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Jonathan Calleri (i) y Martín Mantovani. EFE
Jornada 28

El Alavés se acerca a Europa a costa del Huesca

El equipo vitoriano sigue con paso firme tras golear al colista en El Alcoraz

efe

Huesca

Sábado, 16 de marzo 2019, 07:28

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Huesca y Alavés se enfrentan mañana entre la necesidad de ganar del primero, para tener opciones de dejar el último puesto, y la tranquilidad del segundo, que lleva cinco jornadas sin perder, solo alterada por grave lesión de Burgui que le obliga a ser baja lo que queda de temporada.

Colista, a cuatro puntos de la salvación que marca el Villarreal, y solo uno por debajo del penúltimo, el Rayo Vallecano, el Huesca persigue una victoria imprescindible a la espera de un fallo de los madrileñosprecisamente en casa del club de Castellón.

El equipo altoaragonés está en un buen momento de juego y resultados, aunque vio truncada la racha positiva ante el Getafe la pasada jornada, donde perdió con un polémico arbitraje por el que ha presentado una queja oficial, no solo por lo ocurrido en terreno madrileño sino también por encuentros precedentes.

Francisco Rodríguez, técnico local, cumplirá mañana el primero de los dos partidos de sanción por su expulsión en Getafe, y el equipo tiene las bajas del lateral izquierdo Javi Galán y el centrocampista Damián Musto por acumulación de amonestaciones. Tampoco estará el capitán Gonzalo Melero, operado en febrero de osteopatía de pubis.

Los oscenses recuperan a Jorge Pulido y a Christian Rivera y cuentan con su última incorporación hecha esta misma semana, el central argentino Martín Mantovani, procedente de la U.D. Las Palmas, para cubrir la larga baja de Pablo Insua que podría debutar.

Francisco tendrá que retocar el once en defensa y en el centro del campo por las lesiones y la sanción de Galán. Los laterales derechos Carlos Akapo y Jorge Miramón tienen problemas musculares aunque se espera que el segundo pueda jugar.

Si no fuera así su puesto podría ser para David Ferreiro, que ya lo ha hecho a veces en dicha demarcación, y en el izquierdo podría hacerlo Adrián Diéguez, aunque Jorge Pulido es otra opción.

Chrstian Rivera volverá al centro del campo tras entrenar con normalidad esta semana después de operarse hace quince días de un codo. Moi Gómez y a Juanpi le acompañarán.

El Alavés saltará al Alcoraz con tranquilidad después de una racha de cinco partidos sin perder, con dos victorias y tres empates, y con el objetivo de mantener la imbatibilidad en este tramo de la temporada.

La intuición de tener la permanencia en el bolsillo, dado que la clasificación europea no era el objetivo, permite al equipo salir a disfrutar de cada partido pero sin renunciar a nada y dispuesto a luchar para estar lo más arriba posible al final del curso.

El técnico Abelardo Fernández no podrá contar con Jorge Franco Burgui, que se perderá la recta final de la campaña por una grave lesión de rodilla durante un entrenamiento, que le mantendrá seis meses fuera de los terrenos de juego.

El «Pitu» también tendrá la baja de Rubén Duarte por la brecha que sufrió ante el Eibar que le costó cinco puntos de sutura.

El resto estará disponible para buscar tres puntos en un campo complicado y ante un rival al que respetan mucho, ahora en situación delicada.

Fernando Pacheco volverá a estar bajo los palos de la meta albiazul y cumplirá 100 partidos en la máxima categoría.

La zaga tendrá cambios con la inclusión de Ximo Navarro en el lateral izquierdo, que ocupará la retaguardia junto a Víctor Laguardia, el chileno Guillermo Maripán y Martín Aguirregabiria, que regresa al once tras su lesión.

El resto del once no diferirá mucho del de las últimas jornadas con Tomás Pina y el serbio Darko Brasanac de nuevo en el centro junto a Jony Rodríguez y Takashi Inui por bandas. Borja Bastón y el argentino Jonathan Calleri estarán en punta.

El Alavés, con su victoria en los minutos finales en el estadio de El Alcoraz de Huesca, aumentó su buena racha para volver a optar a los puestos de Liga de Campeones, a la vez que le complica la vida todavía más a un conjunto azulgrana al que resta opciones de salvación de manera considerable.

El equipo de Abelardo Fernández, con el triunfo en terreno altoaragonés, enlaza seis jornadas sin conocer la derrota y continúa con opciones de alcanzar los puestos de Liga de Campeones que marca el equipo que le precede en la clasificación, el Getafe, y del que solo le separa un punto aunque los madrileños juegan este domingo su partido de la presente jornada.

Huesca

Santamaría; Miramón (Rivera, min.28), Mantovani, Pulido, Diéguez, Ferreiro; Gallar («Cucho» Hernández, min.61), Moi Gómez (Juanpi, min.82), Yangel Herrera; «Chimy» Avila, Enric Gallego.

