Entreviñas 2017

La vista no alcanza a comprender la magnitud del paisaje que se abre hasta más allá de la propia línea del horizonte. Es más, es como si una vez superado el horizonte, la franja verde primaveral del vigor del viñedo riojabajeño prosiguiera hasta Tortosa. No es así, pero ahí, en medio, en Aldeanueva, el asunto cobra una magnitud que una vez por los caminos, entre los viñedos, acaba por mostrarse gigantesco, como un tsunami de mar verde que lo abarca todo. Solo los Pirineos al fondo en un día claro, y Los Agudos, algo más cercanos, por el otro costado, logran poner límites al trabajo diario de unos viticultores que han creado un paisaje enológico monumental que conviene contemplar ahora en primavera, y también, por supuesto, tras la vendimia, cuando la vid comienza a recluirse en sí misma mudando sus tonalidades antes de dejar caer sus hojas para preparar el invierno.

Y ya es primavera, también en Aldeanueva. Porque ha llegado el momento de planificar cómo y con quién acudir en esta ocasión a una de las mayores celebraciones entorno al vino que se organizan a lo largo del año. Es el Entreviñas uno de esos acontecimientos que se deben conocer, para repetir año tras año. El próximo sábado y domingo, la Aldea se vestirá de fiesta para manifiesta su estrecha relación con la vid, el viñedo, y la crianza del vino con la presencia de sus viticultores y bodegueros mostrando sus vinos a los asistentes en la feria que ocupará un año más la plaza principal del municipio.

Alrededor de esta acción han ido surgiendo acciones e iniciativas que permiten mejorar la experiencia de los visitantes, que pueden acudir al Entreviñas en pareja, con amigos, familiares e incluso con los más pequeños de la casa, pues para ellos también hay una programación especial.

Vino y más vino, en catas relajadas en la plaza principal, o catas más extraordinarias como las que tendrán lugar en la conocida como Bodega del Cura. O catas en espacios naturales como el propio viñedo, a los que se accede en tren, bicicletas o esta edición hasta en segway. Se trata de una experiencia única pues con una copa en la mano, con un buen vino en su interior y con una gran explicación del proceso en el propio viñedo se llega a comprender que todo lo importante en el proceso de crear grandes vinos sucede en el campo, y eso en Aldeanueva les sobra.

Vino y más vino, pero sin ser la única oferta disponible en el hecho gastronómico. Bares y restaurantes de la localidad han sabido sumarse a esta celebración, en la que la buena mesa cada vez está ganando mayor importancia. Catar unos vinos y sentarse en una mesa van casi de la mano. Es un hecho necesario para aguantar la ronda de la tarde. Menús especiales, así como una ronda de pinchos por los bares participantes.

El programa no solo tiene en cuenta el lado lúdico o turístico del vino. También ofrece un espacio para los profesionales del sector, que se reúnen en Aldeanueva para reconocer nuevas acciones en favor de esta industria de capital importancia en la comarca. En esta ocasión, los profesionales primero catarán el jueves los vinos más singulares elaborados en el municipio para al día siguiente establecer una mesa redonda donde se tratará de reconocer la singularidad de un viñedo mayúsculo, enorme, un mar repleto de singularidades por los cuatro costados.

Así es el Entreviñas que ya calienta motores estos días en Aldeanueva de Ebro.