El Grafometal retorna a la élite
Ascenso ·
Las riojanas no dieron opción al Pereda y confirmaron que son el equipo más en forma de la categoría
Objetivo cumplido. El Grafometal Sporting La Rioja jugará la próxima temporada en la Liga Iberdrola. Había que ganar y se hizo. De esta manera, Logroño retorna a ese selecto grupo de ciudades que cuentan con un equipo masculino y otro femenino en la élite del balonmano nacional.
El Palacio también jugó. Ambiente de gala para celebrar el ascenso. Temporada con final feliz. Hubo momentos de la campaña que parecía que se alejaba, pero finalmente el Grafometal ha alcanzado la madurez balonmanística en el momento decisivo.
Durante los primeros treinta minutos las riojanas fueron mandando en el electrónico del Palacio. En un juego basado en la mejor defensa de la categoría, el equipo que entrena Juanjo González fue abriendo hueco en el marcador. Las jugadoras cántabras se veían impotentes para mantener el ritmo local: muchas piernas y brazos en defensa, y efectividad en ataque. Las noticias que llegaban desde los otros dos partidos en juego eran las esperadas: Zuazo y Morvedre iban al descanso por delante en el marcador.
Grafometal
29
-
21
Pereda
En el Palacio de los Deportes el electrónico reflejaba un 16-10 al final de los primeros treinta minutos. Partido controlado.
Treinta minutos por delante y el ascenso esperando. El Grafometal de mitad de campeonato hubiera generado dudas. El de este sábado no. Las chicas de Juanjo González jugaron la segunda parte con cabeza. Las emociones aparcadas para la celebración.
Iban cayendo los goles a favor de las locales mientras que en la grada ya se hablaba sin tapujos del ascenso. Sin embargo, el técnico de las locales no quería dejar espacios a las sorpresas de última hora. Mientras, en Lanzarote y Baracaldo, Morvedre y Zuazo veían cómo se ajustaban sus partidos.
El Grafometal solicitó tiempo muerto a falta de un cuarto de hora de partido con una cómoda renta 21-14. Y a partir de ahí, a tirar de manual: ataques largos, sistemas ensayados, evitar los errores en los pases, que no se produjeran exclusiones y mantener el tono defensivo. No hay rival que resista un aspirante al ascenso con esta hoja de ruta.
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Una mínima reacción cántabra redujo la ventaja riojana a cinco goles. Pero dos buenos ataques y otras tantas defensas devolvieron los siete goles de renta mientras en los otros dos partidos implicados se igualaban las fuerzas.
El Grafometal seguía con la sexta marcha puesta y no daba opciones al Pereda (26-19 a falta de cinco minutos).
El tramo final en el Palacio de los Deportes fue una fiesta. Las cuentas salían sin tener que depender de resultados ajenos. El Grafometal lo había logrado. Las riojanas retornaban a la máxima categoría del balonmano nacional femenino. Comunión entre la grada y la cancha. «¡Que sí, joder, que vamos a ascender!».
