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Dalian Atkinson. EL correo
El policía que mató a Dalian Atkinson, culpable de homicidio

El policía que mató a Dalian Atkinson, culpable de homicidio

El juez del caso dictará la sentencia tras un procedimiento de seis semanas y siete días de deliberaciones del jurado

Iñigo Gurruchaga

Londres

Miércoles, 23 de junio 2021, 13:51

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El jurado del caso Dalian Atkinson ha fallado por unanimidad que el policía Benjamin Monk es culpable del homicidio del exfutbolista de la Real Sociedad y sus 11 miembros han descartado, también por unanimidad, que tuviese intención de matarlo, considerándole por tanto no culpable de asesinato. Monk disparó a Atkinson con una pistola eléctrica durante 33 segundos y le pateó en la cabeza para controlar su trastorno mental.

Es la primera vez desde 1986 que un policía es condenado por homicidio en el ejercicio de sus funciones, en los tribunales de Inglaterra y Gales. En otros casos de muertes sospechosas, los jurados dieron el veredicto de «no culpable» o la división entre sus miembros llevó a la anulación del juicio. Diferentes informes de comisiones independientes han señalado a la existencia de una tendencia a la protección corporativa cuando la propia Policía es investigada o juzgada.

El veredicto es la conclusión de un largo proceso. La investigación de lo ocurrido en la noche del 14 de agosto de 2016 por la Oficina Independiente de Conducta de la Policía comenzó inmediatamente, pero hasta octubre de 2018 no entregó el dossier a la Fiscalía de la Corona, que debe analizar la viabilidad de un procedimiento judicial.

El 7 de noviembre de 2019, la Fiscalía presentó formalmente los cargos de asesinato, u homicidio, contra Monk y de lesiones contra su colega, Ellen Bettley-Smith. Las vistas del juicio fueron aplazadas como consecuencia de las dificultades que la pandemia ha creado en el funcionamiento del sistema judicial. Finalmente comenzaron hace seis semanas.

Los aplazamientos contribuyeron a que la fase final del caso Atkinson coincidiera en el tiempo con las protestas en Estados Unidos por el asesinato de George Floyd y la expansión en otros países del movimiento 'Black Lives Matter'(Las vidas negras importan). Pero, durante las vistas en el Tribunal Penal de Birmingham, no se ha mencionado en ningún momento al racismo como una motivación de lo ocurrido.

Deriva

La organización Inquest documenta los incidentes en los que se producen muertes «en relación con el Estado» y ayuda a las familias de las víctimas para presentar protestas o querellas judiciales. Según sus datos, ha habido 1.785 muertes desde 1990 en situaciones de contacto con la Policía en Inglaterra y Gales. Cálculos de diversos medios estiman que en Estados Unidos ese número de muertes en tres décadas se supera allí en dos años.

Dalian Atkinson nació en Shewsbury, la capital de la región de Shropshire donde reside su familia, en el oeste de Inglaterra. Disfrutó de una carrera notable como futbolista, destacando como adolescente en el Ipswich Town y después en el Sheffield Wednesday. La Real Sociedad lo fichó en 1990 y jugó con el club donostiarra una temporada. Su siguiente club, el Aston Villa de Birmingham, vio al mejor Atkinson.

Un gol que marcó en 1995 al Wimbledon es incluido a menudo en la lista de los mejores en la historia de la Premier. Despliega en él su extraordinaria fuerza atlética y destreza con el balón en el pie. Recorrió las ligas de Turquía, Francia, Arabia Saudí y Corea del Sur, antes de regresar de nuevo a Shropshire. Al hombre alegre y generoso con el dinero al que le gustaban los Ferrari le llegaba la hora de adaptarse a la vida corriente.

No le fue bien en los últimos años. Creó una agencia para el mercadeo de futbolistas que cerró pronto. Intentaba en las semanas anteriores a su fallecimiento ganar alguna comisión, mediando con entrenadores para el fichaje de jóvenes que había identificado como posibles profesionales del fútbol. Testimonios diversos publicados en los medios británicos le describen con una personalidad menos jovial y más ansiosa.

Su salud se deterioró y el 14 de agosto de 2016 parecía vivir una crisis múltiple, incluyendo su salud mental. Atkinson padecía alta presión sanguínea, miocardiopatía hipertrófica e insuficiencia renal aguda. Se había medicado en días anteriores para tratar una neumonía. En la casa de un amigo donde estaba viviendo, se arrancó los tubos para la diálisis. Se quejaba de que el servicio de la sanidad pública era insatisfactorio y había logrado que el sindicato de futbolistas le financiase una consulta con un médico de Estados Unidos.

«No era el mismo», habría dicho su padre, Ernest, sobre la conducta de su hijo tras la trágica noche. Aporreó la puerta de su casa y finalmente le abrió. Pretendía que su familia conspiraba para matarlo, le empujó para que cayera en un sofá. La escandalera asustó a los vecinos. Algunos llamaron al teléfono de urgencias y el Control Central de West Mercia Police, la fuerza regional, envió Monk y a Bettley-Smith, que estaban en la comisaria tras haber atendido un intento se suicidio en la autopista.

La familia de Atkinson- sus dos hermanos y su hermana han asistido virtualmente a las vista del juicio- agradeció al jurado su decisión y denunció que hayan transcurrido cinco años para que el caso llegase a los tribunales. «En la noche en la que murió, Dalian era vulnerable. Estaba mal y necesitaba atención médica. En lugar de eso, murió con la huella de la bota del policía Monk impresa en su frente», dijeron a través de sus abogados.

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