Borrar
@udlogrones
Segunda B

Segundo combate nulo

La UDL vuelve a empatar (1-1) en un partido que se puso en contra en el minuto dos tras un error defensivo y que arregló Santamaría antes del descanso

Luismi Cámara

Logroño

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Sábado, 1 de septiembre 2018, 18:31

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Dos de dos. Dos partidos, dos empates. De la igualada sin goles de la pasada semana en Durango se pasó en esta a unas tablas en casa ante el Barakaldo con el primer gol de la temporada. En la primera mitad, primero llegó el susto, después la esperanza. Y el dominio absoluto e improductivo tras la reanudación demostró que a la UD Logroñés le falta el gol en este comienzo de temporada.

El partido no pudo empezar peor. Apenas con los jugadores recién colocados en sus posiciones sobre el terreno de juego, Benito aprovecho un tremendo error de la defensa blanquirroja para adelantar a los visitantes en el minuto dos. No había dado tiempo para coger el aire al partido y los locales ya veían cómo su planteamiento se iba por el desagüe. Tocaba cambiar de estrategia ante un rival que veía cómo, sin haber hecho nada todavía, ya tenía el choque de cara.

El estreno de la campaña en Las Gaunas no podía ser más negativo. Con muy poquito, el Barakaldo puso en los primeros minutos en aprietos a la UDL y sembraba las dudas en la defensa de los de Sergio Rodríguez. Por contra, los locales no lograban acercarse a los dominios de Viorel para, al menos, calentar a los aficionados riojanos más allá de los ardores padecidos por las altas temperaturas que sufría Logroño.

De hecho, era el goleador Sergio Benito el que acaparaba las escasas ocasiones de peligro que se podían ver en el estadio municipal capitalino.

Tras un parón del árbitro a la media hora de juego para que los jugadores se hidratasen ante el sofocante calor, la UDL pudo igualar. Rayco regateó a Viorel en el punto de penalti pero el blanquirrojo salió trastabillado y no encontró el hueco para llevar el balón a las redes de la portería vasca. Se pidió penalti pero Saiz Pérez no pitó nada.

Minutos después, el público de Las Gaunas volvió a solicitar la pena máxima por un empujón al ariete blanquirrojo tras un centro desde la derecha de Flaño. El canario pudo volver a establecer las tablas en el marcador pero tampoco acertó con un remate de cabeza.

Sí lo hizo Santamaría en un córner en el minuto 43. No fue el remate más ortodoxo ni más limpio, pero lo importante es que, empujado un poco por la cabeza y otro poco por el hombro, el balón se coló junto a la cepa del poste izquierdo y dio nuevos aires a los locales de cara a la segunda mitad. El partido volvía a empezar tras un gol tempranero y otro en el ocaso de los primeros 45 minutos.

Dominio infructuoso

Sergio Rodríguez debió de leer la cartilla a sus pupilos en los vestuarios porque la UDL salió más concentrada y tomó la iniciativa del duelo con un Rayco especialmente activo y que buscaba el gol que se le había negado antes. Lo intentó en una combinación con Borja pero Viorel atrapó su disparo sin dificultad.

El Barakaldo comenzó a ralentizar el juego y a proteger su portería con más atención, esperando agazapado su oportunidad mientras defendía un resultado que le venía muy bien tras el triunfo logrado en la jornada inaugural.

Sergio Rodríguez, mientras tanto, metía más madera con el cambio de Ñoño por Marcos André. Los blanquirrojos ya tenían el control, ahora faltaban las ocasiones claras. Y aumentó la presión ofensiva con un Víctor López que buscó con ahínco el desborde por la derecha... pero los aficionados riojanos seguían sin ver el gol que acercara a los suyos a la primera victoria de la campaña en Las Gaunas.

El dominio seguía siendo inane por parte de la UD Logroñés. El Barakaldo parecía mirar un poco más allá de sus cuartos traseros. Poco más allá. Un punto era demasiado buen premio como para arriesgarse a perderlo.

Los riojanos eran los únicos en poner interés por marcar aunque podían más las ganas que los aciertos. Cierto es que los vascos intentaban romper el ritmo del partido con faltas e interrupciones, pero era todavía más clara la percepción de que en la UDL desaparecía la claridad en los últimos metros y parecía una utopía la posibilidad de acertar con algún remate que culminara una jugada combinada o alguna acción individual milagrosa.

El partido estaba condenado a acabar en unas insatisfactorias tablas. Y así fue. Empate a uno. Segundo combate nulo.

Así ha sido el partido

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios