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Pedro Martínez, Juan Carlos Pouso y Juanjo Guerreros, con la camiseta blanquirroja que defenderá el nuevo técnico los dos próximos años.
«Vengo a la UDL
atraído por un
proyecto: el de
disputar el play off e
intentar el ascenso»

«Vengo a la UDL atraído por un proyecto: el de disputar el play off e intentar el ascenso»

Juan Carlos Pouso Entrenador de la UD Logroñés

CARLOS FERRER

Lunes, 9 de junio 2014, 23:43

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Doce del mediodía, sala de prensa del campo de Las Gaunas. Pedro Martínez , presidente de la UD Logroñés, y Carlos Pouso, el nuevo entrenador, se personan. Caras de entendimiento, de ilusión por el nuevo proyecto que va a iniciar el técnico vizcaíno en el conjunto blanquirrojo. Enseguida se pasa a las preguntas para conocer los motivos que le han impulsado a fichar por dos años con el conjunto riojano y para dar a conocer de forma somera, su estilo, sus pensamientos, su idea futbolística, la que le ha llevado a ser un profesional muy cotizado en la categoría.

Carlos Pouso se hace escuchar con facilidad. Llama habitualmente a las cosas por su nombre y es hombre de trabajo. De hecho, ayer mismo ya empezó a hacerlo por la tarde. Son muchos los palos que hay que tocar y cuanto antes se dé el pistoletazo de salida, terminará siendo mucho mejor.

No dudó en presentarse como un técnico que llega al club con la ilusión por bandera, con ganas de trabajar: «Vengo con la ilusión de ver gente que quiere que el club crezca. Tiene posibilidades de hacerlo, porque cuenta con un gran estadio y el trabajo de anteriores personas. Y aquí estoy para intentarlo. He tenido un par de acercamientos con clubes de Logroño, uno con el Recreación y otro con la Unión Deportiva Logroñés, pero no cuajaron. En el último, estaba en Miranda y creí que debía renovar».

El nuevo técnico blanquirrojo no quiere ser un obstáculo allí donde va y se define como un hombre «de proyectos, no un arribista. Me gusta renovar año a año. En este caso he firmado por dos, pero si no estamos a gusto al final de la temporada no va a ser determinante el haber firmado un contrato. Yo agradezco la confianza, pero, como en los matrimonios, firmas para siempre, pero llega un momento en que a veces hay que dejarlo».

La palabra clave

Parecía como que no quería mencionar la palabra 'maldita', la de luchar por el 'ascenso', pero es consciente también de que se le ha fichado para buscarlo o, al menos, luchar por él: «A mí me gustaría, de entrada, finalizar la campaña en un puesto en el que el club nunca ha podido quedar hasta ahora. Pero no es fácil, porque creo que los entrenadores y futbolistas que ha tenido el club hasta ahora han sido buenos. Algo tiene que haber para que no hayan salido las cosas. Lo cierto es que cuesta mucho salir de este pozo de Segunda B. Voy a tratar de hacer las cosas bien y que este proyecto tenga viabilidad».

Eso significa luchar por el ascenso, con o sin presión. En su mente tiene que estar claro ese compromiso para devolver la ilusión a la alicaída afición riojana: «Pouso es humano y no tiene una varita mágica. He venido aquí por un proyecto y el aficionado va a venir al campo a ver cómo gana el equipo, a ver jugar a los chicos. Yo vengo atraído por un proyecto, que es el de disputar el play off e intentar el ascenso».

El dinero, como es lógico pensar, mandará, y mucho, en el capítulo de fichajes. Pouso lo tiene claro en ese sentido: «No vamos a vender humo, sino a trabajar. Los clubes no están para soltar mucha panoja. Eso se ha acabado en la Segunda B. Vamos a tratar de fichar gente con condiciones, cercana y con capacidad para jugar en Logroño. Hablo de jugadores que valgan y que sean próximos geográficamente».

Bueno, bonito y barato

El nuevo técnico se enfrenta a un inicio con muchísimo trabajo por realizar, y no precisamente sobre el terreno de juego. Hay que formar la base del equipo, porque hasta el momento no hay más que tres jugadores en plantilla, como son Miguel, Herreros y Zubiri.

El técnico quiere empezar por confeccionar el grupo de trabajo con el que manejar la plantilla: «A día de hoy estamos sin cuerpo técnico y sin plantilla. No he entrado a valorar todavía la situación. Me reuní el lunes con el club y fiché el martes. Hasta una semana antes había otro entrenador muy capaz. Tuve una oferta del Burgos y en el 'impasse' me llamó la UD Logroñés y me decidí por este club. Estaba hablando con otro club y ni siquiera llegamos a negociar, porque me decidí por el club blanquirrojo. A partir de la semana que viene vamos a comenzar a trabajar a fondo».

