Grupo de jóvenes de Logroño, en un banco junto a la estación de Calahorra, a la espera del autobús de regreso a casa. I. Á.
Festival Holika

Pensando ya en el próximo año

El festival Holika terminó ayer con el regreso a casa de los jóvenes que han disfrutado de la experiencia de la acampada

Isabel Álvarez

Calahorra

Domingo, 30 de junio 2024

Holika y los 'holikers' plegaron ayer velas. Vuelta a la normalidad, aunque para algunos les ha sabido «a poco, y nos hubiésemos quedado mucho más». ... El festival de Calahorra, que apuró la noche del sábado hasta las siete de la mañana, se despidió hasta el próximo año, confiado en que vuelva a poder repetirse en la ciudad bimilenaria. Pero, de momento, ayer lo que tocaba era desmontar tiendas, hacer maletas y volver a casa.

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Los jóvenes que desde el jueves de la pasada semana han estado instalados en alguna de las tres áreas de acampada recogían a primera hora de la mañana los bártulos para poner rumbo a Zaragoza, Vitoria, Bilbao, Miranda de Ebro, Pamplona o Logroño; las principales ciudades desde las que se han desplazado para disfrutar de este evento musical que, sin duda (con 80.000 personas entre los cuatro días de celebración), es el más multitudinario de La Rioja.

«Lo que más me ha gustado es el camping y el poder estar con los amigos todo el día juntos», aseguraba ayer el logroñes Héctor, junto a la estación de autobuses, rodeado de los otros once chavales que le han acompañado en este festival. «Lo mejor ha sido desde luego la sensación de estar en los conciertos, pasártelo bien con los amigos y, sobre todo, sentirte como en familia», añadía otro joven del grupo.

Héctor (Logroño): «Lo que más me ha gustado es el camping y el poder estar con los amigos todo el día juntos»

En la parte musical, el concierto que más les ha marcado estaba claro: «Myke Towers», respondían varios de ellos al unísono. «El año que viene, si se puede, repetiremos», señalaba otro de ellos, mientras esperaban la llegada del bus de regreso a Logroño sentados en uno de los bancos de la calle Doctor Fleming.

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Dentro de la estación a otros les vencía el sueño y acababan completamente dormidos en el suelo o en los asientos de la zona de espera. El grupo de Logroño se mantenía, sin embargo, bien despierto y ya advertía sus intenciones de dormir solo unas horas porque «a las nueve es el partido de España».

Varios 'holikers' suben por la calle Mediavilla con las bolsas y el equipaje que llevaron al camping. I. A.

En la terraza del bar Saxon, en las inmediaciones de la estación, varios padres se reencontraban con sus hijos y escuchaban anécdotas entre cafés y refrescos. Y allí, en medio, Roberto, que el día anterior se había desplazado junto a sus amigos desde Grulleros, en León, narraba a dos chicas de Zaragoza la 'jugarreta' que le habían hecho sus amigos. «Como hemos venido con mi coche, me han pedido las llaves porque se querían ir a descansar y después se han ido con el coche sin esperarme», relataba. «Me han llamado al móvil, pero estaba sin batería y se han ido», continuaba el joven, que después de conseguir cargar el teléfono había conectado con ellos para decirles que «llenasen el depósito de gasolina», se diesen media vuelta y volviesen a buscarlo. «A veces lo han hecho cuando salimos de fiesta a otros pueblos de León pero, claro, estábamos al lado de casa», decía sin perder el optimismo: «Al menos, estoy conociendo a muy buena gente».

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Roberto (León), a quien ayer dejaron 'tirado' sus amigos: «Al menos, estoy conociendo a muy buena gente»

El festival cerraba así su sexto capítulo y el Consistorio de Calahorra aprovechaba para «dar las gracias» a la organización (Burcor), a los asistentes, a los cuerpos de seguridad, a Protección Civil y al personal municipal por el trabajo realizado para que «todo saliera bien».

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