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EL PRECIO DE SER UN SÍMBOLO

MIKEL LABASTIDA

Martes, 17 de julio 2018, 00:25

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Antena 3 encara hoy los capítulos 7 y 8 de la primera temporada de 'El cuento de la criada', una de sus apuestas americanas para el verano. Comenzó con datos más que buenos, pero se fueron desinflando poco a poco. Es algo que sucede a menudo con las ficciones extranjeras, que no suelen aguantar el ritmo semanal. A la cadena hay que reconocerle que se ha comprometido con el título y lo ha mantenido en su horario habitual, en lugar de desterrarlo a las madrugadas, como ha ocurrido en otras ocasiones.

A los seguidores que estén viendo los episodios de la primera tanda les queda lo mejor, los acontecimientos que van a dar un vuelco a la maltrecha estancia de June/Defred en Gilead. No pretendo adelantar nada, pero sí puedo asegurar que lo que resta de temporada deja al espectador con ganas de más.

Y con ese ánimo comenzamos hace unos meses la nueva remesa de capítulos que ha distribuido en España HBO. La segunda temporada de 'El cuento de la criada' ha contado con 13 entregas y venía precedida por las excelentes críticas, así como por la remesa de premios cosechados el año pasado. ¿El balance? No ha sido tan unánime como ocurrió en 2017. El problema posiblemente haya estado en los guiones, que no contaban con el soporte del libro de Margaret Atwood.

Pero creo que ha habido un escollo mayor, que no se va a quitar de encima fácilmente esta serie y que le va a influir en adelante para bien y para mal. Se ha convertido en todo un símbolo del feminismo, por la vigencia de su relato en los tiempos actuales. Se cita en las reivindicaciones e incluso el atuendo de las criadas es tomado prestado en numerosas manifestaciones a favor de los derechos de la mujer. Y creo que esta 'responsabilidad' ha pesado en su creador, Bruce Miller, que se muestra temeroso -a mi juicio- a la hora de tomar algunas decisiones en la serie por las críticas que pudieran suscitar. Probablemente, de ser más valiente la segunda temporada de esta producción habría sido mucho mejor. Es el precio que hay que pagar cuando una obra traspasa las pantallas y alcanza una proyección más amplia.

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