La musaka: el emblemático gratinado griego de berenjena y carne
La Musaka (Moussaka) es uno de los platos más icónicos de la gastronomía griega
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Comensales
4
Categorías
Comida o cena
Ingredientes
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2-3 berenjenas grandes, cortadas en rodajas de 1 cm de grosor; 2 patatas medianas, cocidas y cortadas en rodajas de 0.5 cm; 500 g de carne picada (cordero, ternera o una mezcla); 1 cebolla grande, picada finamente; 2 dientes de ajo, picados; 1 lata (400 g) de tomates triturados; 1/2 taza de vino tinto seco (opcional); 1 cucharadita de canela molida; 1/2 cucharadita de nuez moscada rallada; 1 cucharadita de orégano seco; Sal y pimienta negra al gusto; Aceite de oliva virgen extra; 50 g de mantequilla; 50 g de harina de trigo; 500 ml de leche (entera o semidesnatada), caliente; 1/2 cucharadita de nuez moscada rallada; una pizca de sal; 1 yema de huevo (opcional, para cremosidad); 50 g de queso parmesano o kefalotyri rallado (para la bechamel y espolvorear)
Preparación
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Se lavan las berenjenas y se cortan en rodajas. Se espolvorean con sal y se dejan reposar en un colador durante 30 minutos para que suelten el amargor. Se enjuagan y se secan muy bien. Se fríen ligeramente en aceite de oliva en tandas hasta que estén doradas y blandas. Se escurren sobre papel absorbente. Si se usan patatas, se hierven o se asan cortadas hasta que estén cocidas pero firmes
Aunque la idea de un plato en capas con berenjena y carne es común en varias cocinas de los Balcanes y Oriente Medio, la versión ... griega moderna es la más famosa y distintiva.
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El concepto de un plato a base de berenjenas es muy antiguo y se remonta a la difusión de este vegetal desde la India a través del mundo árabe y otomano hacia el Mediterráneo. Las berenjenas se adaptaron al clima cálido de Grecia y se convirtieron en un ingrediente fundamental.
Se atribuye su estandarización al célebre chef griego Nikolaos Tselementes a principios del siglo XX. Formado en la cocina francesa, buscó «occidentalizar» y refinar la cocina griega, introduciendo elementos europeos. Su receta para la Moussaka, que incorporaba la salsa bechamel (un pilar de la cocina francesa) como cobertura, la elevó de un guiso más rústico a un plato elegante y sofisticado que rápidamente ganó popularidad en toda Grecia y más allá.
La Moussaka griega clásica se construye en capas: una base de patatas (opcional, pero común en muchas recetas), seguida de capas de berenjenas fritas o asadas, una rica salsa de carne picada (normalmente cordero o ternera) sazonada con tomate, cebolla, ajo y especias como canela y orégano, y coronada con una generosa y suave capa de salsa bechamel. Al hornearse, todas las capas se funden entre ellas.
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Es un plato que ofrece una buena combinación de proteínas, carbohidratos y grasas.
La carne picada (cordero o ternera) es una excelente fuente de proteínas de alta calidad, hierro hemo, zinc y vitaminas del grupo B.
Las berenjenas son bajas en calorías y ricas en fibra dietética, antioxidantes (como las antocianinas que le dan su color morado) y algunas vitaminas y minerales.
Las patatas (si se incluyen) aportan carbohidratos complejos para la energía, así como vitamina C y potasio. Los tomates y cebollas añaden más vitaminas, minerales y fibra. La salsa bechamel, elaborada con leche, mantequilla y harina, contribuye con calcio y calorías.
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