La UD Logroñés afronta su reto más complicado

La UD Logroñés lleva soñando con la permanencia desde que regresó de Guijuelo. «Ganamos al Zamora, sumamos 42 puntos y temporada hecha», pensó, pero ni se superó al cuadro zamorano ni se doblegó a la Cultural. De la expectativa eufórica a la desazón en apenas quince días. Los riojanos encaran el duelo inmersos en su peor racha del ejercicio. Jamás habían firmado cuatro derrotas en un ciclo de cinco partidos. Pero así es: Marino, Avilés, Zamora y Cultural, con el inesperado y balsámico paréntesis del Guijuelo (1-2). Cuatro derrotas también atesora el Racing de Santander. Cuatro, que no más. Por eso está arriba. Ferrol, Burgos, Zamora y Celta han sido los únicos capaces de hacerle abandonar cabizbajo un campo. Desde que cayera en Vigo, el 1 de marzo, el club cántabro ha enlazado cuatro victorias consecutivas y dos empates.

Raúl Llona tiene clara la formación. No habrá variante alguna. O casi. En la grada se queda el sancionado Iriarte, el lesionado Garrido y los descartados Omar, Domínguez y Pascual. Eduardo Ubis volverá a asumir la responsabilidad del gol. El gol, la suerte máxima, fue lo que impidió que la UDL puntuase en El Sardinero en la primera vuelta, pero esa es una vieja historia que se ha convertido ya en un clásico esta temporada. Se mide uno de los equipos más goleadores del grupo con el que menos marca. Suma 29 goles la UDL, uno menos que el colista, el Noja, pero solo Koné alcanza los diecisiete en el Racing. Y si se computa a los cinco delanteros verdiblancos, la cifra se eleva a los 26, tres menos que todos los riojanos.

Los cántabros viajan con algunas ausencias en su mejor formación. Así, el conocido Paco Fernández no puede contar con Mario en la portería y le suplirá Alejandro. En el centro de la zaga tiene la duda de Juampe, aquejado de una tendinitis, pero que viaja. Si no se recupera, jugará el riojano Barrio. Tampoco puede contar con el media punta Miguélez, al que suple Rubén Durán, exjugador de la UD Logroñés.

Sin embargo, éste es el partido que debe hacer buenas las estadísticas. Romperlas, dejarlas en simples números. Los jugadores recurren a la grada, que nunca le ha dado la espalda, pero que comienza a estar menos poblada. Ahora bien, el trabajo queda para once figuras. De Las Gaunas saldrán como héroes o como derrotados. La ventaja que tienen es que ellos deciden. Ganar supone dar por finiquitada la temporada, aunque haya quien piense que 42 puntos no puede significar la salvación. Perder les empuja al abismo. El partido contra la Sociedad es imprevisible; y llegar a pensar en el Compostela como tabla de salvación resulta arriesgado. Aún se recuerda el roto que le hizo en San Lázaro. Así que hoy es el día. Si la empresa es complicada, la gesta será mucho más alabada.