Historia visual

Vida y milagros del santo Æmilianus

J. Sainz

Logroño

Domingo, 19 de octubre 2025, 20:03

Las Tablas de San Millán, procedentes del monasterio de Suso y actualmente en el Museo de La Rioja, son las puertas de madera de un ... tríptico de estilo gótico de finales del siglo XIV (del que no se conserva el cuerpo central).

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Están pintadas al temple por ambas caras con escenas narrativas. En la mitad superior de cada una de las puertas se representan diversas escenas religiosas relativas a la infancia de Jesús, la muerte de la Virgen María y otros episodios de los Evangelios Apócrifos (pasajes obviados en estas páginas); en la parte inferior se representa la vida del santo Æmilianus en dieciséis partes a modo de viñetas (son las que aparecen reproducidas aquí en orden cronológico), unas sencillas y otras dobles.

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Así podemos ver cómo Æmilianus, joven pastor todavía imberbe, apacienta sus ovejas mientras tañe la cedra (escena I); luego recibe la llamada religiosa por medio de un ángel (II); camina hacia Bilibio en actitud devota (III); y es doctrinado allí por san Felices (IV).

Ya maduro y con barba regresa a su tierra para ser ermitaño en los montes de la Cogolla, llenos de alimañas (V); recibe a las gentes atraídas por su creciente fama (VI); construye un templo y contempla la naturaleza (VII);y, tras cuarenta años en el monte, visita a Dídimo, obispo de Tarazona, que le ha hecho llamar (VIII).

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Ya como párroco de Berceo, calvo, sin barba y con aureola de santidad, san Millán predica a las gentes (IX) y da limosna (X). Y, de vuelta a la vida de ermitaño, el santo doblega a un demonio (XI), recibe a sus discípulos y sana a los enfermos desde su cueva (XII).

Entre aquellos que peregrinan a él, devuelve la vista a un ciego y sana a los contrahechos (XIII), y expulsa al diablo del palacio del senador Honorio (XIV). En sus últimos días, es visitado por más demonios, pero sus llamas se vuelven contra ellos (XV) y, finalmente, muere rodeado de discípulos y custodiado por ángeles (XVI).

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