El Real Madrid salta del ridículo al éxtasis

Se cumplía el último minuto de descuento y la prórroga ya era un mal menor para un Madrid errático cuando el inglés Michael Oliver señaló un penalti muy polémico por un derribo discutible de Benatia a Lucas y después expulsó a Buffon por protestar en el que pudo ser su último partido en la Champions. A Cristiano no le tembló el pulso.

Final insólito para una eliminatoria que parecía resuelta en Turín, pero el fútbol jamás de de sorprender. Cristiano sigue sin fallar en esta Champions, ya suma 15 goles. Pasó el Madrid, lo celebró el Bernabéu, pero Zidane y su equipo se lo deben hacer mirar.

La gesta de la Roma ante el poderoso Barça era el mejor mensaje posible para que el Madrid no se relajara. Por si acaso, Zidane advirtió a sus jugadores de que la eliminatoria estaba al 50%. Una exageración, sobre todo si se tiene en cuenta que en la historia sólo el Dinamo de Bucarest fue capaz de eliminar al Slovan Liberec checo después de perder 0-3 en la ida. Y fue por penaltis.

Pese a los avisos, el campeón salió al campo con una relajación inexplicable. Y la Juventus nada de venir a Madrid a jugar un trámite. Con todo aparentemente perdido, el campeonísimo italiano, cercano a su séptimo 'scudetto' consecutivo, salió con una presión altísima y las ideas muy claras. Cargar el juego a la espalda de Marcelo, buscar la velocidad y el desequilibrio de Douglas Costa y centrar para que Mandzukic se impusiera a Carvajal.

Del mismo modo que Cristiano marcó enseguida en Turín, la Juve se puso por delante en el Bernabéu. Fue fruto de un gran centro de Khedira y un cabezazo franco del ariete croata. El gol más rápido encajado por el Madrid en su feudo en la historia de la Copa de Europa. Ese gol revivió a la 'vecchia signora' y puso de los nervios a una zaga blanca que echó de menos a Ramos. Tanto Varane como el joven Vallejo, debutante en estas lides, se mostraban muy vulnerables.

En apenas un cuarto de hora, la Juve marcó un gol y generó cinco buenas ocasiones, varias de ellas abortadas por Keylor Navas. Nervios en el campo y en la grada. Mejoró ligeramente el Madrid de forma paulatina, tocó algo más el balón y pudo empatar en una acción anulada por un fuera de juego muy dudoso de Isco. Bale, titular en lugar de Benzema, también la tuvo.

El problema del Madrid es que se partía porque los de arriba no ayudaban y Modric y Kroos estaban muy bien tapados por Matuidi y Khedira. Cada vez que salía la Juve, se sentía el peligro.

Llegó el segundo de los italianos en otra jugada parecida a la del primero. Esta vez fue Lichtsteiner el que centro para que Mandzukic rematase. Fallaron la zaga y Keylor, que se la comió por su palo. Zozobra en el Bernabéu.

Con o sin acierto, Zidane no hizo como Valverde y buscó una reacción con dos cambios en el descanso. Fuera Bale y Casemiro y dentro Lucas y Asensio, pero ambos entraron también agarrotados. Trató el Madrid de tener más balón y darle pausa al juego. Pudo marcar pronto pero Buffon le detuvo un disparo a Cristiano.

Ocurrió, empero, que Keylor cometió un error impropio de este nivel al no embolsar un centro contra su pecho y Matuidi igualó la eliminatoria con media hora aún por delante y el Madrid sin mediocentro de equilibrio en el campo.

Incredulidad, pitos, aplausos, extraña mezcla en el Bernabéu. Los blancos estaban fuera de sitio, presos de los nervios, y a la Juve le entraron entonces las dudas, un pecado terrible con el Madrid enfrente. Habían logrado ya un imposible, pero no supieron si irse en busca del Madrid para rematarlo. La tuvo Isco en una contra, pero de nuevo Buffon estuvo inmenso. Luego Varane remató y en ello llegó el penalti. !Más madera!