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Imanol Garciandia, de discreta actuación, se lamenta de la falta con el tiempo acabado que impactó en el travesaño. :: Fernando Díaz
Un empate que amarga la fiesta
LIGA ASOBAL

Un empate que amarga la fiesta

El Ciudad de Logroño iguala con el Granollers un encuentro que mereció romper mucho antes

MARTÍN SCHMITT

Sábado, 22 de septiembre 2018, 23:52

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El Ciudad de Logroño volvió a empatar contra uno de sus rivales directos. Pero a diferencia del encuentro que acabó en tablas en León hace una semana, el 26-26 que reflejó el marcador una vez acabado el encuentro frente al Granollers dejó un sabor amargo en la boca de los aficionados franjivino, que vieron cómo el conjunto de Miguel Ángel Velasco fue incapaz de ganar después de haber jugado mejor que su rival. Pero los logroñeses no supieron -ni pudieron- romper el encuentro antes. Muchas veces por méritos propios. Y en otras ocasiones por el infortunio de la pareja arbitral, más empeñada en equilibrar el encuentro que en impartir justicia.

Fallos como la exclusión de Miguel Sánchez-Migallón, a dos minutos del final, cuando Adriá Figueras se tiró dentro del área tras marcar el 26-25 con el objeto de parar el reloj y el colegiado entendió que el extremo franjivino le había tocado con la cadera. Inexplicable. Ese error, como muchos, fueron minando la moral franjivina, que no supo rematar un partido que por momentos parecía ponerse muy de cara.

LAS CLAVES

  • Fallos propios

  • El Ciudad de Logroño fue incapaz de romper un encuentro en el que jugó mejor que su rival, que le perdonó la vida y que acabó empatando.

  • Errores ajenos

  • Los colegiados ayer incidieron en el resultado final del encuentro, con un arbitraje muy criticado por los aficionados que se acercaron al Palacio de los Deportes.

Todo comenzó con un intercambio de errores. Porque los dos equipos no se mostraron finos en el inicio, ni en ataque ni en defensa. Fue entonces cuando ambos conjuntos empezaron a utilizar sus mejores armas. El Granollers provocando fallos ofensivos de los franjivino y golpeando a la contra, y el Ciudad de Logroño anulando con su defensa 6-0 a Antonio García y Oswaldo Maestro e interrumpiendo el torrente de pases entre la primera línea y Adriá Figueras.

Los franjivino no pudieron quebrar el partido por propios errores y por fallos polémicos

De esta manera, el encuentro se convirtió en un deslucido toma y daca, aunque el conjunto franjivino mostró pinceladas de muy buen balonmano, sobre todo en ataque. Jugadas tácticas que casi siempre acabaron en gol.

A cuarenta metros de allí, en el área de Sergey Hernández, el guardameta mostró su inmensa plasticidad. En esa primera parte, el ruso paró once lanzamientos, con un casi 50 por ciento de efectividad. Sin embargo, el Granollers se mantuvo en partido. Y eso que llegó a estar cuatro goles abajo (14-10). Mucho tuvo que ver Bombóm Almeida, el portero vallesano, que también mantuvo un buen porcentaje de paradas. Y con bastantes pocos recursos el equipo catalán se fue solo con un 14-12 en contra a los vestuarios con el partido totalmente abierto.

Intercambio de goles

Tal es así que el Granollers consiguió igualar las cosas rápidamente. Tres minutos habían pasado de la segunda parte cuando Figueras, que tras el descanso encontró más espacios a la espalda de Sánchez-Migallón y Kule Kusan, marcó desde los seis metros. Se abrió, entonces, un nuevo intercambio de goles entre unos y otros. Y eso que los dos mejores lanzadores riojanos parecían tener la pólvora mojada. Imanol Garciandia anotó sólo dos goles en diez lanzamientos y a Juan del Arco le salvó sus últimos minutos, en los que consiguió tres golazos consecutivos que parecieron romper el encuentro para el bloque riojano. Pero hasta ese momento, el lateral, que esta semana fue padre por partida doble, pareció acusar la falta de sueño ya que tenía la mira desviada y en defensa parecía desconcentrado.

Por suerte, Sánchez-Migallón estuvo a un gran nivel y mantuvo, junto a las intervenciones de Sergey Hernández, a los vallesanos a raya. Hasta que el partido entró en la recta final.

La experiencia vale un grado. Y este Ciudad de Logroño jovial e ilusionado, pecó de falta de madurez anoche en el Palacio de los Deportes. No supieron los pupilos de Miguel Ángel Velasco conservar una renta de dos goles a menos de cuatro minutos del final. Tampoco supieron aprovechar la última posesión para llevarse el primer triunfo liguero.

Al final, el Ciudad de Logroño consiguió un punto que sabe a poco. Aunque viendo el vaso medio lleno, el conjunto franjivino pudo comprobar que después de jugar contra dos de sus rivales más directos, como el Ademar y el Granollers, es capaz de competir en condiciones, con momentos de muy buen balonmano, pese a que hay muchas cosas por mejorar y muchos nombres propios por aparecer, como los Junior Scott o Balint Fekete. Pero esto acaba de empezar.

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