«Como hermanos» fuera del campo, complementarios en el terreno de juego
De la UD Logroñés al Deportivo de La Coruña. Ese fue el camino realizado en 2019 por Mario Nájera y Martín Ochoa. Así pusieron ... fin a su etapa en el club blanquirrojo, donde a ambos les fue bien. Nájera, por ejemplo, ganó la liga con el Juvenil Nacional, debutó con 15 años con gol en División de Honor y ascendió con el Territorial y el Cadete de la entidad. Ochoa, mientras, se elevó hasta los 51 goles con el Primera Cadete. Buenos números que les permitieron fichar por el Deportivo.
Ambos hicieron el cambio juntos y allí residen en la misma residencia. «Se han ayudado mucho», señala el padre de Martín Ochoa. «Tenemos mucha confianza, nuestras familias se llevan muy bien y nosotros somos ya como hermanos», añade Mario Nájera. Los dos tienen una relación muy buena fuera de los terrenos de juego y, además, son complementarios sobre el césped. Uno, Ochoa, es delantero centro, y el otro Nájera, segundo punta. «Nos entendemos muy bien, somos jugadores distintos y cada uno aporta sus virtudes; somos complementarios», dice Nájera. «Yo llego desde atrás, él está arriba y al que le llega el balón lo intenta meter a la red; estamos en racha y esperamos que dure mucho», apuntilla.
De momento, los dos futbolistas riojanos están centrados en su labor en el Fabril, con el que marchan líderes de su grupo y aspiran a ascender a Segunda Federación. En el horizonte, eso sí, hay un objetivo común para ambos: debutar con el primer equipo del Deportivo de La Coruña. «Ya lo pudo hacer en la Youth League y fue una gozada para él, pero su sueño es jugar en Riazor», asegura el progenitor de Martín Ochoa. «Ojalá llegue el día en el que pueda debutar con la primera plantilla, pero mientras tanto lo que hay que hacer es entrenar duro todos los días para que, si llega la oportunidad, se acuerden de ti», remata Mario Nájera.
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