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Manteo a Jota.

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Manteo a Jota. L.R.
Balonmano

Despedida, manteos y victoria del BM Logroño

El adiós de Garabaya, Jota y Ángel marcan un choque en el que el equipo franjivino podría ser subcampeón

EFE

Logroño

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Sábado, 19 de mayo 2018, 13:44

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El Balonmano Logroño La Rioja se ha impuesto al Benidorm por 35-27 en un choque que ha servido como despedida para la mitad de su plantilla y con el que se ha puesto fin a un ciclo de una década marcada por el entrenador Jota y el pivote Garabaya.

Desde el primer momento ellos, principalmente, han sido los protagonistas de una jornada marcada por la emotividad y en la que el partido quedaba en un segundo plano.

LOGROÑO

Kupra (p), Montoro (1), Kusan (2), Javier Muñoz (3,1p), Chiuffa (5,1p), Del Arco (1), Ángel Fernández (11), Aguinagalde (p), Sánchez Migallón (1), Garabaya (2), Kukic (5), Paredes (1), Garciandía (3) y Romeo (p)

35

-

27

BENIDORM

Mijuskovic (p), Robles (6), Grau (1), Joaquín Salinas (1), David Cuartero, Paván (4), Iván Rodríguez (1), Makaria (p), Marchán (6), Simonet (4), Rivero, Esteban Santonja (1), Eloy González y Guillermo Corzo (3).

  • PARCIALES: 2-1, 7-5, 9-8, 12-9, 14-12, 18-15 (descanso), 21-16, 23-17, 25-19, 27-19, 31-24 y 35-27 (final)

  • ÁRBITROS: Álvarez Mata y Bustamante López. Excluyeron por dos minutos a los locales Javier Muñoz y Garciandia; y a los visitantes Eloy González, Grau, David Cuartero y Joaquín Salinas.

  • INCIDENCIAS: Alrededor de dos mil espectadores en el Palacio de los Deportes de La Rioja en el último encuentro de la temporada. Antes del partido se realizó un acto de despedida al pivote Rubén Garabaya, que se retira y cuyo dorsal, el 17, ha sido retirado por el equipo de Logroño.

No obstante, dado que la fiesta se celebró tras el partido, el Logroño se propuso acabar la temporada a su mejor nivel y lo consiguió; en cuanto marcó un ritmo alto descompuso a un Benidorm que tampoco se jugaba nada y que no opuso mucha resistencia.

El partido se decantó a favor de los riojanos tras el primer cuarto de hora porque en el inicio, con poca intensidad defensiva de los dos equipos, el choque fue un intercambio de goles. Pero en cuanto Kupra paró varios lanzamientos y la defensa riojana funcionó mejor, el partido fue para los de Logroño.

No obstante, su propia falta de constancia hizo que el Benidorm siguiera vivo hasta el descanso, al que llegó perdiendo por tres goles (18-15). Una diferencia que aumentó nada más comenzar el segundo tiempo, en el que el Logroño aumentó su intensidad y su velocidad de ataque y el Benidorm no respondió.

Así, los riojanos establecieron pronto una ventaja de más de cinco goles y siguieron cómodos hasta el final, sin que el Benidorm hiciera nada por cambiar su destino, que deparó una derrota por ocho goles (35-27).

Justo con el pitido final llegó lo que importaba, lo que unas dos mil personas esperaban: el llanto y la emoción de jugadores que dejan su casa de un lustro, como Ángel Fernández, pero, sobre todo, de quien ha hecho historia en el balonmano español, Rubén Garabaya, y de un entrenador capaz de abanderar un proyecto durante una década, Jota González, cuyo nombre coreó todo el pabellón.

Junto a los tres, fieles a la tradición de este equipo, los que se quedan en él mantearon también a Chiuffa, Kupra, Montoro, Juan Castro y Paredes, varios de ellos visiblemente emocionados por una despedida poco habitual en el deporte profesional.

Así te hemos contado el partido con el directo de Martín Schmitt.

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