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Fernando Llorente se adelanta a Casemiro en un momento del partido de ayer en el Santiago Bernabéu. :: afp
Los porteros brillan en un duelo igualado

Los porteros brillan en un duelo igualado

El Real Madrid se atascó ante la propuesta de Pochettino y el liderato del grupo se decidirá en Wembley

IGNACIO TYLKO

Miércoles, 18 de octubre 2017, 00:38

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madrid. Cristiano le ganó a Harry Kane el duelo de goleadores y le igualó con cinco dianas en la pugna por el pichichi de la Champions, pero el Real Madrid no pudo con un notable Tottenham en un atractivo duelo de jerarquía en el que los porteros estuvieron sobresalientes. Merecieron ganar los blancos a los puntos, pero Benzema sufrió una de sus noches espesas y Lloris lo paró todo menos un penalti. Llegaron menos los Spurs, que se adelantaron tras un autogol de Varane, pero si no es por Keylor también pudieron llevarse los tres puntos. Tras el 1-1, ambos se confirman como favoritos para pasar a octavos, pero todo apunta a que el liderato del grupo se decidirá en Wembley.

Mauricio Pochettino sorprendió a Zidane, muy tardón a la hora de los cambios, con un planteamiento aparentemente conservador, más pendiente de frenar al poderoso Real Madrid que de asumir el mando. Sin embargo, la presencia de Fernando Llorente junto al notable Harry Kane evidenciaba que los Spurs tampoco iban a ser uno de esos equipos que desfilan entregados de antemano por el imponente Bernabéu. Visitar al campeón continental suponía un reto mayúsculo para un equipo trabajado de maravilla por su técnico desde hace cuatro años y sólo superado en la Premier por los dos clubes de Mánchester. Y los londinenses lo superaron con buena nota, aunque siguen sin poder vencer a los madrileños y a Cristiano.

El estratega argentino es muy dado a cambiar de sistema, pero nadie se esperaba a Dier como defensa libre en una zaga con tres centrales. Eso le debía dar a su equipo algo más de criterio en la salida de balón, pero a cambio perdía centro del campo, ya mermado por la fundamental baja de Delle Alli. En el carril zurdo, el belga Vertonghen ocupó la zona de Danny Rose, aún tocado. Aurier y el paisano de Alderweireld debían tapar las bandas, sobre todo el costamarfileño a Marcelo, y el danés Eriksen ponía la calidad en una zona de creación con más músculo que técnica. Un planteamiento que se le atragantó a un Madrid que este curso sufre en casa, aunque con Zidane ha hecho de Chamartín una fortaleza en Europa.

Varane marcó en propia meta, pero Cristiano empató e igualó con Kane a cinco goles en Champions

Los Spurs no se arrugan

Salió el Madrid muy fuerte, dispuesto a marcar territorio desde el principio, y avisó pronto. Marcelo profundizó, Achraf le acompañó por el otro costado y el cabezazo de Cristiano se estrelló en el poste. Benzema, poco atento, no acertó tras el rechazo. Parecía entonces que ganaría con relativa comodidad, pero el Tottenham nunca se arrugó. Avisó tras un saque de esquina que cabeceó picado Kane y al que respondió con una gran mano Keylor, espléndidopara desviar un tiro de Aurier, un lateral de gran recorrido. Fue una intervención clave del tico porque los londinenses ya vencían, fruto de una acción desgraciada de Varane y en la que Kane estaba en fuera de juego. Luego, en cambio, el colegiado no apreció un posible penalti de Casemiro a Llorente.

Tras unos minutos de cierto descontrol local, el Real Madrid volvió a la carga, ya en el tramo final del primer tiempo. Isco, que no disfrutó precisamente de su mejor noche aunque siempre deja detalles brillantísimos, se topó con Lloris y Benzema no acertó a cabecear un gran centro de Modric. El empate se veía venir y llegó tras un penalti sobre Kroos que transformó Cristiano para anotar su quinto gol en Champions.

Aceleraron los merengues tras el descanso, sabedores de que los partidos se les suelen hacer muy largos a sus rivales. Se sucedieron las ocasiones locales. El portero internacional galo prosiguió su soberbia actuación y evitó un gol cantado al desviar con el pie un cabezazo a bocajarro de Karim. Luego, rechazó un disparo de CR7, capaz de llegar muerto a la frontal y de lanzar un buen latigazo. Como el ansiado gol no llegaba, el Madrid se precipitaba, llegaba tarde a la presión y se desorganizaba. Los Spurs, que buscaban balones largos para que Llorente los bajase, asomaron de nuevo y no marcaron porque Keylor lo evitó tras toque sutil de Harry el rápido. También avisó Eriksen, en el mejor momento de su carrera. Tardó Zidane un mundo en mover ficha, ya que sólo a falta de un cuarto de hora recurrió a Asensio en lugar del desacertado Karim. Y en el 85' sacó a escena a Lucas Vázquez en lugar del agotado Isco. Demasiado tarde.

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