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3

Alavés

Deportivo Alavés: Pacheco; Ximo Navarro, Laguardia, Maripán, Martín; Pina, Darko (Manu, min.78); Inu, Borja Bastón (Guidetti, min.72), Jony (Wakaso, min. 84); Calleri.

  • Goles. 0-1. min.11. Calleri (penalti); 1-1. min.13. «Chimy» Ávila (penalti); 1-2. min.80. Guidetti; 1-3. min.86. Calleri.

  • Árbitro. Undiano Mallenco (Comité Navarro). Amonestó con tarjeta amarilla al local Ferreiro y a los visitantes Pina, Laguardia y Maripán.

  • incidencias. Partido correspondiente a la jornada 28 de Liga disputado en el estadio de El Alcoraz de Huesca ante 6.700 expectadores.

Los vitorianos, como ha ocurrido con gran parte de sus predecesores en su visita al estadio oscense, evidenciaron que su rival tiene graves problemas para sacar sus partidos adelante ante su afición (solo lo ha hecho en tres ocasiones) y que, en general, aunque ha mejorado su rendimiento con respecto a la primera vuelta gracias a las incorporaciones invernales, necesita continuidad más que chispazos sueltos.

La ventaja que cedió en la primera vuelta Huesca, 11 puntos, fue demasiado grande y aunque ha restado bastantes puntos necesita más que el resto de rivales para poder sacar la cabeza, algo que solo consigue encadenando triunfos.

El Alcoraz ha sido un terreno abierto para sus rivales durante toda la temporada y aunque el Huesca ha mejorado mucho en la segunda vuelta solo ha ganado dos de los cuatro partidos que ha disputado en casa.

El Alavés también aprovechó esta fragilidad azulgrana, y con dos goles en el tramo final se llevó una victoria trabajada en un partido con una primera parte en la que ambos equipos abominaron del fútbol y en la que salvo los dos penaltis no hubo nada más.

Sólo pelea fuerza, entrega y rigor táctico que anularon cualquier posibilidad de dar tres pases seguidos; y una segunda en la que al Huesca no le quedó más remedio que irse hacia arriba porque el empate no le valía y en la que tuvo dos opciones que marró mientras su rival aprovechó las suyas.

El partido fue un tratado sobre el aburrimiento, el conservadurismo y el resultadismo que cayó del lado foráneo igual que lo podía haber hecho del local y en el que decidió el acierto en el remate.

El inicio de partido no pudo ser más inusual con dos penaltis en trece minutos sin que hubiera sucedido nada especial sobre el césped.

En el minuto 11 se lanzó el primero, a favor de los visitantes, por una mano de Martín Mantovani que avisó el VAR y que chequeó el colegiado. Jonathan Calleri lo ejecutó y adelantó a los vitorianos.

Cuando los asistentes al encuentro no se habían repuesto del susto y todavía estaban asimilando el tanto llegó el empate de la misma manera, apenas dos minutos después.

Un remate de cabeza de David Ferreiro fue cortado por la mano de Ximo Navarro y esta vez Undiano Mallenco no tuvo ninguna duda. El lanzamiento desde los 11 metros lo ejecutó Jonathan Calleri para dejar las cosas como al inicio.

Hasta el 0-1 dominio había sido del Alavés pero con el empate del Huesca, se igualaron las cosas aunque con el juego atascado y trabado y con muchas faltas que se prolongaron prácticamente hasta el final de los 45 minutos.

En pocas ocasiones ambos equipos eran capaces de dar varios pases seguidos, por lo que las opciones de llegar al área contraria se redujeron a faltas colgadas a las áreas y en las que los centrales de ambos equipos se incorporaban, aunque sin éxito.

Las cosas no cambiaron apenas al regreso de vestuarios. Nadie quería encajar y sobraban las filigranas.

Aún así, fue el Huesca el que, acuciado por su situación en la tabla, empujó a su rival hacia atrás más por ganas y fe que por otra cosa.

El amor propio azulgrana consiguió poner, en el minuto 57, un buen centro raso de «Chimy» Ávila al corazón del área pero Alex Gallar echó el cuerpo demasiado atrás y envió el balón al cielo de la capital oscense en inmejorable posición.

Cinco minutos después el recién ingresado «Cucho» Hernández pudo haber desequilibrado la contienda tras un toque de cabeza de Enric Gallego, pero el colombiano mando el balón a la madera de la portería de Fernando Pacheco.

Y de la opción de ponerse por delante se pasó a ir por detrás cuando el partido se acercaba a su final. En el minuto 80 el sueco John Guidetti batió la meta local a la salida de un córner prolongado previamente y en el 86, con el Huesca volcado a la desesperada, Mubarak Wakaso le puso un balón de oro a Calleri en una contra para que el argentino sentenciara la contienda con su segundo tanto.

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