'Six Majors' y cerca de 20.000 euros
El riojano Miguel Ferrer culmina -con lesión y todo- su reto de correr los «seis grandes» del maratón en un año a beneficio de la Asociación contra el Cáncer
En los últimos días parece que la solidaridad viste exclusivamente de rosa. Las once mil mujeres que portaron camisetas de ese color el pasado domingo durante su carrera parecieron vincular ese color, de forma casi exclusiva, a la solidaridad. Sin embargo, también adopta otras tonalidades.
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El pasado día 15, Miguel Ferrer completó el maratón de Boston (el más antiguo del mundo) y con ello conseguía poner fin al reto que se planteó a sí mismo el año pasado. Quería correr 'The Six Majors' (los seis maratones más importantes del mundo) en menos de doce meses. El desafío deportivo era atractivo, pero Ferrer no tenía un objetivo competitivo en su reto. La motivación no era otra que conseguir dinero para la Asociación Española de la Lucha contra el Cáncer en La Rioja. El menor de los hermanos Ferrer había vivido de cerca la presencia de la enfermedad y eso le había servido para concienciarse de lo necesario del apoyo de todos en la lucha contra ese mal.
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Six majors son los seis mejores maratones del mundo: Londres, Berlín, Chicago, Nueva York, Tokio y Boston.
El maratoniano riojano inició su reto en Londres el 21 de abril de 2023 y lo ha terminado hace diez días, muchos kilómetros después (tanto dándole a la zapatilla como en largos y agotadores desplazamientos en avión por medio mundo), y con algunas secuelas a sus espaldas en forma de lesión que le impedirán hacer realidad otras de sus ilusiones anuales, correr la Rioja Ultra Trail que organiza su familia. Si tiene suerte y la recuperación va bien, quizá pueda correr alguna de las tres pruebas de la jornada del Maratón Ciudad de Logroño, a principios de octubre.
«Ha sido la experiencia más bonita de mi vida, pero también la más dura»»
Ahora, cojo pero muy contento, Miguel Ferrer está en condiciones de hacer balance de lo que ha hecho y no duda en afirmar con rotundidad: «Ha sido la experiencia más bonita de mi vida, pero también la más dura». Y no duda en asegurar que «sin duda alguna, lo peor ha sido la lesión. Cuando yo me propuse el reto, lo veía factible porque a mí, correr un maratón no me supone un esfuerzo excesivo, pero claro, yo no contaba con lesionarme». En cualquier caso, el maratoniano también ha obtenido sus lecciones positivas: «Aunque parezca una contradicción, lo peor ha sido la lesión; pero lo mejor, también ha sido la lesión. Me ha enseñado tanto, me ha aportado tanto, ha hecho que para mí el reto fuera realmente un verdadero desafío. Tanto es así que aunque la gente me decía 'qué mala suerte' pues yo llegaba a pensar, que no era así, porque la lesión me ha hecho superarme».
Sin embargo, esa lesión ha hecho que sobre el asfalto se viera a un Ferrer desconocido. Un atleta que no luchaba por una marca sino por poder llegar a cruzar la línea de meta. «A mí me gusta ser competitivo. Yo no estaba acostumbrado a correr así. Cuando empecé el reto yo pensaba en ser competitivo, pero las circunstancias son las que son y había que adaptarse para llegar a cumplir, pero no tengo una espinita clavada, aunque me podía haber llevado todo lo que he aprendido, además de la capacidad de competir en la última carrera, por ejemplo. Pero no se pudo», lamenta con resignación, aunque rápidamente asegura: «El balance global es muy positivo. He disfrutado mucho».
«Cuando empecé el reto yo pensaba ser competitivo, la realidad ha sido otra
Una experiencia de vida
Y después de todo esto, Miguel Ferrer no duda en afirmar que le ha quedado «una experiencia de vida que no olvidaré nunca» y algo que todavía no ha podido cuantificar con exactitud, el dinero que le quedará a la AECC La Rioja. «No lo sé, me lo tienen que decir. Yo lo único que tengo controlado es el dinero que ha llegado por los nombres que se han puesto en las camisetas. Pero está también la colaboración con Burgerheim y hay empresas que no me mandaban el dinero a mí por Bizum, sino que le donaban directamente a la Asociación contra el Cáncer. Por Bizum yo tengo controlado más de 7.000 euros, pero algunas firmas comerciales que han colaborado con el reto han donado hasta 2.000 euros ingresándolos directamente en la cuenta de la Asociación. Yo calculo que estaremos hablando de entre 15.000 y 20.000 euros», asegura, «y creo que es una cifra muy considerable para una persona sola. Yo creo que es una hazaña que esto se haya dado a conocer con mis redes, con mis medios... al final se ha hecho una comunidad tremenda y da gusto ver las camisetas con tantos nombres, tantos seguidores y tanta gente que se ha ido integrando en el proyecto, con aportaciones pero también con mensajes, su apoyo... Ha sido algo realmente bonito».
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