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Victoria franjivina en el correcalles
El Logroño mantiene la tercera plaza de la Asobal gracias a un triunfo opaco ante un rival mermado por las bajas
Triunfo franjivino. Y poco más. En un encuentro deslucido, con muchos correcalles y escaso balonmano, el Ciudad de Logroño venció a un Puerto Sagunto mermado ... por las bajas que aguantó la primera parte. A partir de entonces, el equipo riojano se tranquilizó y liquidó un encuentro incómodo pero que le mantiene en la tercera posición de la Liga.
La primera parte fue de ida y vuelta, de muchos goles y defensas flojas, muy permisivas. En el área del Ciudad de Logroño, Guillermo Corzo campó a sus anchas. Prueba de ello fueron sus seis tantos en esos primeros treinta minutos. Ni la defensa supo controlar al cubano ni a al argentino Querín. Y cuando salieron a frenarle, la primera línea conectó con Pozzer, que también hizo daño en los seis metros locales.
El Ciudad de Logroño funcionó a rachas. Porque por momentos logró hacerse con balones para correr a la contra y así abrir las primeras rentas a su favor. Pero faltaba consistencia. Sobre todo defensiva. Kule Kusan y Miguel Sánchez-Migallón no lograban frenar los lanzamientosy Jorge Pérez, en portería, tampoco conseguía aportar efectividad al equipo.
Esto propició que el encuentro fuera deslucido por ese conrrecalles que ninguno de los dos equipos pudo frenar. Y eso que el equipo franjivino tuvo momentos de buen balonmano, sobre todo con Edu Cadarso en el centro. Pero fueron destellos y así las cosas se llegó con un 19-18 al descanso, 37 goles en un encuentro feo pero que había que ganar. El Ciudad de Logroño estaba obligado a cerrar el encuentro y sentenciarlo rápidamente si no quería sufrir.
Y así ocurrió. En el lateral izquierdo Patrik Ligetvari relevó a Junior Scott, al que le pillaba el cambio largo, y gracias al brazo del húngaro el Ciudad de Logroño empezó a marcar distancias. Tímidas, al principio, pero que se agigantaron con elpaso de los minutos. Ayudó la entrada de Sergey Hernández bajo palos y la lesión de Corzo, a poco de comenzar la segunda parte. Una baja sensible para los valencianos.
Ciudad de Logroño
(19+19): Jorge Pérez (p), Sánchez Migallón (4), Dapiran (5,1p), Scott (4), Eduardo Cadarso (1), Garciandia (9), Hackbarth (2), Sergey Hernández (p), Kusan (4), Balenciaga,, Moreira (2), Kukic (1), David Cadarso, Ligetvari (5), Eduardo Ortiz (1p) y Goñi.
38
-
31
Sagunto
(18+13): Bruixola (p), Leonardo Querin (3), Bergantiño (4), Corzo (7), Antonio Alegre (2), Cruz Junior (2), Pozzer (4), Adrian Ribes (p), Spiljak (2), Marcos Dorado, Celorrio (3), Angel López (3) y Oscar García (1).
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PArciales 3-4, 6-4, 11-8, 13-10, 17-16, 19-18 (descanso), 23-20, 26-21, 30-25, 31-26, 35-28 y 38-31 (final).
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árbitros Peñaranda Ortega y Yagüe Moros. Excluyeron por dos minutos a los locales Kukic, Ligetvari y Ernesto Goñi; y a los visitantes Marcos Dorado, Pozzer y Cruz Junior.
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incidencias Unas 1.500 personas en el Palacio de los Deportes de La Rioja.
Pero el conjunto riojano ya había puesto la quinta marcha. Se sentía cada vez más cómodo en defensa, ayudado en parte por la solvencia en portería. Rápidamente, los de Velasco abrieron un hueco de cinco goles (26-21, en el minuto 40) que no se ensanchó más hasta los diez minutos finales. Porque pese a mejorar con Balenciaga como maestro de la orquesta, el partido continuó siendo feo. Y con un arbitraje que no ayudó nada al espectáculo.
«Me quedo con las buenas sensaciones en ataque»
Se esperaba un partido sencillo, pero costó. 38 minutos en concreto, hasta que la defensa entendió el partido, se ajustó y comenzó a realizar su función. Miguel Angel Velasco no atendió a excusas, ni la derrota del sábado, ni la falta de entrenamientos previos al choque, ni el cansancio. Solo la defensa, que no estuvo a la altura durante los primeros 30 minutos. «En ataque funcionamos, jugamos fluidos, estamos bien, pero no podemos conceder tantos goles. Defensivamente podríamos haber estado mejor, no hemos aprovechado la primera parte para romper el partido. Ellos son un equipo que sabe parar bien el choque, cortan el ritmo, pero bueno, me quedo con las buenas sensaciones ofensivas».
Y es que los dos puntos de ayer valen igual que ante Barcelona o Bidasoa. Había que ganar y se hizo. Dentro de tres días, las luces del Palacio se vuelven a encender, toca cambiar la mente y volver a recuperar sensaciones. «El sábado nos viene una final en la que si pierdes, estás casi fuera de Europa, y luego nos viene Cuenca, otra final para el objetivo de la clasificación europea», auguró. Finales que afronta el equipo en un buen estado físico. «Hemos rotado, ya sabíamos que este maratón de encuentros iba a llegar», expresó.
La defensa mejoró, sobre todo por la incoporación de Ligetvari al centro, desplazando a Sánchez-Migallón al lateral. Pese a contar con una diferencia considerable a su favot en el marcador, el Ciudad de Logroño no creía sentenciado el encuentro. Eso llegó en los últimos minutos, cuando gracias a algunas contras el hueco fue de siete tantos, ya inalcanzables para un Puerto Sagunto que además había perdido a Spiljak.
Entonces Velasco hizo jugar a Edu Ortiz, que marcó un penalti, y a Ernesto Goñi, aunque en la primera acción se marchó excluido, lo que enfureció al Palacio que le brindó una ovación al navarro cuando volvió a pisar el parqué a segundos del final.
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