La nueva generación franjivina
Las marchas de Sergey, Kusan, Scott, Ligetvari, Kukic y Garciandia se suplen con las llegadas de Rangel Luan, Sikosek, Pina, Serradilla, Casado y Oswaldo
Ayer hubiese terminado oficialmente la Liga Asobal. Pero el SARS-CoV-2 lo interrumpió absolutamente todo para sembrar dolor y un mar de incertidumbre. Ayer hubiese visitado un Palacio de los Deportes clausurado desde mediados de marzo el Fraikin Granollers y seguramente el Ciudad de Logroño estaría luchando por las plazas europeas. Un billete que si finalmente llega será por invitación y no por derecho propio. Dejando al margen el posible resultado del encuentro, tras los sesenta minutos hubiese llegado la tanda de manteos para despedir a aquellos que se marchan. Una tradición en Logroño.
Y por los cielos de la capital riojana hubiesen volado Sergey Hernández después de dos años tremendos en los que el navarro demostró ser uno de los mejores porteros europeos. Junto a él, aunque a sus compañeros les hubiera supuesto un esfuerzo extra, quizá fuese Imanol Garciandia el que recibiese el caluroso manteo. Un jugador con un ADN cien por cien franjivino. Aquí se hizo como jugador. Él lo sabe; la afición, también.
La tradición hubiese seguido con la despedida de Kule Kusan, un pivote que en la sombra realizó una gran labor defensiva y ofensiva. El croata seguirá su carrera en Macedonia, en concreto en el Eurofarm Pelister. El francés Junior Scott, más liviano que sus compañeros, hubiese volado alto, como su lanzamiento en suspensión. Un lateral, el bordolés, con unas condiciones que no acabó explotando con la camiseta franjivina. Ahora tiene la oportunidad de sacar el mejor balonmano en Alemania en el Balingen-Wilstetten.
Ayer hubiese acabado la Liga pero el COVID-19 lo interrumpió todo, incluso el manteo a los jugadores que se marchan
Dèlcio Pina, el único fichaje anunciado por el club, está llamado a ser uno de los hombres importantes del equipo
Salvo Pina y Oswaldo, los más veteranos, los nuevos fichajes gozan de juventud y despiertan expectativas por su proyección
A Patrik Ligetvari les hubiese costado más levantar del suelo. Pero el simpático húngaro, gran compañero y un espectacular jugador, les hubiese facilitado las cosas a sus compañeros para el manteo. El magiar, de gran campaña, regresa al Veszprem de donde llegó en calidad de cedido.
Por último, Lazar Kukic, seguramente con lágrimas en los ojos –de todos los que se marchan es el más sentimental– hubiese acabado abrazando a la afición. Una hinchada que le convirtió en ídolo durante tres temporadas y media. Cosas que hubiesen sucedido si el coronavirus no lo hubiese arruinado todo, muchas vidas incluidas. Demasiadas.
El Ciudad de Logroño está acostumbrado a despedir a jugadores todos los años. Generalmente porque el club riojano no les puede retener por su alto caché. Un precio que, en la mayoría de los casos, se ha incrementado en Logroño después de crecer como jugadores en la entidad franjivina. Los ejemplos se cuentan a decenas. La afición ya se ha acostumbrado a ello. Pero siempre llegan otros. Y el ciclo comienza nuevamente.
Esta vez no va a ser menos, aunque es la incertidumbre la que manda esta campaña. Muchos clubes están intentando ajustar las cuentas, renegociando contratos, intentando cuadrar los presupuestos. Y el club riojano también está en la batalla.
Los seis que llegan
A Sergey Hernández le suplirá en la portería el brasileño Rangel Luan, como adelantó Diario LA RIOJA unos antes del confinamiento, jugador que acaba de cumplir los 24 años y que llega de Bidasoa. Se trata de un jugador atlético, de muy buenos reflejos y con bastante carácter. En principio, el guardameta brasileño llega por una temporada.
Tal como publicó este periódico en febrero, en el pivote el recambio de Kusan será el esloveno Domen Sikosek Pelko, un joven jugador de 22 años de edad que llega del Vardar macedonio, equipo dos veces campeón de Europa en los últimos tres años. Sikosek llega con sus 203 centímetros y 120 kilos con experiencia en Europa, tanto en la Champions como en la Liga SEHA, y con un aliciente: ha sido entrenado por David Pisonero, de la escuela vallisoletana.
El único jugador que ha confirmado el Ciudad de Logroño como fichaje para la próxima campaña es el lateral caboverdiano Dèlcio Pina, que llega a Logroño tras jugar las últimas temporadas en Portugal, en un equipo de mitad de tabla clasificatoria, el Maia ISMAI. El africano está llamado a ser uno de los referentes del ataque y la defensa franjivina.
En el lateral izquierdo le va a acompañar uno de los jóvenes con mayor proyección de España, Antonio Serradilla, por el que el Ciudad de Logroño ya había mostrado interés la campaña pasada. Pero el lateral, que defiende en el centro de la defensa, tenía contrato con el Quabit Guadalajara. Se trata de un jugador que gusta mucho al cuerpo técnico franjivino y del que se espera mucho. Ha estado en manos de entrenadores muy capaces, como la de César Montes, de la escuela pucelana que tanto gusta por tierras riojanas. Serradilla ha sido internacional en todas las categorías inferiores e incluso ha ido a alguna convocatoria con España promesas.
La marcha de Lazar Kukic se suple con la llegada de Agustín Casado, que desembarca en Logroño en forma de 'pack' ya que su pareja, Bea Puertas, ha sido fichada por el Grafometal La Rioja. El primera línea –puede jugar tanto de central como de lateral– cogió mucho protagonismo en Nava de la Asunción, de donde se marcha como un referente.
Con la marcha de Imanol Garciandia, el lateral derecho franjivino será brasileño. Oswaldo Maestro, con pasado en Villa de Aranda, Anaitasuna y Granollers, fue nombrado mejor lateral derecho de la Asobal la temporada 2015/16. El hombre del pelo rasta podría hacer un buen tándem con Gabriel Ceretta, que llegará a la pretemporada –que nadie sabe cuándo sucederá– recuperado de su lesión.
La nueva generación franjivina se prepara de momento en la sombra, con muchas interrogantes en el camino pero con la ilusión de poder pisar el parqué.
