Una bala menos

El primer cuarto fue de guante blanco, con escasa aplicación defensiva por ambas partes, con ataques fluidos y numerosas canastas bajo los aros con escasa oposición y muchos despistes defensivos. No parecía un choque entre dos equipos pendientes de luchar por salvar la categoría. El partido se mantenía igualado, sin grandes distancias en el marcador (el Rioja Vega llegó a tener seis puntos como máxima). El primer cuarto se cerró con el 24-23. La ofensiva había funcionado, a la defensa todavía se la esperaba.

Comenzó el segundo periodo y se mantuvo la falta de intensidad en ambas partes de la cancha a la hora de proteger el aro. Sin embargo, el Aceitunas Fragata Morón comenzó a juntar filas atrás y a cerrarse ante las penetraciones logroñesas. El Rioja Vega se atascó, mientras que los sevillanos mantenían su buena tendencia hasta alcanzar una ventaja de nueve puntos al descanso (36-45), gracias al buen hacer de Aramburu (18 puntos, 11 rebotes y 26 de valoración, bien acompañado por Omlid.

Los visitantes se encontraban cómodos en el partido. Incluso se atrevieron con una zona ante el escaso acierto del Clavijo desde la línea de tres. Además, seguían aprovechando los despistes del rival y las segundas opciones de tiro que le concedían. Los de casa no sumaban, los visitantes seguían logrando canastas con regularidad. Así, la diferencia se estiraba hasta unos ya muy preocupantes trece puntos (41-54) a mitad del tercer cuarto.

Tres triples del Rioja Vega -López, Louissaint y Noguerol- y dos tiros libres, redujeron las apreturas de los logroñeses (52-58).

Los de Jenaro Díaz entraban en el periodo definitivo con opciones pese a todo lo ocurrido tras la reanudación. Solo Aramburu junto a Cameron parecían mostrar algo de lucidez sobre la cancha. Con eso y con poquito más les bastaba a los andaluces ante un rival que no encontraba soluciones para romper la zona visitante (59-68).

En los momentos en los que los azules pudieron acercarse no lo hicieron. El contrario, por su parte, sí tuvo ese acierto cuando se estaba decidiendo el choque. Además, una técnica a Nissen cuando se iba a entrar en el último minuto acabó por finiquitar las opciones de un conjunto local muy desdibujado que inicia de manera amarga el camino de espinas que dirige a seis de los doce equipos del grupo al precipicio del descenso.