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Charles Dias celebra su gol al Rayo. EFE
Jornada 30

El Rayo se hunde ante un Eibar que mira de reojo a Europa

El equipo guipuzcoano casi se asegura ya la permanencia y empuja al madrileño a Segunda

EFE

Éibar

Miércoles, 3 de abril 2019

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El Eibar afronta una jornada que parece propicia para sellar la permanencia, al recibir a un Rayo Vallecano que juega una verdadera final sin margen de error y que, en caso de derrota, vería muy complicada su continuidad en la máxima categoría la temporada que viene.

Si bien es cierto que los 36 puntos en la tabla que suma el Eibar son una cifra importante de cara a lograr el objetivo de la permanencia, la última derrota en casa frente al Valladolid y el empate ante el Levante dejan a los de José Luis Mendilibar con deberes por hacer.

El entrenador del Eibar llega con lo justo, ya que a los lesionados hay que sumar la baja de Cucurella, que vio la quinta cartulina amarilla en el Ciutat de Valencia.

Obligados o por descanso, Mendilibar rotará y Cote volverá al lateral izquierdo, con Ramis, Oliveira y Peña formando la defensa.

Diop llega entre algodones, por lo que Escalante y Jordán parecen ser los llamados a ocupar la medular, mientras que De Blasis podría volver a la banda izquierda con Orellana en la derecha. Cardona podría ser la gran novedad en la punta de ataque junto a Charles.

Es una incógnita saber si Ipurua presentará un buen ambiente. La probabilidad de chubascos y la hora del partido, en un día de labor, no invitan demasiado a realizar el peregrinaje hasta el campo, aunque los aficionados saben de la importancia del partido y no dejarán solo a su equipo.

Por su parte, el Rayo afronta el partido consciente de que es una auténtica final por la permanencia y más después de haber dejado escapar dos puntos frente al Betis, en un partido que dominó, tuvo las mejores ocasiones, se adelantó, pero que acabó empatado.

Aún así, ese partido sirvió para frenar una mala racha de siete derrotas seguidas y sobre el césped se vio un equipo totalmente renovado por su actitud, sus ganas y su manera de jugar.

Paco Jémez parece haber resucitado a nivel psicológico a un equipo que vivía en estado depresivo, que sobre el césped daba síntomas de fragilidad y vulnerabilidad y que mentalmente estaba atascado y cada jornada más bloqueado, y la imagen dada en Vallecas debe tener continuidad en Ipurua.

Para este partido, Paco Jémez seguirá apostando por una línea defensiva de cuatro y en el centro del campo es dónde podría haber novedades dada la acumulación de partidos esta semana. De esta forma, Adrián Embarba o Gael Kakuta podrían tener sus opciones por los extremos, con Raúl de Tomás como referencia atacante.

Un buen Rayo Vallecano se vio remontado por el Eibar en Ipurua en una segunda parte en la que los armeros voltearon el marcador y certificaron casi de forma matemática la permanencia ante un equipo madrileño que mereció algo más en el feudo armero.

El Eibar arrancó el partido como es habitual, jugando en campo contrario y logrando colocar dos centros en el área vallecana antes de cumplirse el primer minuto de juego, y un disparo de Peña antes del minuto dos, para enfado de Jémez.

Cardona tuvo una clara ocasión poco después, pero su disparo cruzado se encontró con una buena parada de Dimitrievski, sin que los vallecanos hubiesen pasado prácticamente del centro del campo hasta el momento.

Eibar

Dmitrovic; Peña, Oliveria, Ramis, Cote; Orellana, Sergio Álvarez (Jordán, min. 46), Diop (Escalante, min. 68), Cardona; Charles y Kike García (Pedro León, min. 46) .

2

-

1

Rayo Vallecano

Dimitrievski, Tito (Javi Guerra, min. 74), A. Ba, Amat, Alex Moreno; Bebé, Medran (Embarba, min. 84), Mario Suárez, Pozo, Álvaro (Kakuta, min. 81); Raúl De Tomás.

