Borrar
Caneda regresó al equipo tras faltar en la cita copera. :: j.c. román/e.c.
ATASCADOS EN UNA IDEA
SEGUNDA DIVISIÓN B

ATASCADOS EN UNA IDEA

La UDL suma su tercer empate con un juego previsible, con ocasiones, pero sin remate

JOSÉ MARTÍNEZ GLERA

Domingo, 16 de septiembre 2018, 23:45

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Langreo. Sensaciones contra resultados. El fútbol es un mundo en el que las sensaciones guían al jugador, pero los resultados deciden su carrera, llenan sus vitrinas, sus cuentas bancarias y se convierten en leyendas. En Segunda B todo esto no existe, por lo que el resultado es aún más importante. Salir del pozo, ése es el reto de cualquier equipo de la categoría. Y si los resultados no son buenos, las sensaciones, por fantásticas que resulten, sirven para poco. La UD Logroñés no ganó. Como hace siete días; como hace catorce días. Un gol en tres partidos. Tres puntos. «No es el comienzo de liga esperado», admitía ayer Sergio Rodríguez. No lo es y el peligro que corre este equipo es que la creencia de sus aficionados deje de existir, que su fe se extinga. Y la fe la refuerzan los resultados. La crean. Tres puntos. Bagaje inaceptable.

-

Sergio Rodríguez ha dejado de sorprender porque la sorpresa con él es continua. Siete cambios con respecto al partido de Copa, algo lógico, pero ver a Juan Iglesias de lateral izquierdo es más llamativo, aunque el canterano se lo ha ganado. Además, emparejó a Andy Rodríguez con Remón en el círculo central y dejó a Carles Salvador en el banquillo. El técnico apostó por un partido por dentro con Ñoño y Borja, sobre todo éste, en las bandas y dejó la responsabilidad del gol a Rayco y Vitoria.

  • Langreo Imanol, Cristian, Alain, Zubiri, Dani López, Hector, Riki, Dani Ábalo (Samba, m. 73), Aimar, Omar (Javi Sánchez, m. 67) y Ríos (Cabranes, m. 90)

  • UD Logroñés Miguel, Santos, Caneda, Bijimine (Carles Salvador, m. 63), Iglesias, Remón, Andy, Borja (Marcos André, m. 76), Rayco, Ñoño (Rubén Martínez, m. 69) y Vitoria.

  • Goles No hubo

  • Árbitro Etayo Herrera (Colegio Vasco), ayudado por Conde y Zuigazagoitia. Amonestó a los locales Cristian y Dani Ábalo y a los blanquirrojos Bijimine, Remón e Iglesias.

  • Incidencias Nuevo Ganzábal de Langreo. Tercera jornada de Liga. Terreno de césped artificial. Tarde calurosa.

Tantos cambios no se tradujeron en un fútbol más sutil. Mandó la UDL desde el inicio, pero no tenía llegada clara. Demasiadas imprecisiones, demasiados jugadores juntos. Complicado ante un rival que sin renunciar al esférico sabe juntar líneas. Así se explica que la primera ocasión de gol clara no llegase hasta el minuto 25, cuando Vitoria se marchó de Alain y Zubiri, pero no pudo superar a Imanol. O que el resto de oportunidades llegasen en balones en largo. Sendos remates de cabeza de Rayco y Andy.

La UD Logroñés juega a ráfagas, carece de ese ritmo que acaba por romper al adversario

El técnico asegura que sus hombres juegan por banda, pero la sensación que transmiten es de caos por el centro. Todos por el centro. Entrar por donde el bosque está más poblado. La clara apuesta por dejar los carriles a los laterales no funcionó ayer. Demasiados metros para tener precisión. Ocasiones hubo, pero fueron otros los protagonistas. La cuestión es saber si en este momento hay una alternativa a una idea que han anulado Durango y Langreo, que si bien es cierto que son clubes de la categoría, también lo es que son recién ascendidos.

Ahora mismo es fácil inutilizar el sistema riojano. Orden, líneas juntas y pelea. No es necesario estirar la defensa para tapar las bandas. Ventajas para centrales de posición. Sin embargo, la calidad de este equipo es enorme, aunque por sí sola no gana partidos. Disfrutó de más y mejores ocasiones que un adversario que hasta el minuto 90 no pudo ganar el partido, pero ahí apareció Miguel. El remate de Aimar fue bueno, si bien la respuesta del riojano le superó.

La UD Logroñés generó esas acciones por insistencia, por ráfagas de juego, pero no tiene un ritmo que rompa al rival, ni una variante que le descentre. Insistir tanto en una idea, no obstante, puede llevar al error del adversario. Rayco aprovechó un magnífico balón al segundo palo de Ñoño y posterior toque de Borja para estrellar el cuero contra el cuerpo de Imanol; y el propio Borja estrelló el esférico en el lateral de la red con el portero fuera de su sitio. No hay remate, no hay sensación de que la jugada acabará con el balón en la red. Si la hubiera, Vitoria hubiese celebrado su primer gol en Liga. Lo hizo todo bien. Jugadón de categoría. Reverso espectacular dentro del área, disparo para llorar. Y esa sensación se extrapola a Marcos André, que no supo si rematar o dejar el cuero a Rayco. Ni uno ni otro. No hay remate. Es verdad. No hay sensación de peligro, de acierto, de sentirse superior al portero. El día que ayer vivió Imanol, evitando el gol en los últimos minutos a disparo de Andy, lo disfrutó Errasti en Tabira en el primer partido de liga. Acierto del portero o desacierto del rematador. Con uno y otro, las sensaciones están alborotadas. Espectaculares en julio y agosto, pero preocupantes en septiembre. Hace falta más tiempo, pero no diez meses.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios