Suficiente raspado en La Planilla

Llega un momento de la temporada en el que el calendario y la clasificación imprimen una presión extra. El Calahorra debía ganar ayer al Arenas para superar a un rival directo, recuperar la buena dinámica y alejarse de la zona roja de la clasificación. Finalmente, el punto le ayudó algo en ese último objetivo, ya que ahora el descenso está a cuatro puntos, pero en el resto de factores fracasaron los rojillos.

Fue otro equipo el Calahorra en la primera parte. Acostumbrado a inicios de máxima intensidad, dominio y acoso al rival, presentó ante el Arenas una cara opuesta. Los guechotarras se hicieron con el balón con demasiada facilidad, casi sorprendidos por ello, moviendo con claridad y rondando el área local, aunque las ocasiones fueron escasas. La más clara para el cuadro visitante fue un saque de esquina cerrado al primer palo que cabeceó González rozando el poste.

Los jugadores del Calahorra llegaban tarde a los balones, dejaban demasiado espacio entre líneas y no lograban mantener el balón en sus pies más de un minuto. Funcionaba por arrancadas aisladas en ataque, como un par de llegadas desde la izquierda, que no acertaron a rematar Carralero y Ubis. El punta riojano dispuso de una gran oportunidad en el minuto 39 al encontrarse un balón suelto en el punto de penalti, pero mandó demasiado alto su disparo. Hasta el rematador, otros días tan acertado, falló ayer.

Perdonó el Calahorra su ocasión y el Arenas sí aprovechó la siguiente. En el minuto 40, Zamorano ganó desde la banda hacia el centro la zona de disparo para mandar un tiro raso que pegó en un jugador local y entró besando el poste de la portería de Zabal. Un golpe justo antes del descanso, pero al fin y al cabo una recompensa merecida para una Arenas superior en la primera mitad.

Era difícil encontrar los motivos por los que el Calahorra había desechado la primera mitad. La segunda tenía que ser completamente diferente, y no fue tal, pero sí al menos lo suficiente como para no marcharse de vacío de La Planilla. Samuel Obeng entró tras el descanso para buscar más movilidad en ataque y dos puntas que generasen opciones, y aunque no revolucionó, el partido ese cambio, sí aportó más que el sistema táctico utilizado en el primer tiempo.

Buscaba el Calahorra la reacción, pero no tenía su día. Era una versión descafeinada del equipo que en tantos partidos ha conjugado carácter y juego. Pese a todo, el empeño comenzaba a dar sus frutos, con un par de acercamientos que avisaron al Arenas, que por otra parte no estaba pasando demasiados apuros.

El paso de los minutos fue pesando en los visitantes, que perdieron la iniciativa del primer tiempo en favor de un Calahorra algo espeso pero insistente. Se atisbó incluso la opción de la victoria ya que el tanto del empate llegó pronto. En el minuto 65, Adrien Goñi aprovechó llegando desde segunda línea una dejada de Carralero para superar a la zaga y batir a Txemi con una perfecta ejecución. El ayer capitán rojillo ejerció como tal y fue el principal artífice de que la esperanza recorriese La Planilla.

Al Calahorra, sin embargo, le faltó en algunos momentos pausa, juego y definición para que la remontada fuese completa. Ubis dispuso de una buena ocasión cabeceando en plancha una falta, pero el portero atajó su remate, mientras que Echaide ganó en el primer palo un saque de esquina que estrelló de cabeza en el poste rival.

Pocas opciones tuvo el Calahorra, al que la actitud le sirvió para empatar pero nada más. El Arenas, por su parte, también tenía reservada una bala, pero el remate de Dani López en el minuto 87 se topó con Zabal. Ambos equipos terminaron dando por bueno el empate. Reparto de minutos, dominio, ocasiones, goles y puntos. Aunque se esperaba más, bienvenido sea sumar.