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Barace ha destacado por su capacidad anotadora. :: s.m.
Los goles no son sólo cosa  de Gabri y Eduardo Ubis

Los goles no son sólo cosa de Gabri y Eduardo Ubis

El Calahorra llega a una categoría donde tendrá que explotar las virtudes que le hicieron firmar números de récord en Tercera

SERGIO MARTÍNEZ

LOGROÑO.

Domingo, 29 de julio 2018, 23:29

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Suena a tópico decir que la capacidad realizadora de un equipo es clave para dirimir su éxito o fracaso en Segunda B. Resulta obvio. Sin embargo, no por ello dejar de ser un asunto a destacar, y es que año tras año los grandes aspirantes al ascenso buscan esa perla en ataque que resuelva y marque las diferencias en el área. El gol se cotiza y el Calahorra ha confiando esa misión a dos recién llegados, los delanteros Gabri Ortega y Eduardo Ubis. Sin embargo, no puede ser ese factor sólo cosa de ellos dos, sino que el bloque tiene que volver a explotar en cualquier situación los recursos ofensivos que la pasada temporada le convirtieron en un equipo de récord.

El Calahorra fue el máximo goleador de todas las categorías el año pasado precisamente por ser un equipo peligroso de muchas maneras. Una de las armas del Calahorra era las llegadas en segunda línea de jugadores como Barace y Goñi, así como las incorporaciones de los extremos hacia el centro. Amplitud a lo ancho y concentración de hombres en las inmediaciones del área. En esta campaña tendrá que ser otro factor a destacar en el equipo, y es que el Calahorra también lo explotó con eficacia en la etapa de Eduardo Arévalo.

Las jugadas a balón parado son otro de esos elementos del juego desequilibrantes en la categoría y el Calahorra cuenta con futbolistas de potencial para aprovechar esas jugadas. Los defensas Cristian, Parla y Javi Barrio, así como el mediocentro Barace, serán las referencias a buscar en faltas laterales y saques de esquina. Por otra parte, los disparos lejanos quizá sean el mayor aspecto a mejorar, teniendo que buscar en muchas ocasiones una definición más rápida que la acostumbrada en Tercera.

Otro de los recursos, los contragolpes, no fueron muy utilizados al llevar prácticamente siempre el dominio, pero el Calahorra demostró que sabe utilizar esas ocasiones gracias a la explosividad de jugadores como Yasin o Rodrigo, de velocidad y calidad técnica. Precisamente Rodrigo, que anotó 39 tantos el pasado curso, es en sí mismo el arma más poderosa del Calahorra en ataque y por ello su renovación fue el principal objetivo del club en la formación de la plantilla. El Calahorra ya tenía a su estrella en el equipo.

Los dos delanteros, Eduardo Ubis y Gabri Ortega, llegan para ser la referencia en el área y aportar más soluciones ofensivas. El riojano ha anotado en sus diez temporadas en Segunda B un total de 62 goles, siendo su mejor cifra la de la temporada 2015/16 en el Amorebieta con 15 dianas. Gabri Ortega, por su parte, no ha destacado en la categoría tanto en este apartado, con 23 tantos en cinco años, pero sus dos últimas temporadas en el Badajoz y el Portugalete, en Tercera, firmó 20 y 17 goles respectivamente. Ambos asumirán una gran responsabilidad.

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