César Caneda | Central de la SDL cumple 45 años

«Sigo disfrutando mucho, pero estoy valorando dejarlo ya»

El futbolista más veterano de las tres primeras categorías del balompié nacional ha llegado a jugar contra su hijo en un amistoso y ahora lucha con su equipo por entrar en el 'play off' de ascenso. Un nuevo reto en su carrera antes de decidir o no si continúa jugando. «Estoy valorando dejarlo ya», reconoce el vitoriano, quien aun así asegura que sigue disfrutando del deporte que ha ocupado gran parte de su vida.

– Hoy cumple 45 años, ¿es de esos que viven los cumpleaños de una manera especial o de los que no les presta atención?

– No, no le doy importancia, sobre todo a raíz del fallecimiento de mi madre, que fue el mismo día de mi cumpleaños. A partir de aquella fecha, hace 16 años, ya dejé de darle importancia.

– ¿Cómo se encuentra física y mentalmente?

– Bien. Ha sido un año muy bonito. Creo que, en una categoría tan exigente como esta, la Sociedad está dando la talla y está compitiendo con grandes equipos. Está siendo un año muy bueno.

– ¿Qué queda de aquel Caneda que debutó en Segunda B con el Aurrerá hace ya casi 30 años?

– Creo que he vivido la evolución normal de cualquier persona que va cumpliendo años, que va acumulando experiencias que le hacen madurar y ver el mundo de otra manera.

– ¿Ha cambiado mucho este deporte desde sus inicios?

– La evolución ha sido abismal. Te digo más, incluso ves ahora mismo partidos de hace diez años y no tienen nada que ver con los actuales. Así que imagínate con respecto a cuando yo empecé. No tiene nada que ver. Es un ritmo completamente diferente y los jugadores tienen que estar perfectamente preparados para aguantar. Todo ha cambiado: la forma de jugar, el estilo, el modelo, las instrucciones desde el banquillo. Y, además, yo creo que esas variaciones han sido para bien. Es mucho más espectacular el fútbol de ahora que el que hacíamos cuando debuté.

– ¿Lleva las cuentas de los partidos que ha jugado?

– No. Para mí es algo anecdótico y me voy quedando con las cifras por las entrevistas que me van haciendo. De cualquier manera, no te sabría decir exactamente cuántos son.

– Más de 900 entre todas las categorías y competiciones, pero lo que más llama la atención es que en solo 39 ha empezado de suplente. Ha contado con la confianza de muchos entrenadores.

– Quitando el periodo que estuve en el Athletic en Primera División, he podido tener cierta continuidad. Eso es lo que me ha hecho mantener la ilusión año tras año. Eso es lo que más importante para mí: disfrutar.

– ¿Y sigue teniendo esa ilusión?

– Sinceramente estoy valorando dejarlo ya. Está siendo un año muy bonito donde estoy disfrutando muchísimo, pero estoy sufriendo un poquito más de lo normal con los tendones. Tendré que sentarme a final de la temporada con el club y valorar todo, pero es cierto que este año sí que me está costando un poquito más.

– Si se plantease seguir, ¿la SDL sería su primera opción?

– Si sigo jugando seguramente que sea en la Sociedad. No va a ser en ningún otro equipo.

– Y después de tantos años jugando al fútbol, ¿cómo se va a sentir cuando se retire?

– Quizás eche de menos la rutina de ir a entrenar por las mañanas y de que esa sea mi principal actividad durante el día. De cualquier manera, he ido preparando mi camino porque era consciente ya en esos últimos años de que algún día se iba a acabar. Por eso, he podido ir gestionando un centro deportivo en Vitoria que está yendo francamente bien. El día que lo deje podré embarcarme en esa nueva aventura y dedicarme a ella al 100%.

– Y, ¿no le gustaría seguir ligado al fútbol de alguna manera? Quizás como entrenador...

– Lo he valorado algunas veces y me veo más trabajando con chavales, desde la base. El hecho de haber jugado muchos años no significa que vaya a ser un buen entrenador, ni mucho menos. Me veo más evolucionando poco a poco que metiéndome en el ritmo frenético de un entrenador profesional. Además, siempre he dicho que ese puesto es muy ingrato, ya que siempre te valoran por los resultados. Que tu puesto de trabajo dependa de que el delantero marque o de que el defensa lo haga bien es muy ingrato y no me veo ahora en ese rol.

