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Yasin avanza hacia el área en una acción del primer tiempo. :: sergio martínez
LA DERROTA
MÁS CRUEL

LA DERROTA MÁS CRUEL

El Mirandés derrota en el descuento a un Calahorra que había igualado un 0-2Los errores condenaron al equipo rojillo, que supo plantar cara y reaccionar ante uno de los favoritos

SERGIO MARTÍNEZ

Domingo, 14 de octubre 2018, 23:02

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CALAHORRA

2

-

3

MIRANDÉS

  • Calahorra Zabal, Yasin, Barrio, Cristian, Morgado, Parla, Cárdenas (Adrien Goñi, m. 55), Barrón (Barcina, m. 76), Gabri, Rodrigo y Eduardo Ubis (Samuel, m. 62).

  • Mirandés Limones, Paris, Melli, Sergio, Kijera, Romero (Miguel, m. 72), Cerrajería, Yanis (Claudio, m. 84), Hugo (Roberto, m. 67), Álvaro y Matheus.

  • Goles 0-1, m. 48. Matheus; 0-2, m. 55. Melli; 1-2, m. 64. Rodrigo; 2-2, m. 80. Parla (de penalti); 2-3, m. 91. Matheus.

  • Árbitro Ortiz Arias, asistido por Bernal Martín y Alonso Campos (Comité Madrileño). Amonestó a los locales Yasin, Rorigo y Cárdenas y al visitante Álvaro.

  • Incidencias Partido disputado en La Planilla ante cerca de 2.000 espectadores. Cerca de seiscientos aficionados del Mirandés acompañaron a su equipo en el feudo riojano.

calahorra. La Planilla vivió ayer un partido de muchas sensaciones. La última, amarga. El Calahorra sufrió su derrota más cruel ante el Mirandés, uno de los todopoderosos de la liga, ante el que los riojanos dieron la cara incluso en los momentos más difíciles. Hubo ilusión, enfado, decepción, esperanza, alegría, confianza y finalmente, una profunda amargura. En el tiempo de descuento el Mirandés se llevó un partido en el que el Calahorra había conseguido igualar previamente una renta en contra de dos goles. Todo un mérito que quedó empañado por los errores que permitieron a los visitantes dejar de vacío al equipo riojabajeño.

Las caras lo decían todo al final del partido. Una cosa es perder, otra, hacerlo después de remontar y haberse ilusionado. La caída es más dura. Pero una lectura en frío ofrecerá numerosos aspectos positivos del encuentro de ayer para el Calahorra. Era una tarde para dar la mejor medida ante uno de los grandes del grupo, el vigente campeón. El Mirandés es uno de los referentes de la categoría de bronce, un club que vive sus mejores años y aspira a regresar a Segunda. El Calahorra puede presumir de haber jugado de tú a tú contra ese gran equipo. La lástima fue el resultado final, que no deja lugar a lecturas demasiado optimistas.

El Calahorra quería ir a por el partido. La alineación fue una declaración de intenciones Barcina pudo adelantar al Calahorra tras el 2-2. El Mirandés volvió a aprovechar un error para marcar el tercero

El Calahorra dejó claro que quería ir a por el partido. La alineación, con la inclusión de Rodrigo y Yasin, tocados hasta hace escasos días, era toda una declaración de intenciones. Los rojillos la trasladaron al césped, dominando el esférico durante la primera media hora, mientras que el Mirandés presionaba para no dejar fluir demasiado el juego. El balón duraba poco en los pies de los locales, que pese a todo buscaba con sentido los apoyos y pases cortos.

El Calahorra era mejor, pero le faltaba aún mucho para generar demasiados problemas a Limones. Yasin y Barrón por la banda derecha fueron los más activos en esos intentos, pero desde la izquierda llegó la mejor acción rojilla en el minuto 17, en un centro de Rodrigo que cabeceó con potencia Alain Barrón. Limones evitó con una gran parada que los locales se adelantasen.

El Mirandés también quería jugar sus cartas y en la recta final del primer tiempo comenzó a replicar ese dominio riojano con llegadas cada vez más insistentes, aunque también inofensivas. Una falta de Hugo desde la esquina del área que Nacho Zabal desvió con una soberbia estirada dio paso al descanso.

La primera mitad había sido disputada e intensa en el centro del campo, pero poco en las áreas. Tras el paso por vestuarios se abrió otro partido. Pronto llegó el primer jarro de agua fría para el Calahorra, y es que en el minuto 48, Cárdenas perdía el balón en el centro del campo y Matheus lo aprovechaba para enfilar la portería y mandar un disparo ajustado imposible para Zabal. El primer gol por un error. Siete minutos después, el golpe que parecía definitivo. Un mal cambio de orientación precipitó una falta lateral del Mirandés que Melli cabeceó en el segundo palo.

El Calahorra no merecía ese 0-2, pero el Mirandés no es un equipo al que se le pueda conceder nada, y los rojillos lo hicieron. Nacho Zabal mantuvo en un par de intervenciones de mucho mérito las opciones rojillas, impulsadas por el tanto de Rodrigo en el minuto 64. El goleador rojillo aprovechó un control con el pecho de Gabri para recortar en el área y resolver por bajo.

Mucho había ocurrido en pocos minutos y el Calahorra volvía a creer. Comenzó el asedio. El equipo riojano volvió a crecer, a mostrarse como ese equipo competitivo sea cual sea el rival y la situación, tal y como exige Miguel Sola. Las llegadas se sucedían una y otra vez. El Mirandés parecía el equipo pequeño, encerrado mientras que el Calahorra acumulaba jugadores en las inmediaciones del área. El cántaro se acabó rompiendo en un saque de esquina en el minuto 80, en el que el visitante Sergio golpeó el balón con el brazo al saltar en pugna con Goñi. Desde los once metros, Sergio Parla cumplió para empatar. Y tras marcar, fue corriendo a por el balón. El Calahorra quería más.

El empate era toda una hazaña dadas las circunstancias, pero aún podía dar más de sí el partido, para desgracia de los riojanos. Barcina tuvo la ocasión para adelantar al Calahorra en un disparo cruzado que salvó Limones. Después, el Mirandés no falló al volver a aprovechar un nuevo error local. Gabri falló en esa ocasión, y en el minuto 91, Matheus empujaba después que Zabal salvase sin éxito final. El Calahorra se hundía en la derrota, aunque cayó con la cabeza alta.

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