La carne artificial
La nueva revolución que se avecina va a cambiar por completo nuestra forma de consumir carne y pescado
JOSÉ ENRIQUE CAMPILLO
Médico catedrático de fisiología y experto en nutrición y alimentación.
Sábado, 29 de julio 2023, 11:39
Ya saben lo que dice el refrán: «Cuando las barbas de tu vecino veas rapar, pon las tuyas a remojar». Esto viene a cuento de ... una noticia de trascendencia mundial que acaba de producirse (junio de 2023): El departamento de Agricultura de EEUU ha autorizado a la empresa californiana 'Upside Foods' (Alimentos al alza) a vender, para consumo humano, carne de pollo fabricada mediante cultivo en laboratorio, a partir de células madre musculares obtenidas de un animal. Al parecer las primeras partidas irán destinadas a los restaurantes del chef humanitario (sic) José Andrés. La veda ya está abierta y ese es el disparo de salida de la competición industrial por hacerse con ese prometedor mercado. Hay que tener en cuenta que ya operan en el mundo más de 150 industrias dedicadas a la fabricación de carne artificial mediante el cultivo de células de pollo, cerdo, cordero, vacuno, pescado y marisco. El procedimiento, además, es poco complicado. Es como hacer vino. En unos grandes tanques de acero inoxidable se cultivan las células musculares en un medio nutritivo con todos los minerales, vitaminas y nutrientes necesarios y a temperatura controlada. Las palabras del CEO de la empresa, henchidas de emoción, proclamaban para festejar el evento: «Ya no será necesario sacrificar miles de animales. Es un momento histórico que cambiará el mundo y nos acercará un poco más a un futuro más humano y sostenible».
El asunto aún tiene varios escoyos que superar. Mediante este invento se producen grumos, apelotonamientos de células musculares que a lo que más se parecen es a carne picada. Pero la carne real, además de células musculares tiene otros componentes que completan sus virtudes nutritivas y gastronómicas, por ejemplo la grasa y el colágeno. Los israelíes lo han logrado hace unos años. Ya son capaces de fabricar un filete de carne artificial mediante una impresora 3D. Y los chinos ya construyen filetes de pescado artificial también mediante impresoras 3D. Hasta ahora ya consumíamos transformados de carne y pescado, pero de origen natural. Por ejemplo los triturados de carne, grasa y colágeno, de diversa procedencia, con los que se fabrican patés, salchichas, etc. O el surimi, una pasta fabricada a base de algunos pescados como abadejo, corvina o la platija, entre otros. Pero la nueva revolución que se avecina va a cambiar por completo nuestra forma de consumir carne y pescado y, por supuesto, desaparecerán las industrias pesqueras y las ganaderías, tal como hoy las conocemos. El proceso no va a ser lento. En cuanto lo pruebe José Andrés en sus clientes comenzará a utilizarse en la fabricación de hamburguesas, salchichas, pizzas, croquetas, etc. Además, esa pasta de células musculares es un material idóneo para que le puedan añadir todo lo que se les ocurra para aumentar la palatabilidad del producto y vender más.
Creo que para que nos sirvan un chuletón de carne artificial en un restaurante aún faltará algo más de tiempo. Pero todo se andará. Nos está tocando vivir un mundo que está sufriendo una enorme transformación, como jamás ha sucedido en toda la historia de la humanidad. A saber de qué se alimentaran nuestros nietos.
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