Una plantilla hecha con prisas y que no ha respondido a la expectativa creada

La UD Logroñés sobrevive en la clasificación merced a su rendimiento lejos de Las Gaunas. De los veinte puntos que suma, doce los ha alcanzado a domicilio. De las cuatro victorias que acumula, tres han llegado en su condición de invitado. Solo ha sido capaz de ganar al Sabadell en Las Gaunas. Sus otras tres victorias se firmaron en Irún, Palma de Mallorca y Alcoy. Precisamente el domingo se mide de nuevo al Atlético Baleares.

Números que reflejan un equilibrio en la balanza goleadora. Diecinueve goles marcados y otros tantos encajados. En Las Gaunas ha recibido uno más que los anotados; lejos de su refugio, ha festejado uno más de los lamentados. Los goles señalan también su falta de contundencia o debilidad en las áreas. Suma siete partidos sin marcar en la primera vuelta, mientras que solo ha sido capaz de dejar su portería a cero en cinco ocasiones, la última el domingo en Castellón. Es la primera vez que Natxo González vive una experiencia así, porque la última portería a cero data de su compromiso ante el Calahorra, en la undécima jornada, también con Aguilá en el banquillo.

Más números. Siguieron tres jugadores de la pasada campaña y se fue Serantes. Llegaron muchos de vasto historial, pero de rendimiento presente escaso. Gonzalo Crettaz se ha convertido en el jugador más valioso para este equipo, que suma decepciones en todas sus líneas, en especial en la medular y una sorpresa: Boubacar Keita.