  • goles 0-1, min. 39, Pozo. 1-1, min. 63, Charles. 2-1, min. 74, Pedro León.

  • árbitro Undiano Mallenco colegio navarro. Amonestó, por el Eibar, a Diop y Peña, y, por el Rayo, a Amat.

  • incidencias 3.940 espectadores en una noche en la que llegó a nevar por momentos en Ipurua.

El Rayo sabía que debía despertar antes de que los armeros lograsen adelantarse en el marcador, y lo empezaron a intentar adelantando las líneas y tratando de complicar la salida del balón de los de Mendilibar, a la vez que trataban de aprovechar la defensa adelantada, todo un clásico en el esquema azulgrana.

Poco a poco, el Rayo se fue sacudiendo el impresionante dominio inicial armero, y empezó a jugar como le gusta a Paco Jémez, buscando sobre todo a Bebé por la banda derecha, aunque sin riesgo para la portería de Dmitrovic.

El choque entró en una fase de más igualdad, con ambos equipos nivelando las fuerza, lo que a buen seguro gustó más a los entrenadores, pero deslució un poco el espectáculo sobre Ipurua.

Raúl de Tomás tuvo dos ocasiones consecutivas poco antes de la media hora, pero en ambos casos no encontró la portería por muy poco, y el choque se volvía de ida y vuelta, mientras comenzaba a llover con intensidad en Ipurua, para más épica del partido.

El agua se convirtió en aguanieve en el tramo final de la primera parte, y parecía que los vallecanos se amoldaba mejor a la situación climatológica, aunque Ba a punto estuvo de regalar un gol al Eibar.

Sin embargo, en la siguiente jugada, el Rayo no perdonó y anotó el primero del partido con un precioso disparo de Pozo desde fuera del área, para alegría de Jémez.

Se pasó del posible 1-0 al 0-1 en un Ipurua helado en lo físico y lo anímico, que se marchó a comer el bocadillo con menos ganas de las que le hubiera gustado.

Mendilibar no quiso esperar ni un minuto más, en vista de que mucho de los visto en la primera parte no le había gustado nada.

Por eso, Jordán y Pedro León arrancaron la segunda parte sobre el césped de Ipurua, para tratar de buscar la remontada.

Pese a que el Eibar quería embotellar a los vallecanos, los de Jémez optaron por defenderse lejos de su área, lo que hacía que se acumulase gente en el centro del campo, y que el tiempo pasase sin demasiadas novedades, lo que favorecía a los visitantes.

Charles tuvo el empate en sus botas tras una buena jugada de Orellana por la izquierda, pero Dimitrievski volvió a estar providencial una vez más.

El Eibar quería pero no podía, si bien es cierto que poco a poco iban logrando meter atrás a un Rayo que no quería perder el más que valioso botín que tenía hasta ese momento en el bolsillo.

Pero ya se sabe que los partidos en Ipurua se hacen largos para los rivales, y Charles cabeceó a la red un pase de Cardona para poner la igualada en el marcador y devolver la esperanza de lograr la victoria y casi otorgar la permanencia a los suyos.

Mendilibar tuvo que hacer su último cambio de forma obligada, dando entrada a Escalante por un lesionado Diop, aunque a buen seguro que no era la idea principal del míster de Zaldibar.

Aun así, Pedro León anotó el segundo para los armeros a falta de poco más de 15 minutos, un tanto que parecía poder hundir del todo a un Rayo que para nada estaba realizando un mal partido, pero cuya situación y necesidad le pesaban demasiado en las piernas.

El Rayo necesitaba echar el resto para rescatar al menos un punto que le mantuviese con vida en la pelea por la permanencia, pero el Eibar no estaba por la labor de dejarse sorprender otra vez.

Jémez puso a todo su arsenal ofensivo en el tapete, y Embarba tuvo una falta cerca del área en el descuento, aunque su disparo golpeó en la barrera armera.

Incluso Dimitrievski subió a rematar un córner arriesgando mucho, pero los vallecanos no lograron la machada y los tres puntos se quedaron en casa.

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