Cinco jornadas para fijar el rumbo y redefinir metas

Las páginas del calendario se van acabando. Noviembre está cerca de llegar a su conclusión y cuando lo haga solo restará diciembre para poner fin a este 2022. Poco más de un mes en el que los tres equipos riojanos de Primera Federación afrontan cinco jornadas que servirán, en gran medida, para fijar su rumbo en la competición y, si procede, redefinir objetivos. De momento, eso sí, tanto la UD Logroñés como la SD Logroñés y el Calahorra tienen un reto claro: escalar el mayor número de posiciones antes de finalizar el año.

A los dos clubes de Logroño y al de La Rioja Baja les gustaría verse a estas alturas del curso más arriba en la tabla, pero ninguno de ellos se ha mostrado regular en cuanto a resultados. Entre la UDL, décima, y el Calahorra, antepenúltimo, solo hay tres puntos de diferencia, una muestra de la igualdad del grupo. La SDL está en medio de ambos, decimotercera, con 14 unidades en su casillero.

Todos afrontarán en este tramo final del año encuentros ante rivales de la zona alta y otros contra equipos situados en la parte más peligrosa de la clasificación. Así le ocurre, por ejemplo, a una Unión Deportiva Logroñés que buscará apoyarse en la llegada del nuevo entrenador, Natxo González, para reconducir su errático rumbo y asomarse a las posiciones que dan derecho a pelear por el ascenso. El técnico ya dejó claro en su presentación que hay tiempo suficiente para confiar en esa escalada.

Su primer rival será el conjunto que está justo por encima en la clasificación, el Amorebieta, y después los blanquirrojos se verán con dos duros oponentes. El Eldense, que marcha segundo con nueve puntos más que los riojanos, y la Real Sociedad B, tercera. Dos rivales que servirán para ver cómo se encuentran los logroñeses a esas alturas de un año que terminarán contra un Numancia que también ha apostado por un relevo en el banquillo para intentar mejorar, y frente a La Nucía, penúltimo clasificado con solo doce puntos en su haber.

A la SD Logroñés, mientras, le quedan dos partidos en casa y tres salidas, la primera de ellas la de mañana contra el Sabadell. En Las Gaunas, por su parte, se encontrarán primero con el hasta ahora líder, el Castellón, y con el Cornellá. Una semana de diferencia habrá entre ambos compromisos porque, aprovechando el puente de la Inmaculada, la competición de Primera Federación contará con jornada intersemanal. En ella, el 8 de diciembre, los de Raúl Llona medirán sus fuerzas en Mallorca con un Atlético Baleares que lucha con todas sus fuerzas por dejar atrás su mal comienzo de temporada.

El último partido del año para la entidad presidida por Eduardo Guerra será también fuera de casa, pero en un destino mucho más cercano. Visitará al Athletic de Bilbao B, actual colista de la tabla clasificatoria pero para nada descolgado de la lucha por la permanencia. De hecho, ve la salvación a solo dos puntos.

Los vizcaínos suman los mismos puntos en la tabla que el Calahorra. Los de Juan García están situados en posiciones de descenso, de las que buscarán salir con un resultado positivo mañana contra el Alcoyano. Después se encontrarán con un rival directo (al menos por el momento), La Nucía, y el 7 de diciembre se desplazarán hasta tierras vascas para tratar de superar al Amorebieta.

El final del año de los rojillos se presenta muy duro, puesto que los rojillos se citarán con los que ahora mismo son los dos candidatos más fuertes en la lucha por el ascenso, y los dos equipos que mandan en la tabla. Primero recibirán en La Planilla al Castellón y después viajarán para jugar contra el Eldense.

Después de sus respectivos partidos del fin de semana del 18 de diciembre, los tres representantes riojanos en la categoría descansarán dos semanas para volver a la competición el 8 de enero. Quedarán entonces dos jornadas para acabar la primera vuelta de la liga. El ecuador de la competición se aproxima y, cuanto mejor se llegue a él, mucho mejor. El tiempo pasa muy rápido.

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