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La UD Logroñés no sabe ganar ni al Calahorra ni en Las Gaunas
Los calagurritanos suman un punto apelando al orden y al cierre de espacios ante un once blanquirrojo que busca su identidad
Las Gaunas sigue siendo una fortaleza imposible de conquistar para la UD Logroñés. Tiene en su mano el manojo de llaves que la abren, pero ... no encuentra cuál es la buena. Empate en Las Gaunas, el primero. Pero empatar significa no ganar, que es a lo que aspiraba el once blanquirrojo. Para el Calahorra este punto tiene mucho más valor porque acumula cuatro en siete días. Una buena cifra dada su trayectoria.
Con la misma facilidad que la UD Logroñés mutó a orillas del Mediterráneo, cambió en este regreso a Las Gaunas. Consciente de que no podía ofrecer el juego visto en Alcoy o en Alicante, Aguilá volvió a un once más parecido al anterior a aquellos viajes, aunque con muchas precauciones defensivas. Tres centrales, uno de ellos vestido de lateral, y dos mediocentros defensivos. Más reconocible fue el Calahorra, que desde el primer momento dejó claro que si ganaba el partido lo haría en una acción rápida y aislada o a balón parado.
UD LOGROÑÉS
Gonzalo, Cristian, Arregi, David Fernández, Iñaki, Markel, Sierra (Boniquet, 79), Zourdine (Campins 89), Doncel, Menudo (Vinicius, 69) y Schutte (Mendes, 89)
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CALAHORRA
Miguel (Limones, 65), Ángel, Zubiri, Rojas, Canella, Robles (Adrián, 90), Vidorreta, Santana (Sergio Gil, 65), Arias (Barace, 90), Baselga, Gabarre (Chinchilla, 55).
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Árbitro: Vicente Moral. Amonestó a los locales Schutte y Boniquet y a los visitantes Santana y Vidorreta
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Incidencias: Tarde soleada en Las Gaunas. Undécima jornada de Liga.
La idea visitante y la precaución local derivaron en un partido áspero, como suelen ser los encuentros entre ambos conjuntos, y de excesivo centrocampismo y poco alegría. Mucho toque acompañado de enorme imprecisión, incluso en el desplazamiento en corto. El Calahorra apostó por la estrategia. Contadas, aunque en la primera de ellas Robles remató con tanta libertad como inocencia. La UD Logroñés, por contra, tenía el balón, pero sin la claridad mental necesaria para romper a un equipo ordenado y aún entero físicamente. Cuando unió rapidez en la circulación y precisión, la UDL descompuso al Calahorra. Una caída de Schutte para recibir abrió la autopista a Doncel. Su centro al segundo palo acabó con el balón en la madera. Menudo solo vio portería. Sierra llegaba solo por el carril central, casi ya en el área pequeña. Un minuto después, otra vía de agua, por la banda derecha, permitió a Schutte alcanzar la línea de fondo y servir el balón para que Menudo lo empujase a la red. Miguel, pletórico de reflejos, lo impidió después de que Zubiri le comprometiera al desviar la trayectoria._Dos paréntesis de imaginación ofensiva sacaron a la luz los problemas rojillos cuando el partido se agita.
Defender durante muchos minutos siempre es peligroso, así que el Calahorra dio un tímido paso ofensivo tras el descanso, sin perder la compostura. Esa actitud permitió a Arias transitar con peligro, aunque quedó en nada. Aparecían los espacios, lo que afectaba a los esquemas. Iñaki emergía por banda. Primero para asistir a Doncel. Rojas impidió, junto a Miguel, que Sierra empujase el cuero en boca de gol. El madrileño mandaba el balón por encima del larguero un minuto después. Llegadas con intención, pero sin premio. Volvía a agitarse el enfrentamiento, pero la lesión de Miguel, que lo paró durante cinco minutos, lo enfrió, aunque por poco tiempo.
Aguilá dio paso a Vinicius para volver a jugar con dos puntas. Su presencia provocó dos acciones de Schutte dentro del área, pero el portugués quiso romper el cuero cuando lo que demandaba su acción era colocarlo lejos de Limones, que debutaba con los rojillos. Entraba el encuentro en su momento decisivo, en el jugador quiere ganar y arriesga algo más, salvo que dé por bueno el punto. El Calahorra buscó ese triunfo a balón parado, pero ni Robles ni Vidorreta acertaron ante Gonzalo. Sobre todo el segundo. Tampoco lo consiguió. Mejor aguantar, porque sus hombres caían al césped aquejados de problemas musculares. No perdió, que era su objetivo. La UD Logroñés, sin embargo, no alcanzó su meta. Y_la grada lo dejó claro al pedirl a dimisión de Aguilá. Las cuentas no salen en Las Gaunas.
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