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MARTÍN SCHMITT
LOGROÑO.
Lunes, 9 de abril 2018, 23:54
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El Ciudad de Logroño regresó ayer al trabajo tras gozar de cuatro días de descanso. Unas bien merecidas vacaciones tras cuajar el miércoles 28 de marzo su séptima victoria en esta segunda vuelta en la que sólo se ha dejado tres puntos en el camino: el empate frente al Bidasoa y la derrota contra el Barcelona en el Palau Blaugrana. Y un triunfo de oro ya que fue ante un rival directo en la lucha por los puestos europeos como es el Anaitasuna, equipo con el que, además, tiene ganado el 'goal average' particular.
En esta segunda vuelta, el conjunto franjivino ha dejado en la cuneta a otros rivales que pugnan por las plazas europeas. De hecho, por el camino han claudicado el Granollers (30-28), el Ciudad Encantada (29-32) y el Guadalajara (29-30). Nada menos que cuatro equipos que disputan una de las plazas que da derecho a jugar Europa.
Ayer, el conjunto logroñés regresó al trabajo. Su próximo encuentro es el miércoles 11 de abril en Pontevedra, ante un Teucro en alza que está prácticamente salvado del descenso (suma 18 puntos) pero que quiere certificar la permanencia ante su público. Durante estos días, los riojanos no podrán contar con los servicios de Ángel Fernández y Fabio Chiuffa, ambos con sus respectivas selecciones.
Tampoco pudo entrenarse con sus compañeros el central Juan Castro, que sufrió un esguince en el encuentro disputado en Guadalajara el pasado 24 de marzo. El leonés continúa con su tobillo bastante inflamado aunque poco a poco regresa a la rutina del grupo. Quien sí trabajó con el equipo fue Garabaya, que arrastraba problemas musculares y no pudo jugar frente al Anaitasuna.
Hasta el jueves, el equipo dirigido por Jota González no preparará el encuentro contra el Teucro. «Después de parar cuatro días hay que tener cuidado con empezar muy fuerte porque la gente se puede lesionar», indicó ayer el entrenador.
De esta manera, durante estos días los jugadores franjivino irán cogiendo «sensación de balón», mezclando los ejercicios con trabajo físico pero sin la exigencia que se puede aplicar en una semana normal de entrenamiento.
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