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Un hombre carga en el coche las bolsas de la compra. :: Luis Ángel Gámez
Los riojanos, entre los que menos gastan en bebidas y alimentación

Los riojanos, entre los que menos gastan en bebidas y alimentación

Los españoles simplifican su menú y cada vez compran más platos preparados, según los datos del Ministerio de Agricultura

DOMÉNICO CHIAPPE

ADRID.

Miércoles, 4 de julio 2018, 00:36

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mAunque ha perdido población en los últimos años, en España se gastó más en hacer la cesta de la compra durante 2017, exactamente 67.490 millones de euros. Esto supone un 0,6% más que el año anterior, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Lo que más se lleva a la cocina son los productos frescos, como leche, frutas y hortalizas, en los que se invierte un 43,8% del presupuesto total destinado a la alimentación, con una subida en las legumbres y una caída en el marisco y el pescado fresco. «Una dieta más sana y equilibrada», aseguró ayer el ministro Luis Planas, durante la presentación del Informe del Consumo de Alimentación en España 2017.

Con un gasto medio anual de 1.479,81 euros por persona, estos alimentos se suelen comprar en comercios especializados o de cercanía, aunque lo demás se adquiere en los supermercados (47,3%), con un tímido incremento (1,2%) en el uso de internet. «El 68,2% del gasto se destina a alimentos y el 31,8% restante a bebidas», indica el trabajo.

El Informe de Consumo en Alimentación 2017 también refleja que los que más gastan en alimentación son los vascos (1.729,31 euros por persona) frente a los extremeños (1.184, 43). La Rioja también está la tercera por la cola con 1.345 euros y es la última en kilogramos/litros por habitante con 546,14 frente a los 633, 36 de media española.

Además, los españoles destinaron 35.094 millones a pagar la cuenta en restaurantes y bares. Una tendencia que aumenta en proporción al resto de cifras. Sumado este importe a la cesta de la compra, la factura total alcanzó 102.584 millones de euros. Sin embargo, aunque la tercera parte del gasto en alimentación se realizó fuera del hogar, en 2017 se consumió en los restaurantes y bares menos del 12% del volumen total alimentos y bebidas. Y es que el 88,2% del volumen de estos productos son consumidos en casa, destaca el informe de Agricultura.

Recetas sencillas

En este trabajo se evidencian otros cambios en las entrañas de los hogares, sus cocinas. En primer lugar se abandonan los fogones familiares al simplificar los platos y preferir los preparados que ofrecen los supermercados (se venden un 5% más). Esto puede ser ocasionado, en parte, por la mayor cantidad de hogares unipersonales formados por jóvenes o adultos independientes. «Los cambios y la simplificación del menú construyen un nuevo contexto en las comidas y en las cenas, donde la versatilidad es la clave en el consumo», mantiene el informe. «Destaca la irrupción del desayuno salado, que ofrece un nuevo panorama competitivo para las categorías de desayuno tradicional, que deben adaptarse a la nueva realidad para poder crecer en el primer momento del día», apunta.

También se bebe más agua embotellada, a pesar de la gran calidad que tiene la del grifo en muchas ciudades españolas. En bebidas, el mercado alcanzó los 13.276 millones de euros, «consumiéndose la gran mayoría, el 82,4%, dentro del hogar». Entre las preferidas destaca el agua embotellada, con 81,95 litros por persona y año, y la cerveza, con 42 litros por persona y año. Estas dos productos aumentaron con respecto a otros años, mientras que decayó la compra de bebidas refrescantes, zumos y vinos con denominación de origen.

Menos en la basura

El otro cambio en los hábitos del español es que ahora se desechan menos alimentos. «Se reduce en un 9,9% el desperdicio de alimentos desde 2014», lo que significa unos 74,5 millones de kilos menos de comida que acabaron en la basura que en 2016. Aun así, se tiraron 1.229 millones de kilos de alimentos, lo que supone una media de 23,6 millones de kilos semanales. Una cantidad «muy elevada», según Planas.

El 87,5% de los alimentos se arroja a la basura «tal cual fueron comprados» y el 12,5% son restos de platos cocinados en el hogar, sobre todo legumbres, carne, sopas, cremas y purés. «Se constata una mayor concienciación de las familias en la lucha contra el desperdicio alimentario, ya que esta cifra supone una reducción del 5,7% respecto al período anterior», asegura el informe.

Por último, el consumidor, armado como años anteriores con su lista de la compra, considera positivo que haya más marcas blancas, «en detrimento de las marcas de fabricante. No suelen dejar de comprar en un establecimiento porque haya eliminado determinadas marcas». Ahora bien, cada vez con más frecuencia compra cosas no incluidas en su lista.

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