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La UD Logroñés firma números de         ensueño

La UD Logroñés firma números de ensueño

Bloque prácticamente nuevo, otro entrenador, balance positivo goleador, equibrio, rentabilidad. Y, además, la UD Logroñes es colíder

José Martínez Glera

Viernes, 21 de noviembre 2014, 09:41

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El partido contra el Valladolid B no sólo supuso el vigesimoctavo punto de la UD Logroñés en competición, sino que además significó alcanzar (superar) el primer tercio de la Liga. Trece partidos de los treinta y ocho programados. Los números de la UDL invitan al optimismo analizados desde la prudencia. El conjunto que entrena Carlos Pouso es colíder, empatado con Oviedo y Murcia y, posiblemente, compute en el grupo más competitivo de los cuatro de la categoría. La pregunta ante una situación anhelada es cómo ha llegado hasta aquí.

LAS CLAVES

  • 1

  • Bloque nuevo y técnico nuevo se han acoplado rápidamente.

  • 2

  • Números positivos.

  • Más goles marcados que encajados y gran rentabilidad en cada tanto.

  • 3

  • Once definido. Con Cambios, pero son una sólida base.

  • 4

  • Equipo. El bloque por encima del jugador.

  • 5

  • Constancia. El equipo mantiene su ritmo durante todo el partido.

Uno. Los blanquirrojos han experimentado un profundo cambio. Únicamente seis jugadores continúan de la pasada campaña, con desigual participación en la actual. El preparador y sus ideas también son nuevas. Y lo han asimilado. Los resultados de la pretemporada contrastan con los de la campaña. De unos marcadores que podían invitar a la duda se ha pasado a unos números que incitan a pensar en cotas elevadas, si bien nadie ha escondido desde un principio que el objetivo es jugar la fase de ascenso.

Dos. Números positivos. En los trece partidos que ha disputado el equipo riojano, ocho han concluido en victoria y tan solo uno en derrota. Sus cifras de éxito solo se ven superadas por los nueve triunfos de Oviedo y Murcia. Los dos mejores conjuntos en esta faceta de los ochenta de la categoría. La fuerza de los hombres de Pouso reside en la rentabilidad de sus resultados. Marcan 1,46 goles por encuentro para sumar 19; y encaja 0,69 por partido para alcanzar los 9. Así, Miguel Martínez, único jugador que ha disputado todos los minutos, se ha convertido también en el Zamora del grupo y uno de los mejores porteros del ámbito nacional, entendido éste desde Primera División a Segunda B. Solamente UCAM MUrcia, con 7, y Hércules y Nástic, con 8, mejoran las cifras de tantos encajados. La UDL necesita 61,5 minutos para marcar un gol, mientras que los rivales demandan hasta 130 minutos para superar a Miguel.

Definir lo indefinido

Tres. Once definido. Carlos Pouso no ha repetido formación titular en estos trece partidos, pero con el paso de los minutos ha logrado formar una guardia pretoriana. Miguel ha pasado de transferible a indiscutible; jugadores como Moisés García o Julio Rico son incuestionables. A ellos se suman otros como Gago o Sergio en defensa; Jacobo y Abaroa en compañía de Rico; y Titi y Alegre en la media punta, junto a Camochu, Menudo o Ubis.

Éstos tienen un invitado que nadie esperaba, porque ha pasado de ser uno de los benjamines del grupo a lucir casi galones: Iñigo Zubiri. Es fijo en las esquemas de Carlos Pouso a pesar de su juventud. Nadie discute al único producto de la cantera que se ha asentado en el primer equipo. Es la cara de la moneda de un bloque en el que la cruz la personifica Moisés Eguizábal, que pasó de sumar muchos minutos la pasada a campaña a ver partido tras partido desde la grada. Y en esa misma cruz se podría incluir a Adrien Goñi, otrora salvador del equipo.

Cuatro. Equipo. Inmersos en definir los rasgos de la personalidad de la UD Logroñés en este comienzo de temporada, se puede afirmar que el gol es una cuestión coral. Lo adelantaba Carlos Pouso al inicio de la campaña ante la obsesión externa de contar con un nueve goleador, pensamiento viciado por lo vivido en las últimas temporadas. El gol se reparte y la segunda línea ha cobrado protagonismo. A los ocho goles que totalizan sus tres delanteros más puros (Camochu, Ubis y Menudo), se suman los once que se reparten otros jugadores. Alegre (3), Titi (3), Joel (1) y Abaroa (1) refuerza el papel de la segunda línea; y Moisés García personifica el peligro de los defensas a balón parado.

Cinco. Constancia. Con marcador a favor es más sencillo jugar que con el electrónico en contra. La UD Logroñés no se descompone si encaja un tanto. Va de menos a más. Su fortaleza ofensiva se centra en el tramo final de la primera mitad y en el inicial de la segunda. Además, llega a la recta final en disposición de marcar (6 goles), lo que denota también que la condición física acompaña a la técnica y táctica.

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