– Esta temporada no está jugando tanto como la pasada, pero aun así lleva casi 2.000 minutos en sus piernas. No está mal...

– El nivel que ha dado el equipo ha sido muy bueno y tanto Julen (Monreal) como Víctor (Ruiz) han demostrado los grandes jugadores que son. Ha sido una competencia muy buena. Ellos han estado a un gran nivel y estaba claro que iba a llegar algún momento donde iba a compartir vestuario con gente que tuviese el mismo nivel o mejor que el mío. Me ha tocado un papel algo más secundario, pero lo más importante es el equipo. Creo que la SDL ha hecho un año espectacular y seguramente con el paso del tiempo valoremos mucho más lo que hemos conseguido.

– Habla de jugadores más jóvenes que usted. ¿Sigue aprendiendo cosas de ellos?

– La competencia siempre te da un plus, pero cada jugador tiene características diferentes. Al final, ellos me llevan unos cuantos años y eso se nota en el aspecto físico. Ya no es tanto lo que puedas aprender de ellos sino el hecho de que te obligan a exigirte un poco más para estar al nivel.

– ¿Y ellos le piden consejos?

– De vez en cuando sí. Más que consejos hablamos de situaciones, de comportamientos, de cómo ubicarte, de cómo preparar los partidos... Compartimos experiencias y eso nos hace mejorar a todos. Yo intento trasladarles esas sensaciones para que las puedan aprovechar.

– Lleva muchos años en esto del fútbol, pero ya acumula siete temporadas en Logroño, ¿qué le ha dado esta ciudad?

– Confianza y la posibilidad de poder seguir disfrutando del fútbol cerca de mi padre y de mis hijos. Tengo una edad en la que priorizo muchas cosas antes que lo económico y está claro que la comodidad de poder venir a Logroño todos los días es un punto a favor, aparte de la confianza que me han dado tanto la UD Logroñés como la SD Logroñés. No me veo alejándome de mi familia por ganar un poco más.

– ¿Qué supone la SDL en su carrera?

– Fue el club que me llamó después del palo de la no continuidad en la UDL. Desde un principio me mostraron su confianza, me valoraron y me dieron la oportunidad de seguir jugando al fútbol. He vivido momentos muy bonitos como el ascenso a Primera RFEF y después nos hemos mantenido dignamente en esta categoría tan competitiva y tan difícil. Se ha demostrado este año que para hacer las cosas bien se tienen que dar muchos condicionantes y la SD Logroñés lo está haciendo muy bien. Me siento orgulloso de formar parte de la historia de este club.

– ¿Siguen viendo factible entrar en el 'play off'?

– Está claro que la derrota en Castellón y la victoria del Sanse hacen que se aleje un poco esa opción. Aun así vamos a pelear lo que queda para seguir aspirando a lo máximo, aunque somos conscientes de que tenemos que hacer prácticamente un pleno para entrar en el 'play off'. También tenemos el objetivo de la Copa del Rey, que para nosotros sería impresionante y vamos a intentar ir a por ello.

– ¿Qué consejo le daría a los jóvenes que están empezando en el fútbol y que no encuentran esa ilusión que usted ha mantenido durante tantos años?

– Sinceramente no me veo capacitado para dar consejos a los chavales de hoy en día. Creo que mi mentalidad, por mucho que lo intente y por mucho que me ponga en su lugar, es totalmente diferente a la de ellos. Tienen a su alrededor redes sociales, televisión y muchas cosas que desvirtúan mucho el proceso de ser jugador profesional de fútbol. Ellos ven el fin y ese fin es llevar el último peinado, el último coche, el último reloj, el último regate... Se premia mucho el triunfo y nada el esfuerzo. Los chavales de hoy están buscando más la recompensa fácil, por así decirlo, que el proceso que lleva a obtener el éxito. Lo que debería primar es la dedicación, el intentarlo una y otra vez, miles de veces si es necesario, para conseguir algo, pero no es así.

– Porque para jugar más de 900 partidos habrá tenido que hacer muchos sacrificios...

– Hay mucho sacrificio y sobre todo en los momentos en los que las cosas no van tan bien. Cuando no te ponen, cuando haces un mal partido... Es entonces cuando la fuerza de voluntad que se necesita para seguir esforzándote es mayor y eso es lo que creo que es difícil ver en estos tiempos en los chavales.