Balonmano | EHF Liga Europea
El Silkeborg pasa por encima de un frágil LogroñoBofetón europeo ·
Los franjivino caen con justicia en Dinamarca por sus errores en ataque y sus desajustes defensivos
El Ciudad de Logroño todavía no ha llegado a Europa. En su debut en la EHF Liga Europea, la competición le dio un buen bofetón ... de bienvenida. Los riojanos cayeron aplastados por un Bjerringbro-Silkeborg contundente que se aprovechó de la fragilidad defensiva riojana. Los de Velasco tardaron en reaccionar y pese a meterse un par de veces en el partido, acabaron aplastados (34-25) por los contraataques locales. Y eso que el portero Kristof Palasics se despidió del JYSK Arena con una quincena de paradas. Pero no fue suficiente.
No comenzó fino el Ciudad de Logroño. Sobre todo en la elección de tiro. En los primeros cuatro ataques, los riojanos chocaron contra un segurísimo Mikkel Lovkvist, que amargó la tarde a los lanzadores franjivino, especialmente a Ponciano, que en esa primera parte solo pudo anotar un gol en siete intentos. Además, a la defensa de los dirigidos por Velasco le costó entrar en partido.
Así las cosas, los daneses empezaron golpeando fuerte para abrir un hueco importante antes del primer cuarto de hora del choque (8-3), lo que obligo al técnico riojano a parar el reloj para refrescar ideas. Un tiempo muerto que sirvió para que el Logroño, que estaba sufriendo mucho los contraataques del Silkeborg, reaccionara.
Mejoró la defensa y el ataque empezó a encontrar a un inspirado Xavi Tuà, que en su primer encuentro europeo anotó cuatro goles en la primera parte. Pese a que los escandinavos volvieron a aprovechar los errores de bulto de los logroñeses, el equipo franjivino se enganchó nuevamente al partido aprovechando el mejor momento de Palasics bajo palos. El portero magiar detuvo cuatro balones consecutivos y Palomino colocó a los suyos a dos tantos (13-11).
En el inicio del segundo tiempo el Logroño tuvo balón para empatar, pero la defensa y el buen portero local Lovkvist abortaron las intenciones del cuadro riojano, que fue perdiendo fuelle físico. Ya no fluían las ideas en tareas ofensivas y las piernas no respondían en la retaguardia y el Silkeborg olió la sangre: los daneses mataron el partido al contraataque, como buen equipo nórdico.
Ya no había vuelta atrás. El plan de partido había cambiado a partir de ese momento a intentar reducir las diferencias. Pero ni siquiera le alcanzó al conjunto logroñés, que se marcha de Dinamarca con un serio correctivo. Los franjivino saben que su paso por Europa puede enmendarse. Pero se lo tiene que creer.
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