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Miguel Sánchez-Migallón se emplea a fondo para frenar la internada del lateral zurdo David Fernández. :: Peio García
El Logroño rescata un punto de oro
LIGA ASOBAL

El Logroño rescata un punto de oro

El equipo franjivino empata con el Ademar con un gol de Vanja Ilic en el último segundo del partido

MARTÍN SCHMITT

Domingo, 16 de septiembre 2018, 23:45

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No pintaban bien las cosas para el Ciudad de Logroño en León. Una pista difícil, donde ganar cuesta un potosí. Después de un encuentro sumamente igualado, en el que ambos conjuntos repartieron de forma similar aciertos y errores, el conjunto franjivino llegó a la última recta del choque con muchas posibilidades de llevarse el duelo. Sin embargo, ante un rival como el Ademar, cualquier error se transforma en problemas. Y si se encadenan tres, se consuma una tragedia. Así, el conjunto dirigido por Miguel Ángel Velasco encajó el 27-25 a falta de 40 segundos. Insalvable. O eso parecía.

Porque en esos escasos segundos, Juan del Arco sacó un lanzamiento complicado que se le metió por debajo de las piernas a Slavic y en la jugada siguiente Rafa Guijosa frenó el reloj a 14 del final y con el pasivo advertido. Las indecisiones locales otorgaron una opción más a los riojanos, que sacaron rápidamente el balón a la parcela izquierda, hacia donde había esprintado Vanja Ilic, que cogió el balón y con una rosca antológica, con el tiempo consumiéndose, clavó un empate que sabe a triunfo para los de Velasco.

LAS CLAVES

  • Máxima igualdad

  • Los partidos entre el Ademar y el Ciudad de Logroño se definen con detalles Ayer, el cuadro riojano igualó con una maravilla de Vanja Ilic.

  • Punto positivo

  • Empezar puntuando y en una pista como la de León es siempre positivo Así, este equipo joven inicia la temporada con el pie derecho.

Porque marcharse con algo positivo en casa del Ademar puede considerarse un buen inicio de la temporada. Y porque le costó arrancar al Ciudad de Logroño. Miguel Ángel Velasco quiso sorprender a Rafa Guijosa de inicio y colocó a Edu Cadarso en el centro de la primera línea, con Juan del Arco en la izquierda y un Imanol Garciandia demasiado custodiado y atenazado en la derecha. El lateral pudo hacer poco en esa primera parte ante una defensa que siempre se le adelantó.

El Ademar, bien plantado en su pista, empezó a abrir el marcador rápidamente (5-2), aunque los franjivino no desesperaron. Era sólo el principio. Había que posicionarse, estudiar los ataques y las defensas, calibrar el disparo, buscar los espacios. La retaguardia, custodiada por Kule Kusan, Miguel Sánchez-Migallón e Imanol Garciandia, defendieron correctamente a Fede Vieyra, Sebastián Simonet y Juanjo Fernández, pero el Ademar, también muy inteligentemente, hizo rodar el balón hacia los extremos, que fueron los que desequilibraron la balanza en esos primeros instantes (Jaime Fernández, 5 goles en esos treinta minutos).

A los veinte minutos, Velasco dio entrada a Lazar Kukic, Junior Scott y Tomás Moreira. La dinámica cambió. El Ciudad de Logroño fue más fluido, más vertical y por primera vez se puso a comandar el encuentro (10-12, minuto 24), lo que obligó a Rafa Guijosa a pedir un tiempo muerto. Las cosas volvieron a empatarse una vez más.

Ambos conjuntos fueron conscientes de que el partido iba a ser muy igualado -como cada vez que Ademar y Ciudad de Logroño se ven las caras- y que se iba a decidir en pequeños detalles.

Tras el paso por los vestuarios, poco se movieron ambos equipos del guion previamente establecido. Con una salvedad: era el Ciudad de Logroño el que lastimaba más a la contra y sufría en los ataques posicionales, volviéndose un equipo espeso. Por contra, el Ademar no podía correr como le suele gustar, pero encontraba espacios, ya en la segunda parte, desde el lanzamiento exterior.

Velasco siguió apostando por Cadarso en el centro y en defensa, le quitaba para poner en el extremo a un Erik Balenciaga que coge así minutos y sensaciones después de la lesión de rodilla que sufrió la temporada pasada. Ninguna de las porterías dio el golpe sobre la mesa. La clave estaba en las defensas.

Y en los minutos finales, y apoyada por su público, la retaguardia dirigida en el centro por Gonzalo Carou y Juanjo Fernández se creció, anuló los ataques riojanos y encaró las acciones finales con buen sabor de boca. En la defensa riojana ya no estaba Kule Kusan (excluido por tercera vez en el 53) y sentía el rigor de árbitros caseros. Pero nunca bajó los brazos el equipo riojano.

Sobre todo cuando el partido parecía inclinarse para el cuadro local, en unas últimas acciones que seguramente harán que la moral del equipo crezca. El empate, ayer en León, supo a gloria para el Ciudad de Logroño. Un conjunto franjivino que puede considerar que este inicio de Liga es positivo, puntuando en una pista complicada y ante un rival de Champions y con un golazo que se verá en muchos resúmenes.

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