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Los béticos celebran el decisivo gol de Sergio Canales. efe
Canales noquea al Sevilla en el derbi de la vergüenza
Octavos

Canales noquea al Sevilla en el derbi de la vergüenza

Los verdiblancos fueron mejores también sin público y sellaron el pase a cuartos ante un rival repleto de bajas que apeló sin éxito para no jugar este domingo

Ignacio Tylko

Madrid

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Domingo, 16 de enero 2022, 15:39

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Perdió de nuevo su maravillosa afición por culpa de un salvaje, pero fue mejor en el campo y el Betis se clasificó con todo merecimiento para cuartos de final de la Copa del Rey a costa de su eterno rival en el partido de la vergüenza y de los dos días. Un duelo que traerá cola y seguramente no se recordará por el gol de Sergio Canales que selló la remontada y el billete de los verdiblancos para viajar ya entre los ocho mejores en el torneo del KO.

Golpeó en el campo el conjunto local al nervionense y Manuel Pellegrini le ganó esta vez la larga y tensa partida de ajedrez a Julen Lopetegui, quiza distraído por asuntos extradeportivos y perjudicado por la plaga de bajas que asola a su equipo. Dos de ellas en la portería, defendida por el debutante Alfonso Pastor, con bastante responsabilidad en los dos goles encajados, el olímpico de Fekir y el de Canales.

Betis

Rui Silva, Álex Moreno, Pezzella, Édgar, Sabaly, Guido, Carvalho, Canales, Fekir, Juanmi (Tello, min. 79) y Borja Iglesias.

2

-

1

Sevilla

Alfonso, Montiel (Zarzana, min. 90), Diego Carlos, Koundé, Rekik, Acuña, Rakitic, Óliver Torres (Gudelj, min. 67), Ocampos, Papu Gómez y Rafa Mir (Tecatito Corona, min. 67.

  • Goles: 0-1: min. 35, Papu Gómez. 1-1: min. 39, Fekir. 2-1: min. 73, Canales.

  • Árbitro: De Burgos Bengoetxea (Comité Vasco): Amarilla a Fekir, Ocampos, Carvalho, Montiel, Álex Moreno, el técnico Julen Lopetegui y Koundé.

  • Incidencias: Partido de octavos de final de la Copa del Rey reanudado a puerta cerrada tras ser suspendido el sábado a los 39 minutos de juego por incidentes de público.

Intentó el Sevilla de todas las formas que el duelo se retrasara más o que no se jugase, pero los órganos de justicia de la federación que preside Luis Rubiales rechazaron todas sus alegaciones y fijaron la reanudación a puerta cerrada, en el Benito Villamarín y apenas 16 horas después de unos hechos deleznables que perjudican el buen nombre del fútbol español en el planeta y a la Copa del Rey. Y no es la primera vez que ocurre. Solo hay que recordar la imagen del técnico sevillista Juande Ramos en 2007, retirado inconsciente y en camilla del feudo heliopolitano tras festejar un gol también en un choque copero.

La cita se retomó sin ambiente en las gradas, con los ánimos todavía muy caldeados y con algunos cambios. Solo uno en el Betis, donde el debutante Sabaly reemplazó a Bellerín, aún dolorido por tras sufrir un golpe cervical en una entrada del tanque Diego Carlos. Y dos en el Sevilla. Koundé entró por Gudelj y Rekik por Joan Jordán. El centrocampista catalán fue la víctima del neonazi que le lanzó el palo de plástico de una bandera desde la grada y también de las críticas y mofas de los béticos, que le acusaron de teatralizar a instancias de Julen Lopetegui.

Solo el futbolista conoce el alcance exacto de su dolencia en la cabeza, pero hay sospechas que al final se volvieron en su contra. Primero, tras recibir el impacto, se dio unas palmaditas en la cara para afear a los béticos; luego, se mantuvo en pie; más tarde, tras hablar con su entrenador, se mareó, fue atendido por los médicos en el campo y trasladado al hospital. Como todo traumatismo craneoencefálico exige al menos 24 horas de reposo domiciliario, el catalán se perdió la reanudación. En fin.

Con defensa de cinco, el Sevilla intentó cortar el día después la hemorragia que sufrió el sábado por la banda derecha de su enemigo, donde Fekir y Canales causaron estragos. Con 1-1, tras un pase a la red del Papu Gómez en el único ataque de los nervionenses, el golazo directo desde el córner de Fekir y seguramente una noche de nervios y pocas horas de sueño, vuelta a empezar. En los apenas diez minutos, prolongación incluida, que quedaban del primer acto, mucho respeto y un gol anulado a Juanmi por fuera de juego.

Un hecho curioso en la segunda mitad. Gudelj, central titular el sábado, fue suplente tras la suspensión y regresó para jugar el tramo final como centrocampista. Ejemplo de polivalencia y versatilidad que exige Lopetegui, fuera ya de la Champions y de la Copa pero muy vivo en la Liga como único perseguidor fiable del Real Madrid. Apenas ocurrían cosas hasta que Carvalho se inventó un gran pase a Canales, que probó suerte con un disparo que se le coló al joven Alfonso.

Cansado, apresurado y muy molesto ante cualquier decisión arbitral, el Sevilla no tuvo capacidad de reacción salvo un cabezazo de Koundé al travesaño. Ni el estreno del Tecatito Corona, delantero mexicano nacionalizado portugués procedente del Oporto, le revitalizó. Avanza el Betis, cae su eterno rival, pierde el fútbol.

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