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Sergio Rodríguez, hasta ahora gerente deportivo, en el Mundial. FERNANDO DÍAZ
Fútbol | Primera Federación

Sergio Rodríguez regresa al banquillo de la UD Logroñés tras el despido de Natxo González

La entidad destituye al técnico vitoriano, incapaz de llevar al equipo a la victoria en los trece partidos que ha dirigido al equipo

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Lunes, 27 de febrero 2023

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Día muy largo el de este lunes 27 de febrero. Un 27, pero de noviembre, debutó Natxo González al frente de la Unión Deportiva Logroñés. Tres meses después cede el puesto a Sergio Rodríguez, que toma el relevo después de un largo tiempo alejado de los banquillos. Concretamente, desde el 30 de mayo del 2021.

El día de hoy hay que unirlo al domingo. Si Natxo González sabía que se jugaba el puesto en Sabadell o no queda para él, pero el ruido en torno a su continuidad había aumentado considerablemente aunque Sergio Rodríguez, como gerente deportivo, le hubiera transmitido su máximo apoyo días antes de que el Murcia visitase Las Gaunas. Eso sí, con una coletilla: semana a semana. Apoyó con límites. Dupi, semanas antes, también había optado por esa línea al afirmar que el crédito del entrenador no era ilimitado.

El partido de Sabadell colmó el vaso. El juego, la falta de ambición, la superioridad del cuadro local, el ridículo en las acciones a balón parado a favor, el gol… Sobre todo el gol, que ya ha pasado a la historia. Y la suspensión del encuentro, lo mejor que le pudo pasar a la UD Logroñés. Así, el viaje de regreso fue muy duro. Álex Daza, portero, estaba hundido por el gol, aunque no hay que olvidar que el futbolista del filial, cualquiera de ellos, debe estar ahí para ayudar, no para liderar y mucho menos para cargar con la mochila de nadie. Eso le corresponde a otros que no están rindiendo como se esperaba. Así, el equipo llegó a altas horas de la madrugada, con el tiempo justo para descansar muy poco pues había fijado entrenamiento el Mundial'82 a las 12.00 horas. Esta semana no hay programado día libre.

Y se entrenó. Día duro, incluso más mentalmente que por la climatología. En Sabadell había mucho en juego, como en Lezama, como ante el Alcoyano, La Nucía,... Sesión y para casa. A las 17.00 horas estaba citado Natxo González en las oficinas del club con los dirigentes deportivos. Entre ellos, Sergio Rodríguez y Dupi. Y no deportivos, pues también acudió Juanjo Guerreros, vicepresidente del club y hombre encargado de dar forma a los contratos que se acuerdan… y a las rescisiones. Tarde para tomar decisiones. Duras y desagradables, pero con la necesidad de poner las cartas sobre la mesa. La UD Logroñés está hundida. Desde el 8 de diciembre vive en descenso, no hay reacción ni tampoco se atisba un cambio inmediato. Trece partidos con Natxo González sin ganar, siete puntos, cinco goles a favor y trece en contra, más de 600 minutos sin marcar, un equipo sin rumbo y sin patrón de juego, aunque con su técnico fuerte. «No os preocupéis por mí», dijo el pasado viernes. Ni siquiera se sujeta ya el argumento. La reunión se para en torno a las 18.15 horas. Tiempo para pensar. Las posturas están alejadas y, además, hay un protagonista ausente, el protagonista: Félix Revuelta. La última decisión la tiene él. Siempre ha sido reacio a cambiar de entrenador, siempre ha pensado que esa alteración no garantiza el éxito, pero es el último salvavidas al que agarrase. Luz verde. Pagar y pensar que todo ha sido una pesadilla de la que se ha despertado a tiempo para que no se extienda en el tiempo. A las 20.25 se anunciaba la destitución de Natxo González y a las 20.47, el regreso de Sergio Rodríguez.

Revuelta siempre ha creído en Rodríguez, el hombre al que le confió un equipo por el que habían pasado dos técnicos, Carlos Pouso y Rafa Berges, en el año 2017 y que en los últimos ocho partidos, los que dirigió tras el cordobés firmó siete victorias y una derrota. Suficiente. Ahora, la situación es mucho más compleja, pues la UDL ocupa plaza de descenso con tan solo 22 puntos, a ocho de la permanencia que ocupa el Real Unión.

Y a nueve de la undécima plaza de la que disfruta el Intercity tras ganar al Castellón, pero con medio partido menos y un 1-0 adverso que neutralizar. Rodríguez está capacitado para ello, aunque su paso por el despacho ha mermado el crédito del que gozaba entre la afición. Su regreso fue acogido con júbilo y si es capaz de ganar el sábado al filial de Osasuna todo cambiará. Esa victoria que Natxo González ha sido incapaz de alcanzar sobre el campo y de la que tanto ha hablado. El suyo ha sido un mandato de palabras que ha terminado.

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