Contra las 'murallas' de Ávila

En una liga de 22 partidos y en la que seis equipos se clasifican para una segunda fase donde cuentan los triunfos ante rivales directos, no se pueden dejar pasar oportunidades. Jenaro Díaz, técnico de los riojanos, tiene claro que «no hay que pensar en objetivos generales [como el ascenso], sino en objetivos inmediatos». Y eso significar ganar en Ávila, «una cancha difícil donde vencer va a ser un reto muy fuerte».

El encuentro ante Marín ha dejado varias enseñanzas al técnico asturiano. La primera, en forma de advertencia a su plantilla. «Espero que estén todos preparados mental y energéticamente para el próximo partido. Porque quien piense que ha venido aquí para hacer números, se ha equivocado. La columna de estadística que veo es la de 'más/menos', qué hace el equipo con él en el campo. Para mí eso es lo importante», señaló.

Además, explicó que está «dolido» con él mismo a causa de unos últimos minutos ante Marín en los que generó «más estrés» en la plantilla. «Perdimos concentración defensiva», resaltó, pero prefirió quedarse con «32 minutos a muy buen nivel general, aunque con algunos picos».

Pero el pasado de poco va a servir para vencer a un rival que el curso pasado peleó por el ascenso a Leb Oro y que ha mantenido a casi la mitad de la plantilla de la pasada temporada, circunstancia fundamental en la Leb Plata.

Si en la ciudad de Ávila destacan sus murallas, en el conjunto abulense también sus 'muros' son el sostén del equipo. Cuatro jugadores de muy diferente perfil pero con mucha potencia física están llamados a marcar la diferencia. Los 2,15 metros del exjugador de Clavijo Sidao Santana se suman a los 2,08 de los senegaleses Biram Faye y Bassirou Gueye y el estadounidense Phillip Lawrence-Ricks, un cuatro de 2,02 y buena muñeca que ha jugado en Irlanda y Portugal. Junto a ellos, los bases Harol David Cazorla y Bernie García y los exteriores Manuel Vázquez, Alfonso Ortiz y Guillermo mulero, criado en la cantera del Real Madrid.

Los riojanos deberán sujetar el previsible dominio por centímetros de los abulenses y obligarles a correr e incomodarles en un partido que va a resultar importante para ambos. El Clavijo llega sin bajas, aunque con Dídac Cuevas y Anton Dziuba tocados. Pero todos estarán en el pabellón Carlos Sastre dispuestos a lograr el primer triunfo del año.