El Logroño pierde ante el Bidasoa y se despide de la Champions

Partido de alto voltaje. Algo que ha quedado patente desde el primer minuto en unos vibrantes treinta minutos iniciales, en los que el intercambio de golpes no ha cesado ni un segundo. Balonmano en estado puro. El protagonismo inicial ha sido para el Ciudad de Logroño, que se paró mejor en defensa y supo controlar las incursiones de Rudy Seri y Sergio de la Salud. Kauldi Odriozola, uno de los mejores extremos de la Liga, ocupó el lateral derecho, siempre bien custodiado por Juan del Arco, mejor en defensa que en ataque.

Nadie dio tregua en ese primer tiempo, en el que el equipo de Miguel Ángel Velasco cogió una renta de tres goles con la que fue controlando las acciones. Con 9-5 en el marcador, Jacobo Cuétara se vio obligado a pedir un tiempo muerto. Velasco le respondió colocando a Ilic en el avanzado de un 5-1, lo que cambió poco el panorama.

Así se lo hemos contado en directo

El ingreso de Paco Barthe en el centro de la primera línea irundarra mejoró las prestaciones del Bidasoa, que comenzó a encontrar grietas en una defensa hasta entonces muy bien comandada por Miguel Sánchez-Migallón. Pero el ataque local ha sidl más fluido que el vasco, con balones que llegaban con claridad a los extremos, sobre todo a un Javi Muñoz que ha acabado el primer tiempo con cuatro goles.

No ha ha habido pausa alguna, cambiando estrategias, cada equipo en busca de la victoria ante un Palacio ocupada en una cuarta parte por camisetas amarillas. Y el Logroño se ha llevado la batalla de la primera parte, en la que se ha equivocado menos que su adversario. Pero una batalla no es la guerra.

Algo que nunca se hubiese imaginado el conjunto franjivino. Porque tras el paso por los vestuarios ha mostrado su cara más seria, atacando con los dos centrales –Kukic y Balenciaga–, buscando sorprender a un defensa grande, que pese a su altura se movió muy rápido. Sin embargo, el Logroño ha golpeado mejor que su rival, al que tuvo al borde del KO. Mareado y sin rumbo, Cuétara solicitó un tiempo muerto que le dio oxígeno a los suyos. A partir de entonces, el partido ha cambió completamente: el Ciudad de Logroño no ha sabido administrar su ventaja, ha corrido cuando no debía, se ha precipitado en el lanzamiento y ha chocado contra sus temores.

En cinco minutos, y gracias a los brazos de Leo Renaud y de Rudy Seri, el equipo guipuzcoano ha equiparado las cosas e incluso se ha puesto a comandar, por primera vez en el partido, el marcador. Al bloque franjivino se le ha venido la noche encima. Porque mientras Xoan Ledó sostenía a su equipo Sergey Hernández no podía detener algunos tiros forzados. Mala suerte.

A partir del minuto 45, el conjunto amarillo se ha adueñado del partido. Sobre todo en el aspecto psicológico. A los de Velasco les ha costado un potosí marcar, mientras que los irundarras no parecían sufrir para convertir.

Para colmo, la pareja arbitral, demasiado permisiva en los seis metros visitantes (Moreira puede dar fe de ello) ha exlcuido a dos jugadores franjivinos en cuestión de segundos, un aspecto que ha aprovechado el Bidasoa para poner una barrera de tres goles de diferencia entre uno y otro equipo a falta de ocho minutos.

De todas maneras, el Logroño lo ha intentado y ha consiguido empatar a través de Muñoz en el 56, en el primer penalti a favor que Rodríguez y Rosendo pitaron a favor de los locales. Pero la igualada no les ha servido a los de Velasco. Y el Bidasoa, que ha jugado con más cabeza, lo sabía, y ha acabo llevándose un choque memorable cuando más ha arriesgado el Logroño.