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Ringo Starr, en uno de los últimos conciertos con su All-Starr Band, al inicio de la gira que llegará a España. :: Aaron Josefczyk / reuters
«Aún tengo algo de aquel obrero de Liverpool que tocaba por las tardes»

«Aún tengo algo de aquel obrero de Liverpool que tocaba por las tardes»

El batería de The Beatles actuará en verano en España junto a su All-Starr Band con temas de su repertorio y también de sus invitados Ringo Starr Músico

IÑAKI ESTEBAN

Jueves, 19 de abril 2018, 00:42

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Cuando se le ocurrió formar un grupo con amigos, la primera All-Starr Band, el batería de The Beatles ya lo era todo en el pop, aunque su situación personal distaba de estar a la misma altura. Ringo acababa de salir de una clínica en la que se sometió a un tratamiento para curar su alcoholismo, lo mismo que hizo su mujer, la actriz Barbara Bach. Necesitaba volver al escenario, a las giras, para terminar su recuperación, y lo hizo el 23 de julio de 1989 en Dallas.

Fue una reunión de nombres históricos, como Joe Walsh de los Eagles, Nils Lofgren y Clarence Clemons de la E Street Band, Dr. John, Billy Preston y Rick Dando de The Band, además de invitados como su hijo, el también batería Zak Starky, y Bruce Springsteen. El músico de familia obrera de Liverpool no sólo recuperó el tono vital, sino que también dio con la fórmula. Ringo cantaría aquellas canciones de The Beatles que compuso o en las que aportó su voz, como 'Yellow Submarine', y el resto de los miembros del grupo elegirían también canciones de su repertorio.

Con esta fórmula, y a punto de cumplir los 78 años, llegará a España (26 de junio en Barcelona, 28 en Madrid, 29 en La Coruña y 1 de julio en Bilbao), si bien con otros músicos porque a lo largo del tiempo han ido entrando y saliendo de la formación. En el concierto también tocarán temas del disco recién publicado por Starr, 'Give More Love'. «Empecé con las All-Starr después de pasar una mala temporada con un método muy sencillo. Abrí mi agenda y empecé a llamar a unos cuantos amigos para ver si querían tocar conmigo. Dr. John me dijo que sí, Clarence me dijo que sí...», recuerda el mito del pop en una conversación por teléfono con este periódico desde su casa de Los Ángeles.

Hoy se siente «bendecido, feliz». Empieza y termina sus conversaciones con las palabras «peace and love», paz y amor. Suele vestir un collar con el símbolo hippie -«lo veréis también en el concierto»- y siente parte del «espíritu de aquellos años». En 1968 The Beatles publicó el 'Álbum Blanco', que considera uno de los hitos de la banda. Un año antes habían sacado 'Yellow Submarine' y un año después el 'St. Peppers's'. Fue la época más carismática del grupo, la más completa y completa por el lado creativo. Pero Starr cree que su verdadera identidad está en otro sitio y en otro tiempo.

La gorra y el sombrero

«Vale, es cierto que ocurrieron muchas cosas en aquellos años pero mi auténtico movimiento, el que me marcó, está en las fábricas de Liverpool de los cincuenta. Aún tengo algo de aquel obrero que tocaba por las tardes». Richard Starkey, el nombre civil de Ringo, empezó a trabajando en 1955, con quince años, en el ferrocarril británico. Le echaron por no querer ponerse la gorra y vestir un sombrero. Pero no fue la única experiencia laboral y hasta el inicio de los sesenta, cuando ya tuvo claro que se dedicaría a la música, se preparaba para ser operario en una empresa fabricante de bienes de equipo. Hoy tiene una fortuna aproximada de 200 millones de euros, y ha vendido su mansión inglesa, aunque mantiene una casa en el barrio de Chelsea en Londres.

Ciudades medias e industriales de Inglaterra como Liverpool y Mánchester han jugado un papel relevante dentro de la música pop. ¿Cómo lo explica el batería más famoso del mundo? «Entonces eran los primeros tiempos en que empezaban las noticias musicales y a nosotros nos llegaba todo lo que hacían en Londres, lo mismo que pasaba en Mánchester o también en Birmingham. Pero creo que hay una razón más profunda y es el 'skiffle', un rock muy básico que nos gustaba mucho y que podías tocar con un tambor, como era mi caso, y con un tres acordes de guitarra. Nos bastaba y eso fue lo que nos puso en el camino».

Comenzó con un amigo suyo de la fábrica en 1957. Pasó por diferentes grupos y en 1962 fichó por The Beatles, en sustitución de Pete Best, que no acaba de convencer ni a los otros mimebros de la banda ni a su mánager, Brian Epstein. Al decir de John Lennon, Starr era entonces uno de los músicos más reputados de Liverpool.

Esta será la segunda vez que el músico toque en España. La primera fue en 1965. «Sí, en Madrid y en otra ciudad, creo que en Barcelona». Fue todo un acontecimiento. Se asoció al ínfimo aperturismo del régimen de Franco. Hubo desmayos entre las fans que fueron a recibirles a Barajas y el No-Do se hacía eco de la 'beatlemanía'. «Me suena de que fue importante para vosotros. Pero entiéndeme, fueron dos conciertos más y punto. Las giras eran largas y lo nuestro era tocar. Nada más. Bajábamos del avión, dábamos el concierto y a por el siguiente», incide el músico.

Sesenta años después de subirse al escenario por primera vez, sigue en la carretera. No le importa abandonar el sol de California y meterse en aviones, autobuses y coches. «Supongo que el sol de España es el mismo que de California, ¿no? Soy músico, una persona que intenta entretener a la gente. Me dedico a esto y sigo disfrutando. Sólo siento agradecimiento por haberme podido dedicarme a la música. Llega la tarde del concierto y me pongo de humor que tengo. Estoy con los músicos y me siento a gusto. Amo al público y sé que el público me ama. Paz y amor, hermano».

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