La UDL apela a un triunfo que avale su fútbol

Carlos Pouso y sus hombres acuden al envite con la ausencia del exzamorano Miguel Santos, pero con la presencia de Jacobo Trigo. Sin embargo, no es lo más llamativo de la citación del vasco. Puede ser un toque de atención a navegantes o que sus ideas son otras, pero la plantilla se nutre de la competencia y quien se despista se queda sin el caramelo de la Liga. Adrien Goñi fue titular la pasada semana ante el Astorga; hoy, ni viaja. Sí que se incluye en la lista a Sergio Martínez, aunque todo apunta a que será Iñigo Zubiri el que ocupe el lateral izquierdo, e Iker Alegre, que será titular. Es uno de los jugadores franquicia de este equipo.

«El Zamora es un equipo que no ha comenzado bien en cuanto a resultados, porque el juego no ha sido tan deficiente como para perder los dos partidos. Han sido detalles. Ha cambiado mucho, pero es un bloque solido, bien trabajado y armado. Se ha encontrado con dos rivales, Valladolid y Guijuelo, que han tenido un gran porcentaje de acierto, algo que no es habitual», apuntaba Pouso para explicar el arranque liguero de los castellanos.

Lo cierto es que el equipo de Roberto Aguirre ha encajado siete goles en estos dos compromisos. Cifra, que para el técnico vasco, presenta una trampa: la efectividad. «A nosotros no nos vale pensar en el porcentaje de acierto de otros en el remate. El Guijuelo se puso por delante en un abrir y cerrar de ojos. Mandaba por 0-3 cuando el partido no estaba para ese resultado. Tantos goles es un porcentaje de acierto grande. Ante el Valladolid y con 2-0 en contra se abrieron ante un rival de chavales jóvenes y con un césped trampa, casi de moqueta», señalaba.

El análisis deja abierto dos escenarios: encontrarse con un equipo hundido, al que le cuesta encarar los partidos, o visitar a un adversario herido en su orgullo y que quiere dar un golpe de efecto a este inicio. «Nosotros no estamos para elegir. Hubiera preferido que hubiese ganado algún partido, pero no podemos elegir el estado de ánimo del rival. Se trata de ganar el partido. Ganar y ganar. No podemos poner disculpas. Además, nosotros también acudimos sin ningún triunfo», indica sin desvelar el once, aunque éste sufrirá modificaciones. «En algo nos adaptaremos porque el dibujo del Zamora es diferente al del Astorga. Siempre hay algo que corregir dentro de la misma idea de juego que tienes, sobre todo sin balón. Ahí debes saber qué cualidades son las buenas del Zamora o las del equipo al que nos enfrentemos».

Puesto a corregir, la definición demanda un arreglo, aunque el técnico reste presión. Esto acaba de comenzar. «No podemos volvernos locos con esas cosas porque podemos generar más ansiedad. Si se generan ocasiones, el gol llegará; más problemático sería no disponer de oportunidades de gol. Ya sabemos como funciona esto. Unos días creas pocas y marcas; otros generas muchas y no lo consigues. Además, de un partido no vamos a hacer una valoración extrema. Hemos jugado sólo un encuentro». Hoy llega el segundo de la temporada. Se esperan goles y una victoria.