El nuevo líder defiende sus argumentos

Diego Martínez, que en las dos primeras jornadas repitió alineación, estaba dispuesto a volverlo a hacer, a presentar el mismo once que se midió a la Mutilvera. No pudo por las molestias de Fran, sustituido por Carrique, pero por lo demás, los mismos hombres, con la declaración de intenciones de disponer como extremos a Fran Sota y Amorrortu, dos jugadores habituados a moverse en la vertical central. El Calahorra quería fluir por el centro, encontrar la asociación entre sus jugadores más habilidosos, que generaron los mayores problemas al Izarra cuando movieron el balón al primer toque, para inutilizar la alta presión de los navarros. Tarsi y Ortega también cumplían en los apoyos.

El gol rojillo, en el minuto 8, es el mejor ejemplo. Fran Sota, Nierga y Rayco combinaron rápido para permitir al canario ganar el área y poner un centro raso que el propio Fran Sota, en incorporación, empujaba al fondo de las mallas. Parecía el día para que el Calahorra no sólo ganase, sino para que lo hiciese con holgura. Cuando superaban la presión, generaban peligro, encontrando Fran Sota en dos ocasiones el desmarque de Nierga sin remate final. También Amorrortu desde lejos y Cristian de espuela pudieron aumentar la ventaja de un Calahorra que debió irse con algún gol más en el zurrón al vestuario.

«Mirad cómo están puestos», gritó el capitán Cristian a sus compañeros cuando arrancó el segundo tiempo, y es que el Izarra cambió el sistema, pasando a jugar con tres centrales y rompiendo los esquemas a un Calahorra desorientado en la presión y con el balón. Volvían a perder el control del partido, como les había ocurrido anteriormente, si bien el Izarra apretó sin ahogar y Roberto se mantuvo inédito salvo en acciones a balón parado.

A falta de veinte minutos, Diego Martínez cambió la idea de jugar con interiores más centrados a los extremos Soto y Fernández, dando un nuevo aire al equipo. Amorrortu, que se entretuvo este sábado demasiado, y Cristian en un córner que le cayó y mandó fuera, pudieron anotar el segundo. Más cerca estuvo Ander, en un penalti que él mismo forzó y falló al poste. No debió sufrir el Calahorra en esa última falta a su área que dejó sin respiración a sus aficionados durante unos segundos.

El Calahorra dio un paso al frente, fue más equipo y convenció con su juego pero tuvo que lamentar las mismas situaciones de anteriores jornadas, con un marcador demasiado corto y sin acierto suficiente. Lo recordó Diego Martínez al finalizar el encuentro, comentando además que considera el liderazgo «algo anecdótico completamente, no le doy ningún tipo de valor, hay equipos con menos partidos».

El técnico logroñés sí que valoró que la victoria «es importante para tener más confianza a la hora de hacer las cosas», añadiendo que «estamos haciendo cosas bien pero tenemos mucho margen de mejora». Incidió además el técnico en esos errores ofensivos que cuestan más nervios de los merecidos: «Hemos tropezado en el mismo error, en no hacer el segundo gol que hubiera puesto el partido más a nuestro favor y hubiésemos estado más tranquilos. Pero no hemos acertado y hemos tenido que sufrir hasta el final».

El paso atrás del Calahorra se sintió especialmente después del descanso, cuando el Izarra, que «sabíamos que nos iban a poner las cosas complicadas», comentó el técnico, salió con otra cara: «Han cambiado de sistema, nos han estirado un poco más con los carriles, pero también es verdad que no recuerdo que hayan tirado a puerta en todo el partido, salvo algún centro o alguna falta. Es positivo que estamos consiguiendo cerrar la portería y a partir de ahí debemos mejorar e identificar esos cambios de sistema y que nos cueste menos».

Ahora, el Calahorra tendrá dos semanas para preparar su próximo partido, ya que tendrá descanso en la quinta jornada. Esa siguiente cita será nada menos que ante la SD Logroñés, su perseguidor.