entonces, el Haro ya habrá tenido que corregir el rumbo.