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ARDE MADRID

OSKAR BELATEGUI

Jueves, 1 de noviembre 2018, 00:44

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Qué difícil era revisitar la España de comienzos de los 60 sin caer en el almíbar de 'Cuéntame'. Paco León lo ha logrado con 'Arde Madrid', la serie que Movistar estrenará el 8 de noviembre en España y Latinoamérica. Un encantador artefacto que no desdeña el costumbrismo de los Alcántara, pero que va mucho más allá y rezuma ese talante libertario y picantón que también transmitían 'Carmina o revienta' y 'Kiki, el amor se hace'. La casa madrileña de Ava Gardner en El Viso es el escenario principal de esta mirada a un país de pícaros, hambrientos y reprimidos sexuales. La actriz de Hollywood, que se bebía la vida cada noche, representaba todo lo que el franquismo odiaba. Por eso Paco León imagina a una comisaria política (Carmen Machi), que encarga a una instructora de la Sección Femenina solterona, coja y facha que la espíe convertida en criada (Inma Cuesta), ayudada por un buscavidas que se hará pasar por su chófer y que acabará vendiendo las bragas usadas de la diva (el mismo Paco León).

'Arde Madrid' no esquiva la mitología asociada a la estancia de Ava Gardner en España, que tan bien documenta Marcos Ordóñez en su imprescindible libro sobre sus años en Madrid. Las juergas flamencas, las borracheras en Chicote, las broncas con Sinatra... La actriz tenía como vecino en su dúplex de la calle doctor Arce al exiliado general Perón, que la llegó a denunciar por el ruido provocado por las fiestas que se alargaban hasta el amanecer. Entre la fauna de toreros, bailaores, gitanos y funcionarios franquistas que retrata León sobresale como brillante pareja cómica la formada por Perón y su tercera esposa, Isabelita.

'Arde Madrid' se mueve así entre la sátira coral y el drama costumbrista, entre 'El verdugo' y 'La tía Tula'. Su estructura saltando de los salones de los ricos a las habitaciones del servicio remite a 'Arriba y abajo'. Todos los actores están soberbios, incluida Debi Mazar, que tiene el difícil cometido de encarnar al 'animal más bello del mundo'. El ojo del director para elegir las canciones se suma a las virtudes de la primera serie que un canal de pago rueda en blanco y negro.

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