No tiene previsto traerse a ningún colaborador que haya tenido en anteriores etapas. No cuenta con un grupo estable de técnicos a su lado: «Yo no soy un 'top' y no llevo a nadie conmigo. Quiero tener gente cercana, que pueda venir dispuesta a ser ese colaborador que se necesita en todo club. Quiero contar con un segundo entrenador y un preparador físico. Entrenador de porteros ya tenemos (Sergio Ranero) y espero que siga con nosotros.

En cuanto a los jugadores a fichar, tiene muy claro el concepto de futbolista que desea para su equipo: «El perfil del jugador que yo quiero tiene las tres 'bes', de bueno, bonito y barato. Un nueve que meta goles, un portero que no los encaje. lo que quieren todos los entrenadores. Tengo muchos jugadores en la mente y en el ordenador. Saldrían a unos seis por puesto, pero luego hay que poder ficharlos».

Gente con hambre

Enseguida dejó claro su sentir respecto a lo que pide a sus hombres en toda su extensión. Es un técnico que cuida mucho a sus jugadores, que les defiende, que les anima, pero, a cambio, les exige también hasta el final: «Lo que quiero de verdad es gente con hambre, con ilusión, que venga de abajo hacia arriba. No necesito gente que venga a hacer un favor al club, sino a crecer en el club y con el club. El que venga aquí pensando sólo en el sueldo va a aguantar conmigo una semana».

Tiene claro, también en cuanto a su relación con los hombres de la plantilla, que los jugadores los ficha el director deportivo o el directivo encargado a las finanzas. Él no quiere entrar en las negociaciones: «Yo no llamo a nadie. Si hay que dar un empujón al final, se hace, pero no es mi labor. Hay gente en el club que es la que debe negociar. No me gusta ser yo, porque, si hablas con un futbolista de jugar, de tener un puesto asegurado, a veces no se puede cumplir, porque hay otro que le quita el puesto. Por eso no me gusta meterme en ese asunto».

Es consciente de que en el club conocen perfectamente su forma de pensar, su estilo para dirigir el vestuario: «Cuando me han llamado es porque saben cómo soy, lo que quiero y lo que busco, que no es otra cosa que conseguir que todos sumen. El mejor 'test' lo suelo apreciar en los entrenamientos de los lunes por la mañana. La actitud de los que no han jugado el día anterior me indica por dónde vamos. Quiero un vestuario siempre pensando en futuro, en el partido siguiente».

Trabajar las variantes

Carlos Pouso quiere sentar las bases de lo que espera de sus hombres y de su estilo de juego. Es un entrenador que se adapta a las circunstancias, que busca un estilo que cuadre con lo que quiere, pero que sirva, a la vez, para ganar los partidos, que es lo más importante: «La UD Logroñés va a tener su estilo propio, el que me gusta a mí. Voy a fichar jugadores que entren en esa forma de jugar que quiero para mi equipo. Pero yo no soy inventor de nada, soy un buen copiador. Yo intento ganar jugando bien, porque creo que es la mejor forma. Dependerá también de lo que proponga el rival. Los matices siempre son diferentes. Mi equipo tiene que ser camaleónico, saberse adaptar a lo que puede pedir el rival y sacar el partido adelante».

Aún no sabe con qué jugadores va a contar, pero tiene muy claro quién va a jugar con él en el banquillo: «Conmigo va a jugar, con riesgo de equivocarme, el que lo merece, el más idóneo en cada partido. No me gusta lo de 'yo muero con mis ideas'. A mí me gusta vivir y si vemos que algo no funciona, cambiaremos lo que haya que cambiar para mejorar el juego y los resultados».

Aún no se sabe en qué grupo le va a tocar jugar este año al conjunto blanquirrojo. Pouso no le teme a ninguno, aunque prefiere no hacerlo en el Grupo III: «No sabemos todavía en qué grupo jugaremos, pero ya lo ha hecho el club en los tres primeros. Vamos a ir con tranquilidad en ese aspecto, porque vamos a tardar en saber dónde nos toca este año. Pero eso no me preocupa mucho, porque el fútbol es una mezcolanza en la que entran el defender y el atacar y eso se da en todos los grupos. No me gusta el tercero, porque hay muchos campos con hierba artificial».

Con tres jugadores en nómina, hay mucho camino por recorrer en el aspecto de fichajes. Hay que mover el mercado para hacerse con una plantilla que pueda trabajar por conseguir hacer bueno ese proyecto por el que el técnico ha fichado. En cualquier caso, pide tranquilidad. ya irán llegando los nuevos jugadores a lo largo de los meses de pretemporada: «Vamos a ir con tranquilidad en ese aspecto. El futbolista juega con tu oferta, porque tiene más posibilidades y tiene tiempo para aceptar la que mejor considere. No queremos que exista nerviosismo si no hay noticias, porque va a ser complicado, sobre todo en el inicio. Hay cantidad de futbolistas sin equipo. La situación de crisis del país también está introducida en el fútbol y no somos ajenos a ello».

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