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Lopetegui, Rubiales y Sergio Ramos bajan del avión Krasnodar. :: efe
Lopetegui se va  de mala manera

Lopetegui se va de mala manera

Obsesionado con no perder el tren del Madrid, el técnico de Asteasu deja en estado de shock a la selección anunciando su marcha a 72 horas del debut en el Mundial

JON AGIRIANO ENVIADO ESPECIAL

KRASNODAR.

Martes, 19 de junio 2018, 23:51

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En los días previos a un Mundial, hay un objetivo que comparten todas las selecciones: la tranquilidad. Que nada perturbe al seleccionador y a los jugadores en las vísperas del gran momento. Esto se ha convertido en una obsesión, de ahí entre otras cosas que los periodistas tengamos ahora un acceso tan restringido y milimetrado a los futbolistas. Hace mucho que quedaron atrás los viejos tiempos despreocupados en los que uno podía encontrarse con los jugadores en la recepción del hotel o a la hora del desayuno. Ahora saltarían hasta las alarmas de incendio. Los cuarteles generales de la selecciones se han convertido en una mezcla de búnker y monasterio de clausura. Y todo por la sagrada tranquilidad.

Pues bien, todo esto saltó por los aires ayer tarde en Krasnodar. Había sido un día plácido, un entrenamiento sin incidencias en el que comenzó a participar Dani Carvajal. Todos pensábamos en el partido contra Portugal y especulábamos sobre el equipo. ¿Todos? No. Había una excepción. Julen Lopetegui pensaba en que iba a ser el entrenador del Real Madrid, que muy pronto iba a poder cumplir su sueño profesional. Y hay que suponer, porque entra dentro de la lógica más elemental, que este fichaje imprevisto había ocupado su mente en los últimos días. ¿Cuánto? Eso sólo lo sabrán él, Florentino Pérez y el representante del técnico de Asteasu, Jorge Mendes, el factótum de esta operación que cayó como una bomba nuclear en la concentración de la selección española.

El daño ya está hecho y será a partir del viernes cuando podamos empezar a evaluar su cuantía. Pero el estado de shock en La Roja es evidente. Hay que imaginar el impacto que habrá tenido la noticia en Luis Rubiales, el nuevo presidente de la RFEF, que hace unos pocos días se fotografiaba muy sonriente con Lopetegui tras anunciar su renovación hasta 2020. Quién le iba a decir que, a 72 horas del debut mundialista, su gabinete de prensa iba a tener que enviar un mensaje apresurado anunciando la «desvinculación del seleccionador nacional una vez que finalice la participación de España en el campeonato del mundo de Rusia», informando de que la Federación recibirá «el pago de su cláusula de rescisión» (2 millones) y pidiendo «el máximo respeto para mantener la normalidad en la concentración».

LAS CLAVESEl agente Jorge Mendes ha sido el factotum de esta operación que cayó como una bomba nuclear en La Roja El momento Es el peor posible. Bien mirado, toda su carrera como técnico ha sido un poco extraña y paradójica

Lo cierto es que, tras dos años de buenos resultados, el guipuzcoano se va de mala manera, en el peor momento posible. Bien mirado, toda su carrera como técnico ha sido un poco extraña y paradójica. Lo es llegar al Real Madrid, es decir, a lo más alto, habiendo dirigido sólo dos temporadas en Primera, al Oporto, en Portugal. Hay que suponer que los internacionales madridistas, que le conocen bien, habrán tenido algo que ver en su elección. Y hay que suponer también que Lopetegui, ambicioso como es, habrá pensando que, por inoportuno e incluso irresponsable que pueda ser y parecer, no hay que mirar la hora en la que se coge un tren que quizá sólo pase una vez en la vida.

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