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El ruso Golovin, durante un entrenamiento. :: efe
Mostovoi, Arshavin y Golovin, dinastía de 'dieces'

Mostovoi, Arshavin y Golovin, dinastía de 'dieces'

El joven mediapunta siberiano, codiciado por equipos como el Barça y el Chelsea, es el guía del juego ruso

MIGUEL OLMEDA

Jueves, 5 de julio 2018, 23:50

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Curiosa estirpe la de los genios, difíciles de comprender en muchas ocasiones, su cabeza funciona diferente a la del resto. Para lo bueno y para lo malo. En el caso de los rusos esa compleja personalidad se complica a la enésima potencia: taciturnos, melancólicos, fúnebres... pero brillantes. Desde la caída de la Unión Soviética y su fútbol mecanizado, Rusia no ha vuelto a asomarse entre los candidatos a ganar ningún título. Sin embargo, al cobijo de los Urales se ha perpetrado una dinastía, no de zares sino de 'dieces', que ha puesto al Kremlin en el mapa futbolístico.

El final de la URSS desveló en Europa a Alexander Mostovoi, un futbolista mágico con un carácter indescifrable. Y para muestra un botón: cuando fichó por el Celta en 1996 ni siquiera sabía qué equipo era, sólo que quería perder de vista al presidente del Estrasburgo. Mostovoi pasó ocho años en Vigo y ahora se considera «un celtista más», aunque cuando llegó a Galicia sólo pensaba en hacer la maleta. Quién sabe cómo lograron convencerle para quedarse, pero valió la pena: 288 partidos y 72 goles después puede afirmarse que de sus botas nació el gran Celta actual.

Lo de Andrei Arshavin con el primer plano europeo fue un flechazo en toda regla. Desconocido para la gran mayoría, el '10' del Zenit de San Petersburgo desembarcó en la Eurocopa 2008 como un elefante en una cacharrería. Acababa de ganar la Copa de la UEFA y un runrún lo acompañaba. En cuartos contra Holanda reventó las expectativas. Bailó a los defensas de la 'Oranje', asistió en el segundo gol ruso y marcó el tercero y último en la prórroga. Luego Xavi e Iniesta le borraron la sonrisa en semifinales.

Mostovoi era del Spartak, Arshavin del Zenit, y Aleksandr Golovin es canterano del CSKA de Moscú, aunque su condición de estrella en el equipo del Ejército tiene fecha de caducidad. Ha estado cerca de la Juventus, se le ha relacionado con el Barcelona, y ahora parece que el Chelsea de Roman Abramovich (en su día accionista del CSKA) está mejor colocado para ficharle.

De físico liviano y frío semblante, Golovin forjó su talento para la conducción y el regate en las canchas de fútbol sala. Y es que en su Siberia natal hacía demasiado frío para jugar en la calle. Cherchesov le ha encontrado un sitio perfecto por detrás de Dzyuba, con libertad para moverse entre líneas y caer a banda, y desde ahí ha repartido dos asistencias en el Mundial. Además, puso la guinda al 5-0 contra Arabia Saudí con un golazo de falta.

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