Un veterano con relevo familiar

El restaurante pradejonero Chandro forma parte de la historia de la localidad. Adela y Nicolás, los actuales gestores –dos informáticos que optaron por los fogones antes que por los teclados–, forman parte de la tercera generación de una familia que ha llevado la dirección del establecimiento (que cuenta también con pensión y hostal) desde hace más de cuatro décadas. Ellos aprendieron al lado de sus padres Andrés y Nicolás, y éstos a su vez, de sus progenitores.

Esa cocina tradicional, aprendida de las madres, es la que han mostrado en diferentes salidas, por ejemplo, al Centro Riojano en Madrid, donde prepararon unas jornadas marinadas del champiñón con el Queso Camerano; en Fitur donde preparon pinchos vegetarianos y veganos o en las Jornadas de las Verduras de Calahorra hasta donde trasladaron el sabor más puro del champiñón y la seta. A todos esas citas han acudido como embajadores de una cocina estrechamente vinculada a la identidad del municipio, los hongos cultivados

Además, se dejan ver en el Concurso de Pinchos de La Rioja y la Ruta del Vino de La Rioja Sudoriental...

Durante la celebración de Fungitur, el restaurante Chandro tendrá un papel muy activo en las jornadas. No solo porque ha diseñado unos menús donde la seta y el champiñón alcanzan una mayor relevancia de la que tradicionalmente tienen en su propuesta gastronómica, sino porque además están presentes en la ronda de pinchos y albergan las fungicatas, donde cada año tratan de innovar y ofrecer pinchos diferentes (el bombón de champiñón resulta una sorprendente exquisitez dulce).

El próximo fin de semana serán días de intenso trabajo, pero en el Restaurante Chandro están acostumbrados. No hace tanto, recuerda Andrés, no se cerraba en todo el fin de semana porque a la oferta del restaurante se unía la del pub que abría casi toda la noche, hasta que se bajaba a la barra del bar a desayunar.

Ahora los tiempos han cambiado, pero el Chandro sigue ofreciendo su carta y su menú del día entre semana para pasar durante el fin de semana a su menú especial o los platos combinados para los más jóvenes. Aunque, lo que más ha cambiado es que ya no está Conchi para atender la sala y por ello, el Chandro carece de uno de sus pilares más sólidos.

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